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CAPÍTULO 13

DISFUNCIONES SEXUALES Y TERAPIAS


 

UN ASUNTO DE INTERPRETACIÓN

Las disfunciones sexuales se refieren a esos problemas recurrentes que afectan las relaciones sexuales entre las personas y se refiere al no poder responder sexualmente de manera tal que uno se siente insatisfecho. Si una persona padece de una disfunción sexual o no depende de cómo esa persona y su pareja interpretan la situación. Si ambos en la pareja están satisfechos y conformes con la conducta en su relación sexual, entonces no hay ninguna disfunción. Una disfunción existe cuando la persona, o su pareja, están inconforme con la conducta sexual en cuestión. Se debe mantener en mente que cuando leemos sobre promedios poblacionales existe la tendencia de compararse, y que muchas veces uno está por debajo o por arriba del promedio. Estas son variaciones normales del promedio, y lo importante es cómo la persona y su pareja interpretan sus realidades. Uno debe tener cuidado de no crear un problema donde antes no existía uno. Por el otro lado, la lectura de este capítulo pudiera darle a ver cuál es el problema específico del cual su relación padece y sugerirle algún plan de acción.

También se pudiera añadir que algunos aspectos de las culturas latinas tienen a producir problemas en cómo lidiar con una disfunción sexual. Por un lado, el machismo crea expectativas en el hombre de que es viril y potente, por lo tanto, los hombres son bien reacios a admitir que pudieran tener una disfunción sexual. Por el otro lado, las mujeres y en general la cultura latina tienden a mantener una posición "fatalista" ("¡Ay Bendito!") y tampoco hacer nada sobre el asunto.

Otro asunto también lo es la relación que tiene nuestro funcionamiento sexual a nuestro auto-estima. Las personas rara vez se sienten negativas sobre si-mismo o si-misma si padecen de acidez del estómago. Cuando uno se enferma, uno va al médico y no relaciona la enfermedad (a no ser que sea una enfermedad de transmisión sexual--ver ese capítulo) a su auto-estima. Sin embargo, las disfunciones sexuales tienden a producir problemas de bajo auto-estima, algo que también tendrá que ser detectado y tratado por el terapista.

En general, la literatura en el área de las disfunciones sexuales indica que alrededor de una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres padecen o padecerán durante sus vidas de algún problema sexual. La razón principal para que las mujeres más experimenten una disfunción sexual es que de las causas psico-sociales, el aprendizaje de actitudes negativas y sentimientos de culpabilidad y vergüenza son más inculcados en las mujeres que en los hombres en nuestra sociedad.

También se pueden notar diferentes maneras de lidiar con el problema. Algunas personas enseguida consultan con alguien, así sea su médico, su psicólogo, y aún hasta con su pastor o sacerdote. Otras personas sencillamente se "arman" con información leyendo todo tipo de libros sobre "auto-ayuda" y tratan de corregir el problema. Quedan esas personas que sencillamente ignoran el problema, esperanzados de que el problema desaparezca por su propia cuenta. En muchos casos el problema no está aislado de la relación misma, y hasta pudiera ser un efecto de una relación problemática.

Greenberg, Bruess y Haffner (2002) señalan que hay 3 mitos generales sobre el tema de las disfunciones sexuales. Estos son:

Mito 1: Las disfunciones ocurren porque la persona ha sido violada o abusada sexualmente cuando joven, o porque la persona se masturba demasiado. El hecho es que aunque algunas personas que han sido víctimas de abuso sexual o violación reportan tener disfunciones sexuales, hay muchas otras que han tenido las mismas experiencias y no han desarrollado disfunciones sexuales. En el caso de la masturbación excesiva, primero que nada, nadie sabe cómo se define "masturbación excesiva" y por el otro lado, no hay ninguna evidencia empírica que apoye a esta proposición.

Mito 2: Los hombres a los cuáles "no se les para" son algo menos que hombres. Cómo veremos pronto, las mayores causas de problemas de erección el hombre son de naturaleza bio-fisiológica y por tanto es algo ridículo relacionar la "hombría" de un hombre a algo que es causado por factores del cuerpo. Tiene el mismo sentido que decir que alguien es menos hombre por que padece de dolores de cabeza.

Mito 3: A las mujeres no les interesa mucho la sexualidad y por lo tanto una mujer que no se excita sexualmente es bien normal. Tantos los hombres como las mujeres tienen un impulso sexual natural bastante similar y cuando no lo exhiben es porque sufren de una disfunción (deseo sexual inhibido) y deben buscar ayuda de un terapista.

