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CAPÍTULO 15

LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL

 

Las enfermedades de transmisión sexual, o ETS, son producidas por bacterias, viruses, protozoarios o insectos, que, debido a lo frágiles que son, necesitan un contacto directo personal para poder pasar de una persona a otra. La mayor parte de estos organismo solamente pueden penetrar la piel de las membranas mocosas del cuerpo (siendo éstas las más fáciles de penetrar). Dado que la mayor parte de las membranas mocosas del cuerpo son zonas eróticas (ej. la uretra, la pared de la vagina, el ano), estas enfermedades son pasadas a través del acto sexual. Es importante notar que no es el acto sexual lo que causa las enfermedades de transmisión sexual sino la presencia de algún organismo patogénico en una de las personas.

Mitos populares en esta área son: las ETS son castigos de Dios, los órganos sexuales son sucios, malos e inmorales, sólo esos de bajo estado socio-económico las adquieren, sólo esos de baja educación las adquieren. Ninguno de los anteriores es cierto. Lo que se requiere para producir una infección es la presencia del organismo patogénico y un ambiente conducente a su reproducción.

El 86% de las ETS ocurre en el grupo de edad de 15 a 29 años de edad. Los adolescentes representan al grupo de edad que más adquiere ETS en comparación a cualquier otro grupo de edad. El grupo de edad que más tiene una infección del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son las personas de 20 a 39 años de edad (éstos fueron infectados casi siempre en la adolescencia o adultez temprana). Las mujeres adolescentes entre 15 y 19 años tienen la tasa más alta de gonorrea que cualquier otro grupo, y en general, ambos hombres y mujeres adolescentes de 15 a 19 años tienen la tasa más alta de Chlamydia.

El Instituto Nacional de Salud en el 1998 (reportado por Weistheimer y Lopater, 2002) emitió una lista de hechos en relación a las ETS. Entre ellos:

1. Nadie tiene inmunidad a las ETS. Personas de todo tipo de trasfondo (educacional, económico, racial, étnico, político, etc.) han adquirido estas enfermedades. Sin embargo, dos tercios de los casos nuevos de infección ocurren en las personas menores de 25 años.

2. Las tasas de infección aumentan anualmente. El Instituto indica que la razón es debido a que hoy día las personas tienen múltiples parejas sexuales y comienzan a tener relaciones sexuales más temprano en sus vidas, casi siempre en la adolescencia temprana. Además, con la tasa de divorcio tan alta, más personas están teniendo relaciones sexuales múltiples.

3. Muchas de las ETS no producen síntomas en muchas personas. Las personas infectadas pero sin síntomas continúan teniendo relaciones sexuales y el no tener síntomas no es sinónimo de no ser infeccioso, y sin saber, infectan a otras personas.

4. Las consecuencias de una infección de transmisión sexual son más negativas en el grupo de las mujeres que en el de los hombres. Algunas complicaciones de ETS no tratadas envuelven al útero y a las trompas de Falopio, posiblemente causando infertilidad y un alto riesgo de embarazos ectópicos (implantación en las trompas mismas) aparte de un alto riesgo de desarrollar una enfermedad inflamatoria pélvica la cual tiene una alta tasa de mortalidad en las mujeres. Además, algunas ETS se relacionan a un mayor riesgo de cáncer de los genitales femeninos. Como si lo anterior no fuera suficiente, si la mujer se embaraza, existe un alto riesgo de contagio al feto.

5. En hombres, el no recibir tratamiento a tiempo pudiera causar infertilidad.

6. Si las enfermedades de transmisión sexual son descubiertas y tratadas a tiempo, la gran parte de ellas son totalmente eliminada (especialmente las bacterias). Los viruses, que tienden a quedarse de por vida en el cuerpo, son, en su gran mayoría, controlables y sus síntomas tienen buenos tratamientos.

