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CAPÍTULO 5

SEXUALIDAD Y EL DESARROLLO EN LA

NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

 

Niños, Niñas y Sexualidad

Uno de los problemas que la sexología tiene estudiando la sexualidad en los niños y niñas es interpretando el significado de lo que uno observa. Los adultos observan la conducta de niños y niñas y hacen inferencias sobre el significado de esa conducta. Casi siempre las inferencias que hacemos están hechas desde un punto de vista adulto, lo cual no es apropiado. Es importante entender que el significado de la acción observada varía dependiendo del punto de vista del que la observa.

Otro problema que la sexología tiene es que la sociedad en la cual vivimos es bien reacia a reconocer la sexualidad de los niños y niñas. Las palabras que se usan para describir a los niños y niñas así lo indican. Se dice que los niños y las niñas son "inocentes", que no tienen "malicia". Todo esto queriendo decir que los niños y las niñas no son sexuales y ni siquiera se interesen en serlo, cuando esto es alejado de la realidad. Los niños y niñas son sexuales desde que nacen y se interesan mucho en la sexualidad, dentro de lo que ellos y ellas pueden según el nivel del desarrollo de sus habilidades de pensar (desarrollo cognoscitivo). El desapruebo social se manifiesta formalmente en leyes estrictas que separan a los niños y niñas de la sexualidad. El adulto que estudia la actividad sexual en niños y niñas arriesga ser acusado de "explotación" o de "pedofilia" y de ser procesado en los tribunales.

También tenemos el problema de interpretación y de lenguaje. ¿Cómo uno comunica preguntas de índole sexual a niños y niñas? Y si tenemos respuestas, ¿Cómo uno interpreta el significado de las respuestas? A los 2 y 3 años de edad, los niños y niñas no usan lenguaje para comunicarse, limitando así la actividad empírica a la observación de la conducta con los problemas de interpretación que esto conlleva. Por ejemplo, si notamos que un niño de 3 años se agarra el pene y lo frota, al mismo tiempo que notamos que el niño tiene una cara que indica "placer". ¿Llamaríamos a esto "masturbación"? Después notamos que el niño produce contracciones musculares espasmódicas al fin de las cuales aparenta estar en un estado de relajación profunda. ¿Llamaríamos a esto "orgasmo"? Ambos la "masturbación" y el "orgasmo", a nivel de adulto, conllevan unas actividades mentales específicas, las cuales no pudieran estar presentes en los niños debido a la falta de maduración de los procesos cognoscitivos.

No solamente los niños y las niñas son físicamente capaces de tener experiencias sexuales sino que en cuanto pueden comunicarse con lenguaje, comienzan a demostrar un interés intenso en todo lo sexual. Ya para la edad de 5 años los niños y niñas preguntan sobre el embarazo y cómo se "hacen" los bebitos. A los 3 y 4 años ya están demostrando interés en saber sobre los cuerpos de sus amiguitos y amiguitas. Y a través de todo este tiempo están bombardeando a sus padres con preguntas cada vez mejor formuladas sobre la sexualidad. Una manera de entender este fenómeno es viendo a los niños y niñas como pequeños científicos que, encontrándose con un enigma, intentan todos los medios a su alcance para interpretarlo.

Los Padres y las Madres de los Niños y las Niñas

Los niños y las niñas en el proceso del desarrollo no se desenvuelven solos y solas sino en un ambiente social familiar. La reacción de los padres y madres a las expresiones sexuales de sus hijos e hijas puede ser muy variada dependiendo en gran parte en cómo los padres y las madres ellos mismos y ellas mismas reaccionan a su propia sexualidad. Padres y madres que se sienten cómodos con su propia sexualidad tienden a ver positivamente el desarrollo sexual en sus hijos e hijas. Padres y madres que tienen problemas lidiando con sus propios sentimientos sexuales tienden a mirar negativamente al desarrollo sexual de sus hijos e hijas.

Prohibiciones sexuales, especialmente esas que originan en la religión, tienden a producir alta sentido de "culpabilidad" en los padres y las madres. Este sentido de culpabilidad hará que el padre o la madre o ambos intenten limitar el desarrollo sexual de sus hijos e hijas. Los efectos negativos de tal crianza se evidenciarán más adelante en la vida adulta de esos hijos e hijas, lo más probable en la forma de disfunciones sexuales. Investigaciones que han mirado diferentes culturas y cómo tratan con la sexualidad de los niños y niñas indican que la "culpabilidad" sexual es aprendida por los niños y las niñas en esas culturas que "limitan" seriamente el desarrollo sexual de los niños y niñas. Esto produce un ciclo vicioso en el cual los hijos e hijas de tales padres crecen a tener hijos e hijas, los cuales son tratados iguales y así.