CLASIFICACIONES DE LAS DISFUNCIONES SEXUALES

Las disfunciones sexuales se clasifican siguiendo el modelo de la respuesta sexual propuesto por Kaplan. Las 3 clasificaciones son: Deseo, Excitación y Orgasmo.

Disfunciones que Envuelven el Deseo Sexual (En Ambos Hombres y Mujeres)

Deseo Sexual Inhibido

Esta disfunción se refiere a una falta de interés en lo sexual que claramente está muy por debajo del promedio de interés sexual que se nota en la población. Una persona que sufre de deseo inhibido no busca relaciones sexuales, pero si se desarrolla una, la tiene. No hay números que se pueden dar para comparación, si no más bien, se relaciona a la relación de pareja. Si la pareja se queja de que la persona se interesa muy poco en la relación sexual (asumiendo que no hay razones cómo una enfermedad presente), lo más probable es que se está evidenciando un deseo inhibido. En las mujeres de nuestra cultura, es una de las dos disfunciones más comunes. Esta disfunción es menos vista en los hombres.

Pueden existir causas bio-fisiológicas para esta disfunción, y si así es, lo más probable que se relacione al síndrome de bajo niveles de testosterona o a problemas de la glándula pituitaria. Más comunes, sin embargo, son las causas psico-sociales, especialmente la culpabilidad sexual aprendida durante la niñez. Después de todo, las niñas se crían oyendo cosas cómo "no te dejas tocar ahí," "tener sexo es malo (para las mujeres)," mientras que a los nenes se les dice "esto es para las novias (indicando los genitales)." Ahora la niña creció y se casó y se espera que todo ese entrenamiento en que el sexo era malo se desaparezca por magia después de la boda. En gran parte, las terapias para este problema están dirigidas a que la mujer aprenda a "darse" permiso para disfrutar de su sexualidad.

Aversión Sexual

La aversión sexual se refiere a algo mucho más que una falta de interés sexual. Una persona que sufre de aversión sexual evita activamente toda situación que pueda terminar en un relación sexual y si tiene que enfrentar una situación sexual, la respuesta emocional sería negativa.

Las causas de la aversión sexual son mayormente psico-sociales. Si la causa se relaciona a los aspectos de crianza, lo más probable que la persona fue castigada severamente (abuso físico y emocional) por demostrar actividad sexual en la niñez. Más común es la relación que la aversión sexual tiene a haber sido víctima de abuso sexual en la niñez o víctima de una violación (ver capítulo sobre la agresión sexual). También puede que se vea en hombres que tienen un problema con su identidad erótica. Este disfunción es una de las más difíciles de tratar a nivel de terapia, la cual requiere ser tratada por un psicólogo clínico o un psiquiatra.

Deseo Sexual Hiperactivo

También conocido por el nombre de "Adicción Sexual" en la sociedad. Esta disfunción es altamente controversial y no es reconocida por la sexología. Sin embargo, disfruta de ser reconocida por amplios sectores de la sociedad, especialmente esos que quisieran de alguna forma dar a entender que la sexualidad es peligrosa. El trastorno se basa en la idea que la conducta sexual puede volverse adicta, comparable a una adicción a drogas. Multitudes de sitios en el Internet existen que supuestamente diagnostican y ofrecen tratamientos (a un costo, claro es), usualmente basados en los mismos tratamientos para la adicción a alcohol y drogas. Los proponentes de la adicción sexual indican que una persona adicta comenzó con masturbarse "demasiado" (que es masturbarse "demasiado" no es explicado) y que después de un tiempo tiene que acudir a revistas pornográficas para poder mantener el estado de excitación sexual intenso que busca. Ahora, la persona "depende" de la pornografía más y más y se vuelve un consumidor "compulsivo" de pornografía.

Eventualmente leer la pornografía no va a ser suficiente y la persona va a intentar poner en práctica lo que antes leía. Es ahora que comienza a tener problemas con su pareja, pues es posible que ella no se preste para esas prácticas y la persona tal vez tenga que acudir a la prostitución para obtener la satisfacción que busca. Eventualmente esto no provee suficiente intensificación del deseo sexual (algo muy similar al concepto de "tolerancia" en el área de abuso de sustancias) y la persona eventualmente necesita "asaltar" sexualmente para obtener su "high" sexual.