7. El contagiarse con cualquiera de las ETS pone a la persona en riesgo de adquirir VIH debido a que la infección facilita la penetración en el cuerpo por el VIH. 

¿Por qué son las tasa tan altas?

Los estados no siempre requerían que se reportaran todas las ETS que se reportan hoy día. Por lo tanto, al requerir que más y más enfermedades se reporten por los médicos, la tasa de infecciones aumenta. También, la conducta sexual ha aumentado, y cada vez a más temprana edad, desde los 1960s en los adolescentes. Como ellos y ellas son el grupo de más riesgo, el aumento de conducta sexual es seguido por aumentos en ETS. Cada vez hay más presión social de tener sexo al mismo tiempo que predomina la falta de educación sexual adecuada, sobre todo en el área de la salud sexual y prevención. Los adolescentes maduran más temprano y sus cuerpos están listos para la actividad sexual, pero a nivel emocional y cognoscitivo no están desarrollados para la responsabilidad que la actividad sexual conlleva.

Además, muchos de los métodos modernos anticonceptivos (ej. la pastilla) ha eliminado el temor de y la posibilidad de un embarazo. Sin embargo, estos métodos no ayudan a prevenir las ETS. Una variable adicional es que las personas hoy días tienen expectativas de satisfacción al momento de todo deseo sin pensar en las consecuencias de los actos.

Finalmente, un factor importante es que las ETS producen "culpabilidad" en la persona infectada. La persona se ve como que ha cometido una infracción moral y este sentimiento hace que retrase ver al médico. En algunas de las ETS los síntomas desaparecen espontáneamente y si la persona cree que la enfermedad ha desaparecido, nunca va al médico. Mientras tanto, la persona sigue infectando a todas las personas con las cuales tiene relaciones sexuales. Es importante recalcar que uno no es culpable por enfermarse, por lo menos, ni más ni menos que si se tratara de cualquier otro tipo de enfermedad.

INFECCIONES PRODUCIDAS POR BACTERIAS

Chlamydia

La infección de Chlamydia es causada por el parásito intracelular Chlamydia trachomatis. Es la infección de más alta incidencia, la cual es de 195 casos de Chlamydia por cada 100,000 personas (las mujeres tienen una incidencia cinco veces más alta que los hombres–322 mujeres vs. 60 hombres de cada 100,000 personas. El Centro de Enfermedades Infecciosas en los Estados Unidos estima que hay 4 millones de infecciones nuevas todos los años. En la edad de 15 a 19 años, la incidencia en las mujeres es 2,069 de cada 100,000 personas; en el grupo de 20 a 29 años, es de 1,485 por cada 100,000 personas. La infección puede tomar cuatro formas: 1) el área genital-urinaria, 2) la conyuntiva (ojos) y pulmonía de Chlamydia en recién nacidos, 3) tracoma, o infección crónica de los ojos y 4) lymphogranuloma venereum

La infección de Chlamydia es silenciosa. El 75% de las personas que adquieren esta infección no demuestran síntomas suficientemente fuertes para ser notados. En los hombres que tienen síntomas se nota u poco de ardor al orinar y una descarga blancuzca que parece un hilo grueso blanco. En las mujeres, se siente ardor al orinar también, una descarga de mucosidad vaginal y dolor en el abdomen. El uso de contraceptivos orales tiende a enmascarar aún más la infección de chlamydia.

En las mujeres, la Chlamydia puede invadir el abdomen vía el útero y producir una infección ahí (endometritis) y lo mismo en las trompas de Falopio (salpingitis). Si esto ocurre, una complicación seria es el desarrollo de una infección inflamatoria pélvica (PID, siglas en inglés). El PID si no es tratado inmediatamente puede producir infertilidad o aún la muerte en la mujer infectada. Síntomas del PID son: dolor fuerte en el abdomen, fiebre, nausea, vómitos y dolores de cabeza. PID requiere un tratamiento más agresivo que envuelve la administración intravenosa de antibióticos, normalmente por 10 días en un hospital.