Queda la pregunta ¿Cuál es el procedimiento correcto para criar hijos e hijas dado lo que sabe sobre la sexualidad humana? Aunque la respuesta es difícil, más difícil es implementarla pues pudiera retar algunos conceptos sociales y religiosos que hemos aprendido profundamente. El "Consejo de Información y Educación Sexual de los Estados Unidos" (conocido por las siglas en inglés SIECUS), prestigiosa organización científica dedicada a la educación sexual en los Estados Unidos señaló unas guías sobre la educación y crianza sexual de niños y niñas:

1. La sexualidad es un aspecto natural de la vida que nos afecta  desde que nacemos y continúa afectándonos hasta la muerte.

2. Los niños y las niñas deben ser respetados/respetadas como personas únicas. Deben recibir amor y afecto de sus padres y deben sentirse seguros en su hogar.

3. Los niños experiencian su sexualidad como un aspecto natural de su desarrollo. Los niños comienzan a aprender sobre su sexualidad desde que nacen, y continúan aprendiendo a través de sus vidas.

4. Los padres y las madres son los educadores sexuales más importantes para los niños y las niñas. Los maestros, trabajadores de centros de cuidado diurno, y los profesionales de la salud también pueden tener una influencia positiva en el desarrollo sexual saludable de los niños.

5. Los niños y las niñas aprenden de cómo las personas los/las tocan, les hablan, y de las expectativas que las personas tienen sobre la conducta de ellos y ellas. Estos mensajes que los niños reciben afectaran sus actitudes, valores y conductas futuras.

6. Los niños y las niñas tienen una curiosidad natural sobre sus cuerpos y las funciones de los mismos. También tienen una curiosidad natural sobre cómo el cuerpo masculino difiere del femenino, y sobre el origen de los bebitos.

7. Los niños y las niñas tienen que ser ayudados a desarrollar un reconocimiento y aprecio del cuerpo humano y de sus funciones.

8. El conocimiento sexual de los niños y de las niñas está influenciado por los padres, otros familiares, amistades y vecinos, la comunidad, la escuela y los medios de comunicación.

9. Los niños y las niñas deben aprender que las relaciones interpersonales nunca deben ser coercitivas o explotativas.

10. La información sobre riesgos relacionados a la salud sexual y abuso sexual debe ser presentada a los niños y niñas dentro de un contexto positivo dirigido al desarrollo sexual saludable. El inculcar miedo no es apropiado.

11. Reconociendo que vivimos en una sociedad pluralística, los educadores sexuales deben respetar la diversidad de valores y creencias sobre la sexualidad que pueda existir en una comunidad y entre familias.

Además, la Dra. Ruth Weirtheimer, de reconocida fama en la sexología y en los medios de comunicación popular, en su reciente texto de sexualidad humana (en conjunto con el Dr. Sanford Lopater, en el 2001) recomienda las siguientes guías para la educación sexual de los niños y niñas:

1. Sea preactivo: No espere que los niños y niñas pregunten sino escojan los momentos oportunos según se presenten en la vida cotidiana. Use preguntas dirigidas a hacer pensar al niño o niña sobre lo que no sabe en relación a algo que está a mano (como por ejemplo, si tiene una mascota que está al punto de parir, pudiera preguntar "¿sabes de dónde vienen los perritos?" y así abre la puerta para una explicación de la reproducción en los mamíferos que después puede ser aplicada a los seres humanos). Claro es, a través de todo esto se debe mantener un vocabulario apropiado para la edad de ese niño o niña. También en muchas librerías se pueden encontrar libros que ayudan al padre o a la madre a impartir una buena educación sexual en la casa. Muchos programas de la televisión tratan con temas de naturaleza sexual y también se prestan para ser puntos de partidas para el comienzo o la continuación de la educación sexual en el hogar.

2. La Dra. Weirtheimer indica que uno no se debe preocupar por sentirse nervioso. Según ella, esto tiende a darle más credibilidad e importancia al asunto de la educación sexual. Definidamente, es mejor a quedarse callado y no decir nada.

3. Los niños NO HACEN todo lo que escuchan. Muchos padres y madres no imparten conocimientos sexuales porque temen que sus hijos e hijas inmediatamente van a practicar lo que aprenden. De dónde sale esta idea es un misterio, pero pueden sentirse seguros que si algo, la educación sexual tiende a reducir la experimentación sexual en la niñez y adolescencia temprana, tiende a retrasar la primera actividad sexual en los adolescentes y si han incluido información sobre embarazos y enfermedades de transmisión sexual y métodos preventivos, la actividad sexual, cuando ocurre será más responsable, según indicado por los datos.