Proponentes de la idea señalan, en estudios que padecen de falta de control experimental, datos tales como la alta incidencia de lectura de pornografía en criminales encarcelados por crímenes sexuales, especialmente esos crímenes que envuelven la pornografía de menores y asalto sexual a menores. Estos estudios ignoran el hecho que la persona criminal tiene mucho que ganar si puede convencer a otros de que él fue víctima de la "adicción sexual" en vez de entender que lo más probable fue que no controló su conducta sexual.

Disfunciones que Envuelven la Excitación Sexual (Mayormente en Hombres)

La Disfunción Eréctil

Conocido en la sociedad como "impotencia" se refiere a la inhabilidad de tener o sostener una erección del pene el tiempo suficiente para lograr coito. El número de hombres que padecen de esta disfunción varia por edad, desde alrededor de un poco menos de 10% de los hombres entre 20 y 45 años de edad hasta un 40% de los hombres de 80 ó más años de edad. La literatura distingue entre una disfunción primaria que se refiere a que el hombre nunca ha podido tener o sostener una erección y una disfunción secundaria que se refiere a después de un historial de funcionamiento normal, el hombre pierde la habilidad de tener o sostener una erección. Según datos presentados por Weirtheimer y Lopater  (2002), alrededor del 4%-9% de la población reporta tener este problema.

Un punto importante es entender que casi todos los hombres en un momento dado, han tenido la experiencia de no poder producir una erección según él quiere. Algunos sexólogos han indicado que una disfunción existe si por lo menos en la cuarta parte de los intentos el hombre no puede lograr una erección. Otros sexólogos prefieren usar la "interpretación" (como indicado al principio de este capítulo) de la situación cómo lo determinante de si hay o no una disfunción sexual.

Hay una multitud de causas para la disfunción eréctil. Si es una primaria, lo más probable que la causa sea bio-fisiológicas, especialmente en la red de circulación sanguínea de los genitales. Si la disfunción es secundaria, las causas pueden ser bio-fisiológicas, psicológicas y situacionales. Las causas bio-fisiológicas aparentan ser el factor más prevalente en la disfunción eréctil.

Entre las causas bio-fisiológicas tenemos la ingestión de sustancias muy comunes que interfieren con la circulación de la sangre en los genitales. El alcohol siendo tal vez la droga más ofensiva. Pero también se debe saber que la nicotina de los cigarrillos, la cafeína en el café, el te y las sodas pueden ser lo causantes del problema. También existen factores tales como el estrés, las preocupaciones, el estar físicamente agotado (por mucho trabajo o por mucho ejercicio).

Por otro lado tenemos una gama de tratamientos de algunas enfermedades físicas que interfieren con el proceso eréctil en el hombre. Uno muy común es el tratamiento de la hipertensión. Si se sospecha que esto es la causa, se debe consultar al médico que lo trata a uno para que le cambien la droga usada (las reacciones a estas drogas para tratar la hipertensión tiende a ser peculiar en cada persona y muchas a veces lo único que hay que hacer es cambiar el tratamiento). También muchos tratamientos para el cáncer producen problemas eréctiles y en muchos casos estos tratamientos no pueden ser evitados. Otros problemas bio-fisiológicos tienen que ver con accidentes que dañan a la médula espinal, especialmente en el área del reflejo de erección.

Una causa psicológica común tiene que ver con la auto evaluación de su propia actividad sexual, dónde la persona se pone a juzgar su ejecución sexual durante la misma actividad. Otra posible causa es la expectativa negativa desarrollada debido a alguna falla anterior. Tal expectativa negativa produce "temor de fallar" y el temor es un estado del cuerpo que no conduce a la excitación sexual y entonces la persona si falla. Otra posible causa psicológica lo es el tener actitudes negativas sobre la sexualidad o sobre el acto sexual, lo cual produce una dosis alta de culpabilidad sexual, la cual inhibe el proceso de excitación sexual. Claro está muchas de estas causas psicológicas se pueden activar una a otras y ampliar sus efectos.