La Chlamydia es tratada con alguno de los siguientes antibióticos: ofloxacin (preferido), doxycycline, azithromycin, erythromycin. La penicilina no tiene efecto en la Chlamydia. Un aspecto importante del tratamiento de esta enfermedad y de las otras bacterias es que la persona esté segura de que completa el tratamiento aún si lo síntomas han desaparecido.

Gonorrea

La gonorrea es causada por la bacteria Neisseria gonorrheae o más conocida como gonococcus. La incidencia de la gonorrea es de 124 casos por cado 100,000 personas lo que la hace la segunda infección de más alta incidencia. La incidencia de gonorrea ha bajado desde los 1970s cuando llego a tener una incidencia de aproximadamente 450 casos por 100,000 personas. La incidencia de gonorrea varía tremendamente por grupo racial-étnico: de cada 100,000 personas, 826 afro-americanos, 69 hispanos y 26 en blancos no hispanos. La gonorrea se transmite cuando membranas mucosas infectadas de una persona entran en contacto con las de otra persona. Los hombres tienen un 10% de probabilidad de infectarse de haber sidos expuestos a la bacteria mientras que las mujeres tienen un 40% de probabilidad. Todas las membranas mucosas son susceptibles (la de la boca tiene menos probabilidad que la de la garganta). No es posible transmitir la gonorrea a través de inodoros, piscinas, ropa o cualquier contacto casual debido a que la bacteria muere de inmediato si está expuesta al ambiente. La conyuntiva de los ojos puede infectarse a través de dedos expuestos a la bacteria o al nacer en el caso de una mujer infectada que pare (es por eso que a los recién nacidos se les pone unas gotas de nitrato de plata en los ojos cuando nacen).

Alrededor de 90 a 95% de los hombres presentan síntomas de infección mientras que en las mujeres sólo un 20% presentan síntomas (80% son no-sintomáticas). Los síntomas se presentan de dos a tres días después del contacto. Los síntomas en los hombres son el orinar frecuente y con mucho ardor (disuria) y una descarga espesa de pus, más o menos continuo, por el pene. En la mujer, el cuello del útero (cerviz) es el sitio mayormente infectado y los síntomas, cuando notados, son una descarga de pus de la vagina e inflamación de las glándulas de Bartolino. En ambos hombres y mujeres la infección anal produce dolor al defecar, picor o irritación y descarga de pus del ano.

La gonorrea en el hombre si no es tratada progresa a infectar las vesículas seminales, el vas deferens, la epidídimos y eventualmente los testículos. Los daños causados a estos tejidos tienen una alta probabilidad de producir infertilidad en el hombre. En la mujer, la gonorrea puede progresar a infectar el útero (endometritis), las trompas de Falopio (salpingitis) y eventualmente producir PID al igual que la Chlamydia. Daños a los tejidos de las trompas de Falopio pueden producir infertilidad.

Anteriormente la penicilina y la tetracyclina habían sido usadas con mucho éxito. Sin embargo, desde los 1970s se han descubiertos variedades de gonococo que son resistentes a ambos antibióticos. Hoy día el tratamiento consiste de una inyección ceftriaxone intramuscular o 500 mg de ciprofloxacin oral. Casi siempre se va a administrar azithromycin para una infección concurrente de Chlamydia que pueda estar enmascarada por la infección de gonorrea.

Sífilis

La Sífilis ha tenido una larga historia de superstición, terror y mitos erróneos a través de la historia del ser humano. En parte, mucho del misterio viene del hecho que la sífilis produce síntomas que simulan a muchas otras enfermedades menos peligrosas y por lo tanto no es detectada temprano. La infección es producida por la bacteria Treponema Pallidum, que cuando logra penetrar al cuerpo pasa por tres diferentes etapas. Esta bacteria es altamente sensitiva a los efectos del ambiente, muriendo rápidamente si expuesta a cambios de temperatura, ambientes secos y desinfectantes. Lavarse con agua y jabón anta-bacterial después de la actividad sexual ayuda a prevenir una infección de sífilis.