4. El tema de la erótica no obscena: Dada la proliferación de los medios que pueden distribuir y hacer disponible material pornográfico en nuestra sociedad, muchos padres y madres se preocupan por el contacto que sus hijos e hijas pudieran tener con este material. No todo lo erótico es obsceno. Mayormente, arte que representa al cuerpo humano desnudo no tiene por qué ser obsceno. El cuerpo humano es un bello milagro (así lo crean como el producto de evolución o el producto de la creación de Dios). Más preocupante serían representaciones de pinturas de actos sexuales explícitos, especialmente esos que no son muy aceptados por la sociedad y esos que envuelven menores de edad. Estudios señalados por los autores indican que el tener contacto con material erótico reduce la curiosidad futura y especialmente el impacto emocional que tiene en la persona. Si uno ya es mayor cuando se encuentra por primera vez con material erótica, la respuesta emocional es más intensa, según investigaciones presentadas en la literatura. El tener libros artísticos de representaciones visuales desnudas del cuerpo humano serían materiales idóneos para asegurar que la curiosidad de los niños y niñas no se intensifica y los lleva a buscar material pornográfico en la calle.

5. Conteste las preguntas de sus hijos o hijas cuando las pregunten: Definidamente deben evitar el contestar con "te lo explicaré cuando seas más grande y lo puedas entender." Si el niño o la niña lo pregunta, ya está maduro suficiente para entender la respuesta y la debe recibir. También deben evitar poner la respuesta en un contexto mucho más abarcador que en el preguntado, pues eso puede que confunda al niño o niña. Casi siempre las preguntas que los niños y niñas hacen tienen que ver con un asunto específico que les dio curiosidad, como por ejemplo un niño que pregunta "mami, qué es gonorrea", sólo quiere saber sobre el significado de esa palabra y no necesariamente sobre cómo se transmite de una persona a otra y cómo se evita la transmisión.

6. Enseñe dentro del contexto de que la sexualidad es un aspecto natural e íntimo de un ser humano. Esto es importante para la enseñanza de valores morales familiares, casi siempre basados en las creencias religiosas de la familia. La idea principal aquí es que no solo es importante hablar sobre los aspectos biológicos y fisiológicos de la sexualidad sino que se debe hablar del valor de una relación íntima y cariñosa entre las parejas, según nuestros modelos culturales existentes. Esto se puede hacer sin tener que rebajar el punto de vista del sexo por placer (que es el siguiente tema) para así no comenzar algún ciclo de "culpabilidad sexual" en los niños y niñas. Sencillamente, la relación sexual entre dos personas que se han compenetrado emocionalmente y se aman es el ideal que nuestra cultura propone.

7. La sexualidad es una fuente importante de placer. Lo peor que los padres y madres pueden hacer es pintar una visión áspera y negativa de la sexualidad, pues cuando los hijos e hijas experimenten sus primeras experiencias orgásmicas, ellos y ellas van a ver que no es la verdad. El orgasmo es un placer intenso del cuerpo que no tiene nada de malo, es tan natural como sentirse bien después de una buena cena y en gran parte es lo que impulsa a las personas a tener relaciones sexual procreadoras. También existe el punto de vista de tener relaciones sexuales por placer y los padres y madres deben recordar que esto se tiene que reconocer y también validar, de lo contrario, pudiéramos comenzar sentimientos de culpabilidad asociados a la sexualidad en los niños y niñas. Estos sentimientos de culpabilidad después se asociarán a causar disfunciones sexuales en la adultez y a bajar el auto estima de los hijos e hijas.

8. La expresión sexual es privada y no coercitiva: Los niños y niñas deben aprender que la actividad sexual, en nuestra cultura, es definida socialmente y legalmente como actividad privada que no se hace dónde otras personas puedan notarla. Aquí se debe tener cuidado de no fomentar ideas de que se esta actividad es escondida por ser fea, mala, o pecaminosa, sino porque nuestro entendimiento social es que esta actividad es reservada para las personas en su privacidad y con consentimiento mutuo. Una conversación sobre los mores sexuales de otras sociedades que no le asignan mucha importancia a la privacidad (o ni siquiera tienen ese concepto) pudiera ayudar a entender a los y las jóvenes la idea de lo que es una "interpretación", o more, social. Algunas culturas que bordean al Océano Pacífico tienen mores que permiten la actividad sexual menos privadas. Lo que funciona y es normal para ellos, no lo sería para nosotros. Ni la una ni la otra es buena o mala, sino costumbres diferentes y como vivimos aquí y no allá, tenemos que acatarnos por las costumbres de nuestra sociedad. Así los y las jóvenes pueden entender que la sexualidad es algo privado en nuestra cultura pero no porque es malo ni ofensivo. Otra implicación de este aspecto es que ver nuestro cuerpo desnudo es reservado para esas personas con las cuáles tenemos algún vínculo de intimidad, cómo dentro de su pareja sexual, o dentro de su familia inmediata y que otras personas, fuera de esas señaladas no tienen por qué exigir o intentar verlo y menos todavía, tocarlo. Esto es una manera de ayudar a los jóvenes a detectar acercamientos sexuales inapropiados.