Disfunciones que Envuelven el Proceso de Orgasmo

La Eyaculación Precoz

Mayormente vista en el hombre y también conocida como la eyaculación prematura o la eyaculación rápida, se refiere a llegar al orgasmo antes de que uno, o la pareja de uno, lo desee. En esta disfunción el asunto de interpretación es muy aplicado. Una definición es que hay un problema de eyaculación precoz cuando la penetración por el hombre no dura lo suficiente para que él y su pareja se sientan satisfechos con la relación sexual. Noten que en esta definición, el tiempo de la duración de la penetración no es lo determinante, sino las consecuencias en relación a la satisfacción personal y de su pareja. Este es el problema más común visto en los hombres y según datos presentados por Weirtheimer y Lopater (2002), alrededor del 36-38% de la población experimenta este problema. La culpabilidad que a veces sufre el hombre que padece de esta disfunción pudiera relacionarse a evitar tener relaciones sexuales.

La causa principal de la eyaculación precoz aparenta ser la inhabilidad de detectar el punto dónde el orgasmo se vuelve inevitable. Normalmente, un hombre puede controlar el tiempo que "dura" su erección a través de controlar la magnitud de la excitación sexual que siente. Cuando siente que está llegando al punto del orgasmo, el pensar en algo no sexual reduce la excitación y prolonga el acto sexual. Pero si el hombre no puede detectar este punto de inevitabilidad orgásmica no lo podrá retrasar y la excitación sexual rápidamente lo lleva al orgasmo. Este es especialmente así en hombres que tienen un historial de apresurar la actividad sexual en la adolescencia, como por ejemplo, el apurarse con la masturbación para dejar el baño libre pues le están tocando la puerta, el apurarse para concluir el acto sexual en el asiento de atrás del carro y etc. La terapia principal para este trastorno envuelve precisamente el aprender a detectar el punto de la inevitavilidad del orgasmo.

Otras maneras de auto-ayuda que se pueden intentar son: el eyacular antes de la relación sexual a través de la masturbación (el segundo orgasmo se tardaría más en obtener), usar un condón para reducir las sensaciones en el glande, tomarse una copa de vino para reducir el proceso de erección, y esperar a que la mujer esté completamente lubricada (o usar más lubricación artificial) para así reducir la fricción en el glande.

Incompetencia Eyaculatoria

Mayormente en el hombre y también conocida como anorgasmia masculina (inhabilidad de llegar al orgasmo). Para algunos hombres esto no le parecería un problema, pues implica la habilidad de tener relaciones sexuales por largo tiempo sin detenerse. Sin embargo, cuando este problema ocurre día tras día, la pareja usualmente comienza a preguntarse que es lo que él o ella tiene de negativo que no puede lograr que él llegue al orgasmo. Él responde "fingiendo" el orgasmo y así evitar problemas con la pareja, pero esto es una decepción lo cual no pertenece en una buena relación. Algunas drogas ilegales se relacionan a producir este estado, especialmente la heroína y la cocaína. Según datos presentados por Weirtheimer y Lopater (2002), alrededor del 4%-10% de los hombres indican tener este problema.

Disfunción Orgásmica

Mayormente en mujeres y también conocida como anorgasmia femenina, esta disfunción se relaciona a la inhabilidad de llegar al orgasmo con su pareja. El trastorno es llamado primario si la mujer nunca ha tenido un orgasmo y secundario si el trastorno se desarrolla después de que la mujer había ya experimentado orgasmos. También, este trastorno puede que sea situacional y sólo se note en coito pero no cuando la mujer se masturba. La disfunción orgásmica es el segundo problema más común visto en mujeres y según datos presentados por Westheimer y Lopater (2002), se ve en el 5%-10% de las mujeres. Rara vez es causado por causas bio-fisiológicas (menos del 5% de los casos), tales como infecciones en el área pélvica, la diabetes, el abuso del alcohol entre otras, y mayormente es el producto de actitudes sexuales muy negativas y el sentido de culpabilidad y vergüenza que la sociedad relaciona a las mujeres que disfrutan de su sexualidad. También puede asociarse a tener relaciones con una pareja que no provee estimulación apropiada para una mujer, especialmente estimulación dirigida al clítoris.

Otros Trastornos

Dyspareunia

Dyspareunia se refiere a sentir dolor durante el acto de coito. Este trastorno es mayormente visto en mujeres, pero también se puede notar en algunos hombres. Hay varias situaciones que pudieran causar dyspareunia: reacciones alérgicas a materiales contraceptivos (como las jaleas, cremas y supositorios) o espermicidas, infecciones de hongos vaginales, tejidos que quedan del himen, movimientos bruscos del útero, de las trompas de Falopio, o de los ovarios que resultan de coito vigoroso entre otros.