La primera etapa de una infección por sífilis produce un chancro en el área de la piel o membrana mocosa donde la bacteria penetró al cuerpo. El chancro aparece entre 2 y 6 semanas después de la infección y puede tomar formas muy variadas, pero manteniendo ciertos aspectos en común. El chancro (o úlcera) tiene el borde levantado sobre la piel con líquido en su interior. Estos chancros no son dolorosos al tocarlos y el centro líquido contiene millones de bacterias de sífilis y por lo tanto altamente infecciosos. El chancro de sífilis es más observable en el hombre debido a que los genitales masculinos son externos, mientras que en la mujer, si el chancro sale en el interior de la vagina o en el cerviz, no se a notar a la vista. El chancro desaparece espontáneamente en una o dos semanas y la persona pudiera pensar que se ha curado, cuando en realidad, el sífilis ha pasado a la segunda etapa de infección.

La segunda etapa de la infección de sífilis consiste de un salpullido en el tórax. Este salpullido consiste de llaguitas pequeñas de color cobre, con líquido en el centro que contiene miles de bacteria las cuales pueden producir infección a otras personas si están en contacto con ese líquido. El salpullido tiende a notarse alrededor de 1 mes después del síntoma primario de la infección e igual que en el caso del chancro, este salpullido desaparece espontáneamente después de una semana o dos. En algunos casos, el salpullido se repite varias veces durante los próximos dos años de la infección. Es ahora cuando el sífilis entra en su etapa silenciosa y más peligrosa, la tercera etapa de la infección.

En la tercera etapa de la infección, la bacteria se mantiene en un estado latente, entiéndase en un estado dónde no produce síntomas algunos, pero se mantiene activa en la sangre de la persona. La persona no es infecciosas durante esta etapa y muchas personas (casi dos tercios) no manifiestan ninguno de los síntomas de la tercera etapa. Esos que sí manifiestan síntomas desarrollan uno de los siguientes síntomas: el sistema cardio-vascular es afectado, causando degeneración a los músculos del corazón (esta síntoma usualmente resulta en la muerte de la persona, ya que estos tejidos no se regeneran, aún se cure al sífilis); el sistema nervioso es afectado (el sífilis siendo una de las pocas bacterias que pueden penetrar la barrera entre la sangre y el cerebro). Una infección de sífilis en el cerebro puede producir un tipo de demencia; en las coyunturas de los huesos, sífilis puede producir síntomas agudos como la peor artritis; ceguera si ataca a los tejidos de los ojos; problemas de la piel.

La infección de sífilis puede ser diagnosticada en varias maneras. La más segura es el diagnóstico a través de la prueba VDRL, la cual detecta la presencia y nivel de contagio de la bacteria en la sangre. Si la bacteria es detectada, el tratamiento envuelve una serie de 3 inyecciones (una por semana) de dosis masivas de penicilina disuelta en una sustancia que retrasa la liberación de la penicilina a la sangre. Personas con alergia a la penicilina son inyectados, casi siempre, con otro antibiótico (tetracyclina). El VDRL se repite varias semanas después de la última inyección para verificar que la bacteria ha sido destruida. De requerirse, el tratamiento es repetido hasta que el VDRL indique que la bacteria ha sido eliminada. Mientras más temprana se detecte la infección, más simple y rápida es la cura. Sífilis en la tercera etapa es más difícil de controlar que en la primera etapa y los daños causados en la tercera etapa son irreversibles, aunque la bacteria sea destruida totalmente.