A través de todo esto, cabe recalcar que la educación sexual incluye por necesidad una educación en valores morales. Es imposible dar consejos muy específicos a los padres y a las madres pues ellos y ellas tendrán que atemperar la educación según los valores morales familiares que tienen. Lo importante es que se entienda que el efecto de lo que imparten a los niños y las niñas van continuar afectándolos/las por el resto de sus vidas.

Actividades Sexuales Comunes en la Niñez

La conducta sexual más comúnmente vista en la niñez es la masturbación. Desde pequeños, los niños y las niñas aprenden que el tacto en el área de los gentiles produce sensaciones de placer. El placer refuerza el tocarse y por lo tanto la conducta se repite. La masturbación en los niños y niñas es una actividad normal y sin peligros. Si los padres sienten que tienen que hacer algo sobre esto, lo que deben hacer es socializar a los niños y niñas en que esta actividad es considerada como actividad privada y no pública (como por ejemplo, el ir al baño) para que los niños y las niñas no lo estén haciendo en público. También, los padres y madres deben enseñarle a los niños y niños que no deben insertarse ningún objeto en la cavidades del cuerpo.

Una pregunta que me hacen los estudiantes del curso es si la masturbación excesiva causa daños. Un problema aquí es, ¿qué se entiende por masturbación "excesiva"? No se han encontrado efectos negativos de la masturbación a nivel médico ni a nivel psicológico. Si la masturbación es un pecado o no, es un asunto religioso y eso se lo dejo a resolver con su sacerdote, ministro/pastor o líder religioso.

Los padres y las madres deben entender que los mensajes que les dan a sus hijos e hijas tienen efectos bien profundos y de larga duración (toda la vida). El responder con castigos a la actividad sexual de los niños y niñas producirá sentimientos de culpabilidad y vergüenza que cuando adultos, van a interferir con la función sexual normal.

Juegos Sexuales de Niños y Niñas

Si hay algo que es universal en los niños y niñas es que todos y todas juegan. Un tipo particular de juego es el "juego sexual", así llamado porque los adultos que lo observan le dan una interpretación sexual. Mientras que la motivación sexual es prevalente en la interpretación por los adultos, la verdadera motivación en los niños y niñas es una de curiosidad. Ellos y ellas quieren saber y mayormente lo que hacen es dirigido a responder a preguntas que ellos y ellas tienen sobre sus cuerpos y sus funciones.

Una reacción típica en una sociedad como la nuestra que no es positiva a la sexualidad es de sentir "horror", "disgusto", "asco" al juego sexual en los niños y niñas. Esa respuesta al juego sexual de seguro va a acondicionar sentimientos de vergüenza, culpabilidad y confusión en los niños. Mientras más fuerte la respuesta negativa de los padres y madres, más profundamente será afectada la sexualidad de los hijos e hijas. La respuesta ideal sería que los padres y madres preguntaran sobre lo que los niños y niñas han "aprendido" y así tener una oportunidad de hablarles sobre la sexualidad (esto sería un buen inicio de la educación sexual por los padres y madres) y así asegurar que los niños y niñas han aprendido correctamente. También, la oportunidad sirve para hablar de otros temas relacionados al juego sexual que se observó.

No todos los juegos sexuales de los niños y niñas son apropiados. Ciertos tipos de juegos deben ser intervenidos:

1. Actividad sexual entre niños que es forzada o dolorosa.

2. Actividad sexual dolorosa producida por el mismo niño o niña.

3. Actividad sexual oral-genital en los niños.

4. Intentos de tener coito mientras desnudos.

5. La penetración de cualquier orificio de cualquier objeto o dedos.

También se le puede añadir una sexta situación que sería:

6. El envolvimiento de niños de mayores edades con niños de menores edades. Según estos psicólogos, las actividades anteriores pudiesen ser evidencia de un historial de abuso sexual por algún adulto. Una sugerencia a los padres y las madres de niños es que si estos juegos socio-sexuales de los niños y las niñas les causan ansiedades, mantengan a los niños y a las niñas bien ocupados todo el tiempo en otros tipos de actividades recreativas y así no tendrán tiempo para los juegos sexuales. El responder con regaños y castigos a los juegos sexuales de los niños y las niñas es dañino y creará inhibiciones futuras que afectarán la función normal sexual de estos niños y niñas en la adultez.

Juegos Sexuales entre Niños del Mismo Género

Muchas veces los padres y las madres se preocupan si notan que sus hijos varones tienen juegos sexuales con otros varones o si la hija tiene juegos sexuales con otras niñas. En realidad, este tipo de actividad es bastante común en niños y niñas ya que la oportunidad de estar solos o solas es más alta con un joven del mismo sexo. Los datos en el área de orientación erótica (refiérase a ese capítulo en este libro) indican que no hay ninguna relación entre este tipo de actividad y la orientación erótica en la adultez.