Vaginismus

Vaginismus se refiere a contracciones espasmódicas del músculo pubococygeal que rodea el tercio externo de la vagina. En muchos casos estas contracciones son tan fuertes que no permiten ni la penetración de un dedo dentro de la vagina, y menos, la penetración por el pene. Las contracciones son involuntarias. En algunos casos si las contracciones no son muy fuertes, el coito es posible aunque lo más probable que produzca dolor o sensaciones desagradables. En muchos casos, el vaginismus resulta de experiencias con dyspareunia y según la literatura de los investigadores Masters y Johnson, también puede resultar de actitudes religiosas que son negativas a la sexualidad, hostilidad a su pareja sexual y hasta de sentimientos homo eróticos. También algunos datos indican que el vaginismus se relaciona a temores de ser herida a través del acto de coito, temor de embarazos no deseados o temor de adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual y tener una pareja muy dominante.

ALGUNAS CAUSAS SOCIALES

Weistheimer y Lopater (2002) señalan la existencia de varios asuntos sociales sobre la sexualidad que son relevantes a la formación de problemas de funcionamiento sexual. Estos son:

1. Creer que todo el mundo disfruta tener sexo todas las veces que pueda. Esto es un mito pues no todo el mundo tiene el mismo interés en actividad sexual y ni siquiera una persona se mantiene con el mismo interés en todo momento de su vida. Hay personas que tienen un interés fuerte y hay personas que prefieren ignorar a la sexualidad.

2. Creer que la frecuencia de las interacciones sexuales en una pareja es un buen indicador de la calidad de la relación. La mayor parte de las personas prefieren tener relaciones sexuales cuando se sienten bien, relajados y en privacidad, y a veces esta combinación no se puede lograr frecuentemente. Además, una relación depende más en cómo la pareja usa el tiempo libre y la presencia o ausencia de conflictos irresueltos. De hecho, una preocupación constante sobre lo sexual pudiera producir problemas en la relación misma.

3. Creer que el acto sexual no vale de mucho si ambas partes no llegan al orgasmo. Tal vez el peor de los mitos. Uno pudiera disfrutar profundamente del intercambio de intimidad y placer físico envuelto en el tacto afectuoso sin tener que necesariamente "producir" un orgasmo. Muchas personas que se pasan la vida predicando que la sexualidad es algo más que placer físico, cuando están envueltos en actividad sexual ignoran el placer intenso emocional que es independiente del orgasmo físico y si no "ven" evidencia del orgasmo, asumen que su pareja no ha obtenido placer de la interacción sexual.

4. Creer que la actividad sexual es para los jóvenes y no para las personas viejas. En una sociedad donde la actividad sexual en personas viejas es vista como algo de ridículo, las personas viejas demuestran problemas en cómo se ajustan a los cambios traídos por el mismo proceso de envejecer. Por ejemplo, la dyspareunia es común en mujeres viejas debido a que los niveles de estrógenos bajos asociado que siguen a la menopausia causan una reducción considerable en la lubricación vaginal natural. Si la mujer usa lubricación artificial, tal como Jalea K-Y, el problema se resuelve. Pero lo que vemos es que si la mujer "acepta" el mito cultural de que el sexo es para los jóvenes, ella se sentiría muy avergonzada, o culpable, para ir a la farmacia y obtener el lubricante. Y menos todavía, iría ella a hablar con su médico para resolver cualquier otro problema de funcionamiento sexual.

5. Creer que si la pareja "ignora" algún problema de función sexual, éste se desaparece por sí mismo. Los autores señalan que en muchos casos las personas temen comunicar problemas a sus parejas y mientras esperan que el problema desaparezca, éste actualmente empeora. Los autores sugieren que una comunicación abierta, honesta y no-evaluativa entre la pareja pudiera ponerlos en el camino de resolver el problema por ellos mismos o con la ayuda de un terapista, si es necesario. Pero el punto principal es que se comuniquen adecuadamente.

6. La falta de información sobre la sexualidad humana, especialmente en el área de la biología y fisiología del proceso de excitación sexual y orgasmo. También, la falta de conocimientos sobre el cuerpo de la pareja de uno. Las parejas heterosexuales tienen que lidiar con el hecho de que el cuerpo de su pareja no es igual al de uno y que no responde de la misma manera. Muchas personas creen, erróneamente, que los hombres y las mujeres responden de igual manera a todos los estímulos sexuales, y esto no es así. Por lo tanto, la falta de información pudiera ser la causa principal de algún problema de funcionamiento sexual en la pareja.