Cancroide

El cancroide es una  infección producida por la bacteria Haemophilus Ducreyi. No es muy prevalente en los Estados Unidos, aunque de vez en cuando se han notado brotes de esta bacteria en algunos estados. Los síntomas principales, que se notan una semana después del contagio, son: pequeñas úlceras o chancros en el área de los genitales (estos chancros si son dolorosos) y inflamación de la ingle. Usualmente la infección de cancroide no se pasa a otros órganos del cuerpo ni a los recién nacidos. Esta infección responde bien a la penicilina o la tetracyclina. Infecciones de cancroide pueden ser peligrosas porque las ulceras (o chancros) proveen un portal de entrada al VIH, de estar ese virus presente al mismo tiempo. Se sospecha que en el África, dónde la infección de cancroide es mucho más común, esa es la vía de infección por VIH también.

Uretritis No Específica (NGU)

La uretritis no específica, o NGU (siglas en inglés) se refiere a una infección de la uretra en hombres y mujeres que no está relacionada al gonococos que produce la gonorrea. Esta infección puede estar causada por varias bacterias. No es tan peligrosa como la gonorrea pero puede ser bastante incómoda. El tratamiento casi siempre consiste de antibióticos y el doctor elige el más efectivo dependiendo en cuál es la bacteria envuelta. Por lo tanto, es muy importante que un médico diagnostique la infección basándose en un cultivo de la bacteria presente.

INFECCIONES CAUSADAS POR VIRUSES

Herpes de los Genitales

El herpes en los genitales es causado por el virus herpes simplex el cual es miembro de una familia de alrededor de 70 viruses. Este virus existe en dos formas, el tipo 1 (HSV-I) que se ubica mayormente de la cintura hacia arriba y es responsable por las llagas en la boca que se producen en conjunto con una fiebre alta y la gripe. El tipo 2 (HSV-II) que afecta mayormente de la cintura hacia abajo y es el responsable por el herpes de los genitales. Alrededor de 45 millones de personas en los Estados Unidos tienen HSV-II.

Los síntomas incluyen pequeñas lesiones llenas de líquidos que producen un dolor y o ardor agudo. El herpes no tiene cura y permanece en el cuerpo de por vida. La primera infección (herpes genitales primario) produce lesiones llenas de líquido en el área dónde penetró al cuerpo. Estas lesiones duran de varios días a dos semanas. La formación de anticuerpos por el sistema inmune elimina los síntomas, pero no la infección. Después, el virus permanece latente en el cuerpo (mayormente en el los nervios del sistema nervioso) hasta que se ocurra una recurrencia (herpes genitales recurrente) de la infección. Un poco antes de la erupción de herpes genitales recurrente, el sitio dónde se formarán las lesiones producen un picor o irritación (estado prodomal). Aunque todavía no sean evidentes las lesiones, es contagioso durante esta etapa. En 1% de los casos, el virus se activa en el ganglión sacral del cordón espinal y es botado por el cuerpo a través de los poros y líquidos del cuerpo (lo cual es contagioso). Lesiones recurrentes tienden a ser menos severas que la primaria y de menos duración (de 2 a 10 días). Cerca del 40% de los casos no experimentan recurrencia. Variables asociadas a una recurrencia: estrés, la menstruación, alguna enfermedad.

En general, infecciones de herpes no producen daños de alguna consecuencia a la persona. Es mayormente la incomodidad y el hecho que permanecen infecciosas por vida que causa un efecto negativo psicológicamente en la persona. El herpes es peligroso al recién nacido, el cual no tiene protección de anticuerpos y pudiese ser una infección mortal si lo contrae de la madre al nacer. Otros datos importantes: 1)el herpes genitales aumenta 5 veces la incidencia de cáncer del cuello del útero. 2)una infección primaria a principios de un embarazo aumenta 3 veces la posibilidad de un aborto espontáneo; puede causar daños al sistema nervioso si se transmite por la placenta al feto; puede causar la muerte si se contrae al nacer.