Esta tipo de juego provee la oportunidad para que los padres y las madres les hablen a los niños y niñas sobre lo que es orientación erótica y lo que es ser heterosexual, homosexual y bisexual. Esto es especialmente importante para los niños que están desarrollando una orientación homo erótica, pues la sociedad no provee ningún modelo positivo para su desarrollo. Esta falta de modelos positivos lleva a muchos jóvenes a confundir, o hasta negar, su orientación erótica, causando problemas más adelante en el desarrollo sexual del joven o de la joven.

Niños y Niñas y Contacto con Material Pornográfico

Otra área problemática en nuestra cultura es la pornografía. Esto es especialmente así con niños y niñas que no han satisfecho muy bien su curiosidad sexual. Al recibir muy poca o ninguna información de sus padres y madres, los niños y niñas tarde o temprano descubren el mundo de la pornografía. El problema es que la gran parte de la pornografía representa material que es muy pobre en términos de enseñanza. En la pornografía vemos la exageración de la importancia de las partes sexuales del cuerpo (hombres con penes inmensos y mujeres con senos increíbles), aparte de que todo el mundo demuestra un apetito voraz sexual y el trato a las personas es deshumanizante. Aún así, el encontrar a sus hijos o hijas con material pornográfico es una excelente oportunidad para enseñarles la importancia de las relaciones interpersonales, el amor y la intimidad emocional. También, esto es una buena oportunidad para darles a los hijos e hijas material escrito en forma de libros sobre educación sexual (apropiado para la edad de ellos). La actitud de los padres y las madres aquí debería una de reemplazo de material pobre por uno más rico en educación sexual.

LA ADOLESCENCIA

En las sociedades occidentales existe un período de tiempo que según algunos psicólogos, es un producto socio-cultural y es la adolescencia. La adolescencia comienza con la pubertad y dura un tiempo indeterminado hasta que comience la adultez joven. Cuándo comienza la adultez depende de cuál tipo de definición usamos. Tal vez la mejor manera de definir el cambio de adolescente a adulto es cuando la persona es capaz de tomar sus decisiones personales sin tener que contar con la aprobación de sus padres o tutores. Algunos psicólogos señalan que la adolescencia es el período de tiempo donde uno tiene que aprender como controlar sus impulsos (los niños expresan directamente lo que sienten, mientras que el adulto piensa primero, como por ejemplo, "el jefe me enojó pero si le tiro el sacapuntas, me despedirá y cómo pago la renta entonces"), cómo tolerar la frustración del vivir (el niño tira la rabieta cuando no puede ir al cine porque el carro se dañó, el adulto se encarga de arreglar el carro y hace planes para ir al cine otro día), cómo retrasar la satisfacción (el niño lo quiere todo "ahora", el adulto aprende a trabajar para un día futuro lograrlo) y de cómo vivir con lo incierto del futuro (el niño quiere seguridad en el mañana, el adulto reconoce que las cosas pueden cambiar).

La Pubertad

La pubertad comienza cuando la estructura cerebral llamada el hipotálamo aumenta la producción de las hormonas librantes de gonadotropinas. Se desconoce exactamente lo que estimula al hipotálamo a comenzar este proceso, pero si se sabe que este proceso puede comenzar a cualquier edad y se ha notado en algún caso tan temprano como los siete años de edad. El comienzo varía de país a país debido a cambios en la dieta. En los Estados Unidos y Puerto Rico la edad típica para que comiencen los cambios de la pubertad son los 12 años para las niñas y los 14 años para los niños.

El aumento de estas hormonas librantes de gonadotropina afecta a la glándula pituitaria y ésta comienza a aumentar la producción de hormonas gonadotropinas. Existen dos gonadotropinas, la Hormona Estimulante de Folículos (FSH, siglas en inglés) y la Hormona Lutenizante (LH, siglas en inglés). FSH afecta a los ovarios de las nenas y causa que los folículos (células que producen los gametos) comiencen su proceso de desarrollo. Los folículos producen estrógeno como un producto de su desarrollo y según aumenta FSH, aumenta el desarrollo folicular y así aumentan los niveles de estrógeno en la sangre de la niña. En los niños, el aumento de FSH causa que las células responsables por producir andrógenos comiencen a producirlo, al mismo tiempo que las células que producen los gametos son estimuladas a producir espermatozoides.

El aumento de las hormonas sexuales (andrógenos y estrógenos) inicia los cambios físicos relacionados a la maduración de los órganos sexuales. En las niñas, el primer cambio que es notado es el desarrollo de los senos y los depósitos de grasa en dos franjas del cuerpo, una alrededor del busto y la otra alrededor de las caderas. Este aumento de tejidos grasosos en esas áreas es lo que le da a la mujer una figura curvaza. El aumento de estrógenos en las niñas también se asocia a suavizar la piel y el comienzo de la maduración de los órganos internos. El hipotálamo de la mujer comienza a producir ciclos de altas y bajas en FSH y LH, causando así el ciclo menstrual femenino. Cuando uno de los folículos llega a la madurez y produce y óvulo, la primera menstruación de la niña ocurre. Este evento se conoce como la menarquía.