MODELOS DE TERAPIAS

El sexólogo Jack Annon, en el 1976 propuso un modelo de terapia para tratar con las disfunciones sexuales. En este modelo, Annon reconoce que algunas disfunciones requieren un tratamiento más profundo que otras y el modelo aplica relativamente bien para ambos extremos. El modelo fue nombrado según las siglas (en inglés) que indican cada paso de la terapia y es conocido como del modelo PLISSIT y según Greenberg, Bruess y Haffner (2002) se puede describir de esta manera:

La primera letra "P" se refiere a "permiso". Durante este primer paso, la pareja tiene la tarea de reaprender sobre su sexualidad. Especialmente importante es el aprender que la respuesta sexual de uno es válida y buena, e incluye las actividades de fantasías sexuales y de la masturbación. La pareja puede interactuar intercambiando información erótica sobre sus cuerpos, sin embargo, el terapista les pide que no tengan relaciones de coito por el momento.

La segunda y la tercera letras "LI" se refieren a dar información limitada. Durante esta etapa el terapista o la terapista se encarga de proveer información sobre la biología y fisiología de la respuesta sexual, especialmente sobre sensibilidad de los órganos sexuales y cuestiones de higiene personal y la relación que todo esto tiene en relación a la satisfacción sexual.

La cuarta y la quinta letras "SS" se refieren a dar sugerencias específicas en relación a las actividades sexuales que deben comenzar a tener. Por ejemplo, instrucciones sobre la masturbación, el uso de algunas otras técnicas (discutidas más adelante) tales como la técnica de "apretar" (the squeeze technique) y la técnica de enfoque en la sensación (the sensate focus technique). Muchas disfunciones mejoran a través de estos primeros tres pasos de la terapia. Sin embargo, para esas disfunciones cuyas causas están profundamente envueltas en la psicología de la persona, la próxima etapa le sigue.

Las últimas letras "IT" se refieren a terapia intensiva, también llamada terapia psico-sexual, para intentar descubrir las raíces psicológicas envueltas en la disfunción.

TERAPIAS PARA DISFUNCIONES ESPECÍFICAS

Disfunción eréctil

Terapias de Inyección

Estos tratamientos envuelven inyectar drogas directamente en el pene. El efecto de estas drogas es inducir una erección en el pene, casi siempre dentro de la próxima media hora y cuyos efectos duran alrededor de una hora. La inyección no es dolorosa, y algunas drogas pueden ser administradas a través de la uretra en forma de pastilla que se disuelve rápidamente. Según Greenberg, Bruess y Haffner (2002), una droga usada es alprostadil, la cual se vende en paquetes de 16 dosis que cuestan alrededor de $110 a $140.

Terapias de Estimulantes Sexuales

Algunas sustancias tales como la Yohimbina y la Viagra, le dan mayor vigor, o evitan que se reduzca, la respuesta sexual. La Yohimbina que es derivada de la corteza de un árbol africano, aumenta dramáticamente el flujo de sangre a los genitales y así ayuda a producir una erección del pene. La Viagra (sildenafil) aumenta la cantidad de un químico (guanosine monophosphate) que usualmente está presente en el pene durante períodos de actividad sexual y tiene como efecto aumentar el flujo de sangre al pene. Según Greenberg, Bruess y Haffner (2002), el uso de Viagra es efectivo en el 70% al 97% de los casos. Sin embargo, la Viagra tiene una multitud de contra-indicaciones y el hombre debe consultar con su médico antes de ingerir esta sustancia.

Prótesis e Implantes

En algunos casos (especialmente cuando es primaria) la disfunción eréctil es causada por defectos o causas físicas que no pueden ser corregidos. En estos casos el hombre puede obtener una prótesis que es implantada directamente en el pene y en la cavidad abdominal baja (dependiendo en los componentes que tiene el implante). Algunas prótesis de alta complejidad electrónica tienen la habilidad de similar hasta el proceso del orgasmo. Usualmente el proceso de erección se produce a través de mover líquido almacenado en un componente a unos tubos infladles puestos en el pene. La "bomba" que mueve al líquido puede ser manual (en casos de prótesis más económicas) o por motor eléctrico, también implantado. Además, en algunos casos se puede usar succión externa al pene para causar que más sangre fluya hacia el pene.