El tratamiento de herpes genitales se centra en tratar a los síntomas. Se administra la droga acyclovir (Zovirax), oralmente tres veces al día por 10 días. Mujeres en edad reproductiva deben mantener a sus ginecólogos avisados sobre su condición.

Verrugas Genitales

Las verrugas genitales son causadas por el virus de papilloma humano. Las verrugas suelen ocurrir en cualquiera área de los genitales y del ano (interno o externo) y son altamente contagiosas. Las verrugas son de dos tipos: húmedas y secas. Las húmedas responden mejor a los tratamientos.

De por sí, papilloma no produce daños de consecuencia, sino más bien es un problema estético. Sin embargo, en mujeres, se asocia a una predisposición a la formación de cáncer en el cuello del útero y por consecuentemente, mujeres con esta infección deben hacerse la prueba del PAP más frecuente que mujeres que nunca ha tenido esta infección. El médico de la mujer determinará la frecuencia de la prueba. Las verrugas también se relacionan a un aumento en la incidencia de cáncer del tracto urinario y del ano en ambos hombres y mujeres y del cáncer del pene en el hombre. Personas que han tenido infecciones en estas áreas del cuerpo deben estar alerta a cualquier manifestación de una posible lesión cancerosa.

El virus de papilloma no tiene cura. El tratamiento envuelve el quemar con frío (nitrógeno líquido) la piel que contiene al virus o el quemar con drogas irritantes a la piel (ej. podophyllin) y causan que mueran los tejidos y sean reemplazados por tejidos sanos. Podophyllin no se debe usar en mujeres embarazadas. También hay varios remedios que pueden ser aplicados por la persona misma (podofilox líquido o Imiquimod crema). Es común también que la presencia de las verrugas genitales desaparezca espontáneamente, después de un tiempo, del área infectada en la persona.

La Hepatitis

La hepatitis es una infección sería que ataca al hígado y produce inflamación. La seriedad de esta infección se debe a que el hígado es el órgano primario para todos los efectos metabólicos del cuerpo y si se daña, la vida misma está en peligro. La hepatitis tipo A es trasmitida fácilmente a través de contacto casual, lo único que se requiere es contacto con comida infectada por una persona que tenga el virus o estando en contacto con partes del cuerpo que contienen el virus en la persona infectada (ie, contacto oral-anal). Como la hepatitis tipo A se transmite a través de contacto casual, no es considerada una ETS.

Por otro lado, la hepatitis tipo B se adquiere a través de contacto directo con la sangre, o líquidos del cuerpo, de una persona ya infectada. El contacto casual no transmite a este tipo de hepatitis. Todas las formas de actividad sexual que envuelva membranas mocosas o intercambio de líquidos del cuerpo pueden pasar la infección. Además, las personas que intercambian agujas para el uso de drogas intravenosas también están en riesgo de adquirir la enfermedad si una de las personas ya la tiene. La hepatitis tipo B también puede cruzar la placenta e infectar al feto durante el embarazo.

Los síntomas de la hepatitis varían mucho de persona a persona. Algunas personas solamente sienten una incomodidad generalizada en el cuerpo mientras que otras personas tienen síntomas agudos tales como nausea, vómitos, dolores fuertes de cabeza, fatiga crónica y poco apetito. La hepatitis también simula muchas otras enfermedades y es esencial que el médico ordene un análisis de la sangre para determinar cuál es la infección. La hepatitis eventualmente progresa e infecta a los nódulos linfáticos (los cuales se inflaman) y en algunos casos causa que la piel se torne amarillosa (especialmente la membrana conjuntiva de los ojos). Cuando estos dos síntomas aparecen, ya la hepatitis está causando daños serios al hígado. En los Estados Unidos, alrededor de 10,000 personas mueren anualmente debido a las complicaciones de esta enfermedad.