En los niños, el aumento de los andrógenos no produce señales físicas obvias como en las niñas. El aumento de los andrógenos, combinado con los juegos físicos típicos de los varones en la niñez y una dieta adecuada comienza a aumentar el desarrollo muscular de los varones. Las células testiculares responsables por producir los espermatozoides son estimuladas más y más a producir gametos y el conteo de espermatozoides aumenta considerablemente a través de la pubertad. La pubertad llega a su tope en los varones cuando el conteo de espermatozoides es suficientemente alto para lograr un embarazo. Los andrógenos en los varones también estimulan el crecimiento de los folículos de los vellos faciales y las cuerdas vocales (así produciendo un tono de voz más baja).

En ambos niños y niñas el crecimiento del cuerpo se acelera, siendo la pubertad el segundo período de crecimiento intenso durante la vida humana. Mucho de esta actividad tiende a ser asimétrica y a veces esto tiende a perturbar a los adolescentes temprano. Sin embargo la asimetría resulta ser temporal y eventualmente el cuerpo se empareja. Otro fenómeno interesante es que al comienzo de la pubertad, alrededor de la quinta parte de los varones comienza un desarrollo en los senos debido al aumento de los estrógenos que produce la glándula suprarrenal (que aparte de la hormona adrenalina y otras, también produce alrededor del 5% de los andrógenos y estrógenos del cuerpo). Este fenómeno no dura mucho tiempo y desaparece sin ningún otro efecto. Otro efecto común a los niños y niñas es el crecimiento de los vellos púbicos que comienza ya avanzada la pubertad.

Cuando el desarrollo de la pubertad ya está completo, el niño y la niña cambian a tener cuerpos de adultos maduros sexualmente y tienen la capacidad completa de reproducción. La educación sexual debe ya estar completada para estos momentos pues estén o no estén preparados mentalmente, a nivel físico, un acto de coito puede producir un embarazo. Además sería cruel que niñas al punto de su menarquía no sepan ni entiendan lo que es menstruar. Para niñas que no tienen la menor idea de lo que es menstruar, su primera menstruación se convierte en una situación poco agradable y hasta tal vez traumática, en vez de lo que verdaderamente es que es una señal de que ha llegado a ser mujer.

La Sexualidad en la Adolescencia

Según aumentan las hormonas sexuales, especialmente la testosterona (el andrógeno principal; cabe recordar que la suprarrenal de las mujeres también produce andrógenos y por lo tanto, las mujeres también tienen testosterona en la sangre), ciertas actividades relacionadas a la sexualidad aumentan. Investigadores han notado un aumento equivalente en la frecuencia de las fantasías sexuales de los jóvenes que se correlaciona al aumento de las hormonas. Según aumentan las fantasías sexuales, también se nota un aumento en la incidencia y en la frecuencia de la masturbación en ambos adolescentes varones y hembras. Estas dos actividades (fantasías y la masturbación) son las actividades más sexuales de más prevalencia en la adolescencia. Varios estudios indican que más del 90% de los y las adolescentes practican estas actividades.

Esto es seguido por un aumento en las interacciones sociales de índole sexual-romántico tal como las caricias sexuales. Los y las adolescentes aprenden a besar y a producir y recibir placer a través del tacto. Las caricias pueden ser de la cintura hacia arriba ("necking") o de la cintura hacia las piernas ("petting"). Un poco menos de las tres cuartas partes de los adolescentes progresan a tener sexo oral (contacto de la boca con los genitales de la pareja). Se estima que alrededor del 60% de los adolescentes ya para los 16 años de edad han tenido experiencia de coito. Este por ciento ha estado en aumento desde mediados del siglo anterior y cada década aumenta. También cada década se nota una disminución de la edad en la cual los adolescentes tienen coito por primera vez. Aquí se debe notar que los/las adolescentes que reciben una buena educación sexual tienen a retrasar el tener coito por primera vez.

Cabe mencionar que en mis estudios usando a estudiantes de los cursos de sexualidad humana y de psicología social la edad promedio para el primer coito es alrededor de 18 años de edad y sólo el 40% de los estudiantes que eran activos sexualmente lo eran para los 16 años de edad. Los datos también indicaron que más del 90% de los y las estudiantes universitarios ya han recibido alguna forma de educación sexual en las escuelas y el 54% la ha recibido directamente de sus madres (mayormente la madre).

Los estudios que han investigado el fenómeno del primer acto de coito en los y las adolescentes indican que para los varones, la razón principal es que quieren experimentarlo, mientras que las jóvenes indican que las razones principales son presión de su pareja y presión social de su grupo. Sin embargo, la mayoría de los varones y de las hembras indican que su primer acto de coito fue positivo, algo que no facilita el que vuelvan a ser abstemios otra vez.