Greenberg, Bruess y Haffner (2002) señalan que las personas con disfunciones eréctiles deben siempre consultar con sus médicos antes de usar uno de los anteriores tratamientos. Especialmente se debe evitar el uno mismo "inventar" alguna variante de estos, como el usar un "vacuum cleaner" para crear succión externa al pene. Estas acciones pudieran causar daños serios a la persona.

Eyaculación Precoz

La Técnica del "Apretón"(the Squeeze Technique)

Esta técnica fue desarrollada por los sexólogos Masters y Johnson. Esta terapia requiere la participación de la pareja del hombre. La terapia envuelve el apretar la base del glande del pene (el área de la "corona") con el dedo gordo puesto por debajo (en el "frenillo") y los dos primeros dedos de la mano puestos por la parte de arriba y en oposición al dedo gordo. Cuando el hombre que padece de eyaculación precoz obtiene la erección completa del pene, su pareja aprieta con los dedos por cerca de 4 segundos. El efecto del "apretón" es que la urgencia a tener el orgasmo se reduce. Después de un corto tiempo (30 segundos más o menos), se vuelve a excitar sexualmente al paciente y se repite el proceso del apretón. Este proceso es repetido y eventualmente, el hombre comienza a aprender a controlar su eyaculación sin ayuda de la pareja. Según la literatura, este método es altamente efectivo.

La Técnica de Parar-y-Comenzar (the Stop-and-Start Technique)

Esta técnica también requiere de la ayuda de la pareja sexual y envuelve el siguiente procedimiento: El hombre, acostado boca arriba y la pareja manipula su pene con la mano. El hombre debe concentrarse en las sensaciones según le estimulan al pene. Cuando el hombre siente que va a eyacular, le avisa a su pareja y ésta deja de estimularlo. Cuando ya le haya bajado la excitación sexual, la pareja repite de nuevo el proceso, y así continúan repitiendo hasta el hombre haya aprendido a controlar su eyaculación.

Deseo Sexual Inhibido

Enfoque en la Sensación (Sensate Focus)

El propósito principal de esta técnica es que la pareja aprender a dar y a recibir caricias eróticas. Cuando una persona en la pareja tiene problemas respondiendo sexualmente, este método ayuda a través de la introducción de actividad erótica que no es amenazante (caricias). El proceso es uno en el cual el terapista ayuda al paciente a "darse" permiso para disfrutar de su sexualidad y progresivamente avanza a través de varias actividades sexuales y eventualmente a coito. La primara parte de la terapia también es usada para que a través del desarrollo de la comunicación entre la pareja, aprendan que es lo que le gusta a su pareja al mismo tiempo que la persona aprende que es lo que a él mismo o ella misma le gusta.

 La Técnica de Barbach (Barbach´s Technique)

Esta técnica fue desarrollada específicamente para mujeres con el deseo sexual inhibido y anorgasmia femenina. Envuelve una serie de pasos que llevan a la mujer a disfrutar de su sexualidad y a poder obtener un orgasmo en una relación con su pareja. La técnica comienza con las instrucciones a la mujer de encontrar un espacio de una hora diaria y reservar ese tiempo todos los días para la terapia. Primero, la mujer explora todo su cuerpo, frente a un espejo, enfocándose en las sensaciones que el tacto produce en su cuerpo. El próximo paso envuelve la reexaminación de su vulva y la estimulación de la misma a través de tacto (tal vez usando aceites para el cuerpo). El enfoque en estas primeras etapas de la terapia es en las sensaciones que el tacto produce y no en producir un orgasmo. Eventualmente la mujer es llevada a intensificar el placer a través del tacto que fue más placentero para ella y así experimentar un orgasmo. Si la mujer sigue teniendo dificultades usando el tacto solamente, se sugiere el uso de un buen vibrador para intensificar las sensaciones placenteras. Cuando ya tiene facilidad llegando al orgasmo, la mujer vuelve a la práctica de estimulación manual para así llegar al orgasmo y así, estará preparada para tener relaciones con su pareja y llegar al orgasmo a través de actividad sexual.

Numerosos libros de auto-ayuda se han escrito que intentan ayudar a las personas disfrutar de su sexualidad. También se debe mantener en mente que muchos problemas de funcionamiento sexual originan en los problemas que puedan existir en una relación y por lo tanto, se debe consultar con libros que ayudan a mejorar la comunicación entre la pareja, y libros que ayudan a las parejas a lidiar con sus conflictos.