La hepatitis Tipo B no tiene cura y el tratamiento es descanso,  velar al paciente para prevenir enfermedades oportunistas y evitar ofensas adicionales al hígado. El consumo de alcohol es altamente peligroso en personas que tienen cualquier forma de la hepatitis. Los síntomas y los daños de la hepatitis Tipo C son similares a la del Tipo B. Existen otras tipos menos comunes de la hepatitis. Aunque no hay cura, si hay una vacuna altamente eficiente en evitar la infección de la hepatitis Tipo B. Es recomendado que personas activas sexualmente obtenga esta protección.

CMV

CMV son siglas que identifican al virus Cytomegalovirus, relacionado a la familia de los herpes y el cual es bastante común en la población, estimándose que cerca de la mitad de los adultos lo tienen. Sin embargo, en la mayoría de los casos, este virus no produce síntoma alguno. Este virus se encuentra en los líquidos del cuerpo y en algunas mujeres puede producir inflamación del cerviz. En algunas personas también puede producir inflamaciones de los nódulos linfáticos y síntomas parecidos a fatiga crónica. El sexo anal fácilmente transmite esta infección y por lo tanto hombres gays que tiene relaciones anales tienen una tasa más alta de personas que no tienen relaciones anales. El virus es detectable a través de pruebas similares a las que se hacen con el VIH y varias formas de tratamientos están bajo desarrollo hoy día.

Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida Humana

  Durante la última mitad de los 1970s, doctores en varios hospitales de ciudades grandes comenzaron a notar un brote de un tipo de pulmonía que rara vez se ve en la población. Los pacientes que presentaban estos síntomas tenían algo muy en común: eran hombres gays. Los pacientes no respondían a ningún tratamiento y rápidamente desarrollaban complicaciones y morían. Cuando la información de que una nueva y letal enfermedad, posiblemente de transmisión sexual, había aparecido en la población, varias personas en posiciones públicas reaccionaron y señalaron que se debía a la naturaleza misma de las primeras víctimas. El reconocido ministro Jerry Faldwell declaró que la enfermedad era un castigo de Dios dirigido contra las personas homosexuales. Durante los años que siguieron, las víctimas de esta enfermedad eran casi todos, hombres homosexuales.

Varios años más tarde, en los 1980s se descubre el virus que causaba esta infección y éste fue llamado el virus de la inmunodeficiencia adquirida humana o VIH. Ya para esta época se había notado que el virus también estaba afectando a otro grupo social, también visto negativamente por la sociedad, las personas usuarias de drogas intravenosas. Muchos años se perdieron por la inacción de la administración del Presidente Reagan, la cual arrastró los pies aún cuando comenzaron a aparecer casos de VIH en personas que no eran hombres gays ni usuarias de drogas intravenosas. Eventualmente se encontró el caso principal que vincula la infección con una transfusión de sangre, pero para este tiempo, ya numerosas personas habían adquirido VIH a través de esta ruta.

El origen de este virus aparenta estar en África, dónde hoy día casi la mitad de la población de varios países tiene la infección. En el África, al igual que en muchas partes del mundo, el VIH aparece mayormente en la población heterosexual. Siendo un virus que solamente se puede transmitir sexualmente, es lógico entender que las personas heterosexuales, siendo el número mayor de personas en la sociedad, van a estar expuestos en números más grandes. Algo que la administración del Presidente Reagan, al igual que los líderes religiosos conservadores habían ignorado. El VIH en sus primeras décadas fue conocido como la “plaga de los gays”, por un pueblo homofóbico, alentados por predicadores “cristianos”. Hoy día todavía existen personas que creen que esta infección sólo le puede dar a hombres homosexuales y no entienden el peligro que corren cuando tienen sexo indiscriminado y sin protección de un condón. En Puerto Rico, el grupo de las mujeres en la adultez joven es el grupo de la población que más rápidamente está adquiriendo la infección. En casi uno de cuatro casos la mujer embarazada que tiene esta infección se la pasa al feto, el cual nace ya infectado. Si una persona ve el progreso de esta infección en niños y niñas, la persona se tiene que preguntar que es lo que estos niños y estas niñas han hecho para merecer el “castigo de Dios” que el reverendo Faldwell indicó décadas atrás.