Los Embarazos No Deseados en la Adolescencia

Las estadísticas sobre el número de mujeres adolescentes que quedan embarazadas durante la edad escolar son alarmantes. Se estima que una de cada cinco jóvenes adolescentes tendrá un embarazo durante el período escolar. De éstos, la mitad opta por tener el hijo o hija y la otra mitad opta por el aborto. Las jóvenes que optan por llevar a término el embarazo terminan dejando sus estudios (el 75%), lo cual implica que estas jóvenes no estarán preparadas para trabajar en la sociedad moderna y terminarán como cargas al sistema de ayuda social junto con sus hijos. Estas jóvenes no están adecuadamente preparadas para criar hijos y demuestran una incidencia de abuso y descuido más alta que el promedio de la sociedad en general. Estudios que han mirado con cuidado este fenómeno indican que las causas principales del embarazo en la adolescencia temprana son la falta de información sobre la reproducción humana, y la poca disponibilidad de métodos anticonceptivos disponibles para los jóvenes. Estudios que han comparado a países donde la educación sexual es completa y los métodos anticonceptivos están al alcance de los y las jóvenes (los países del Norte de Europa mayormente) las tasas de embarazos no deseados son comparativamente mucho más bajas que en los Estados Unidos y Puerto Rico. Un aspecto interesante de la comparación es que la conducta sexual no difiere mucho en frecuencia, lo que difiere es la conducta sexual responsable que se ve en los países del Norte de Europa. En nuestra sociedad los y las adolescentes tienen coito y o no saben los riesgos que corren o no creen que les pasaría a ellos (el mito de "invulnerabilidad" es prominente en los y las adolescentes–" mí no me pasará eso", piensan muchos y muchas).

Desafortunadamente, hoy día los programas de educación sexual que son impulsados por el gobierno federal sólo predican la abstinencia solamente como método de evitar los embarazos no deseados. Aunque en un mundo ideal, la abstinencia de coito sería la mejor manera de prevenir el problema, queda el hecho de que los y las adolescentes de hoy día más responden a los bombardeos de excitación sexual que reciben de los medios de comunicaciones y más de la mitad de ellos y ellas están ya activos sexualmente. A mi manera de pensar, programas que ignoran a los y las que más necesitan ayuda para evitar un embarazo cometen una falla moral enorme, pues los dejan expuestos a las consecuencias económicas y personales de un embarazo en la edad escolar. La abstinencia es la mejor manera de evitar un embarazo no deseado, pero solamente funciona si la persona es siempre abstemia. El problema es que el ser humano tarde o temprano cae a la tentación (recordando todos los mensajes sexuales de los medios de comunicación) y el o la que aprendió sólo abstinencia no estará preparado o preparada para esa caída de la abstinencia.

En la literatura de investigación de programas de educación sexual, los únicos hallazgos que apoyan a los programas de abstinencia solamente han sido criticados severamente en su metodología de investigación. La gran parte de los estudios no apoyan la conclusión de que estos programas de abstinencia solamente reducen el problema. Los programas de educación sexual que son más exitosos tienden a complementar la educación en abstinencia con educación preventiva y además envuelven a los padres y a las madres en interacciones de educación familiar en valores morales con sus hijos e hijas adolescentes. Estos programas tienden a atrasar la edad de primer coito y a aumentar la conducta preventiva cuando si hay interacción sexual entre los y las jóvenes y así reducir la tasa de embarazos no deseados.

Las Enfermedades de Transmisión Sexual

La tasa de enfermedades de transmisión sexual es mucho más alta en el grupo de edad de los adolescentes que en cualquier otro grupo de edad. Este dato no nos debe sorprender, dado lo que se habló sobre los embarazos no deseados. En gran parte el problema es debido a la falta de educación sexual, específicamente, los conocimientos relacionados a lo que son estas enfermedades y su modo de transmisión. Además, los y las adolescentes tienen a creer que ellos y ellas son "invulnerables" ya que en este período de sus vidas se sienten llenos de energía y capaces de todo.

Otro mito prevalente que contribuye al problema es el mito de que el mejor sexo es el sexo "espontáneo" (el arrebato de amor), y comprar un condón es un acto de premeditación. También sentimientos de "culpabilidad sexual" disculpa más un acto que fue el resultado de "pasión" que de "premeditación". Ambos contribuyendo a que los y las adolescentes sean bien ineficientes en el uso de profilácticos.

Como si lo anterior no fueran suficientes problemas, están esas personas que exageran severamente las fallas del condón. Por ejemplo, las personas que señalan que el látex del condón contiene "poros" que son más grandes que las moléculas de HIV, implicando que el HIV fácilmente atraviesa los condones como si no estuvieran ahí. Lo que estas personas no indican es que para que el HIV infecte a una persona, una cantidad bastante grande de moléculas tuviesen que atravesar el condón y esto no va a ocurrir, pues el HIV se encuentra en los líquidos del cuerpo, especialmente las células T-4 del sistema inmuno, las cuales consisten de moléculas mucho más grande que los poros del condón. Lo único que estas personas logran es que los y las adolescentes no usen el condón, cuando los estudios científicos que existen indican claramente que el condón es el método más eficaz de prevenir infecciones. Otra exageración que es común es señalar fallas en la construcción misma del condón, algo que ignora el control de calidad en la manufactura moderna. Más real es el uso "inapropiado" o incorrecto de los condones. Las fallas debido al uso incorrecto son más preocupantes y éstas se reducen si los y las jóvenes son entrenados a cómo guardarlos y a cómo usarlos durante la educación sexual.

Otra manera de reducir los riesgos de enfermedades es con alternativas de actividad sexual que no envuelva al coito. La masturbación mutua, el frotar los genitales sin penetración y los masajes"" sexuales son maneras de interactuar sexualmente que tienen mucho menos riesgos de pasar una enfermedad a la pareja. Muchos programas de prevención ignoran esta información por su enfoque total y ciego en la "abstinencia" de todo lo sexual, típico de una sociedad puritanita y antisexual que más se interesa en intentar eliminar al sexo de las vidas de las personas que en proteger las vidas de los adolescentes.

El Desarrollo de la Identidad en la Adolescencia

Según la teoría de Erik Erikson, la tarea principal de la adolescencia es el desarrollo y el compromiso con una identidad, con un sentido de quién uno es. Gran parte de nuestra identidad es la identidad de género, la cuál es discutida en otro capítulo. Otro aspecto de nuestra identidad es la identidad erótica que se refiere al entendimiento que uno tiene de lo que lo excita sexualmente a uno (si personas del otro sexo, del mismo sexo, o ambas). La teoría de Erikson es muy citada cuando se habla del desarrollo de identidad en gran parte porque él fue una de las primeras personas en señalar que la sociedad en interacción con las fuerzas genéticas biológicas que nos llevan a madurar produce un ambiente que facilita ciertas tareas psicológicas. A través de la adolescencia los y las jóvenes tienen que auto-definirse y la sociedad los y las apoya dándoles riendas mucho menos restringidas que las que le da a los adultos. Esto permite a los adolescentes a ensayar diferentes maneras de "ser" para detectar eso que genuinamente son. La sociedad también provee modelos de adultos para que los y las adolescentes puedan ensayar. Sin embargo, en una sociedad heterosexista como la nuestra, todos los modelos son mayormente modelos heterosexuales. Por tanto, los adolescentes de orientación erótica heterosexual desarrollan sus identidades con todas las ayudas sociales y la mayoría de ellos y ellas desarrollan sus identidades durante este período de sus vidas.

Desafortunadamente para los y las adolescentes de orientación sexual no heterosexual, la sociedad no provee, y en muchas áreas, ni siquiera aprueba de, modelos no heterosexuales y éstos jóvenes tienen el obstáculo adicional de tener que crecer en una sociedad que los mira mal y dónde mitos, creencias falsas, estereotipos, y hostilidad abierta existen, aún en el ceno de su hogar familiar (algo que ninguna otra minoría tiene que sufrir, pues en su hogar, todos son de esa misma minoría). Así que la tarea de tener que aceptar una identidad que es vista negativamente por la sociedad es añadida a la tarea de tener que desarrollar su identidad. Eso hace la tarea de crecer en la adolescencia algo bien difícil para los adolescentes gays y lesbianas, especialmente cuando sus familias los rechazan por razón de la orientación erótica. Existen multitudes de investigaciones científicas que indican que el estigmatizar y rechazar a estos y estas jóvenes interrumpe y bloquea la formación de una identidad y la formación de un auto-estima positivo, ambas causando que los y las adolescentes gays y lesbianas estén en riesgo alto de desarrollar problemas serios físicos, emocionales y sociales tales cómo el abuso de sustancias, intentos de suicidio y suicidios actualizados, actividad sexual de alto riesgo, deserción escolar, de ambulancia y dependencia en la prostitución para vivir, entre otros.

Es importante notar que tales problemas no se desarrollan porque son gay o lesbiana sino por la reacción negativa de la sociedad que conlleva el rechazo social que en muchos casos incluye el rechazo de su propia familia. Por suerte, estudios indican que la aceptación del joven gay o de la joven lesbiana de por lo menos una otra persona en su mundo social puede contrarrestar este proceso negativo y servir de apoyo para la formación normalizada de una identidad erótica cónsona con la persona. Claro está, si este apoyo es de su familia (en vez del rechazo típico que se ve), la ayuda sería mucho más impactante. Es muy importante (y cabe mencionar que en los 1970s la Iglesia Católica en los Estados Unidos, aunque no acepta el estilo de vida de conducta homosexual pero reconociendo el daño terrible del rechazo familiar y la deshumanización que éste provoca, hizo un llamado a no rechazar a los hijos e hijas por el mero hecho de su orientación erótica).