El VIH no es producido por un tipo de conducta específica ni por la orientación erótica de la persona. El VIH se tiene que adquirir de una persona ya infectada con el virus. Ciertas conductas conllevan un riesgo más alto de contagio que otras, lo determinante es la eficiencia en que se pueda transmitir las células infectadas de una persona a la otra persona. La manera más eficiente es a través de una transfusión de sangre, pero está vía de infección ya se conoce y la sangre donada pasa a través de pruebas para eliminar esa sangre que está contaminada y los casos debido a las transfusiones ya son poco comunes. La segunda manera más eficiente de transmitir el virus es a través del uso de una aguja contaminada en la práctica de usar drogas intravenosas. Sangre del primer usuario de la aguja casi siempre queda presente en la aguja y cuando el segundo usuario usa la aguja, se inyecta ese poquito de sangre junto con la droga preferida. El resto de las vías de infección son de naturaleza sexual, siendo la penetración anal la más arriesgada. El coito le sigue con una probabilidad un poco más baja y se sospecha que el sexo oral también tiene su riesgo.

Besos profundos (“franceses”) también pueden tener riesgo. Pero en realidad el riesgo de las actividades va a depender de la presencia de daños a la piel donde se hace más fácil el pasar o adquirir sangre o ciertos líquidos del cuerpo de la persona infectada. Los líquidos del cuerpo que se saben que contienen VIH en cantidades suficientes como para infectar son: la sangre y el plasma, el líquido seminal y los líquidos vaginales, El VIH también ha sido notado, pero en más bajas concentraciones, en las lágrimas, en el sudor y en la orina.

La infección de VIH comienza con la invasión de miles de células infectadas. Un número apreciable de células infectadas tienen que penetrar el cuerpo de la persona no infectada pues el sistema inmuno va a intentar destruirlas. Desafortunamente, este virus ataca precisamente las células que son responsables de proteger al cuerpo de enfermedades, especialmente las células CD-T4. Estas células del sistema inmuno son las que dirigen los ataques contra los organismos que invaden al cuerpo.

El VIH  tiene una afinidad para la membranas de las CD-T4 y se pega a la membrana celular, logrando su penetración. Dentro de la CD-T4, el virus descarga su núcleo que consiste de ARN y una enzima que causa que la ARN viral reemplace a la ADN del núcleo de la célula infectada. De esa forma, la información genética del virus comienza el proceso de cambiar la función de la célula infectada para que ésta comience a producir miles de viruses (esta es la forma en la cual este virus se reproduce). El paso final en la preparación de los nuevos virus es la acción de una enzima llamada proteácea, la cual prepara a los nuevos viruses para ser emitidos.  Eventualmente la célula infectada revienta y suelta al torrente sanguíneo miles de viruses nuevos, los cuales proceden a infectar otras células CD-T4.

El proceso de infección de células CD-T4 continúa y eventualmente el sistema inmuno de la persona queda comprometido por la falta de CD-T4s saludables. El diagnóstico de SIDA es aplicado cuando el conteo de las CD-T4 saludables baja de 200 por centímetro cúbicos de sangre o cuando alguna de las enfermedades oportunistas se ha manifestado en la persona.

La infección por el VIH es fácilmente detectable después de 3 meses del momento de la infección. La prueba que se requiere se llama ELISA, la cual detecta la presencia de anta cuerpos al VIH. Si la prueba sale positiva, se le da seguimiento con una segunda prueba, que es más específica a la molécula de VIH, la prueba de “Western Blot”. Por ley, los resultados de estas pruebas se tienen que mantener confidencial.

El SIDA no tiene cura, aunque los tratamientos disponibles hoy día se han mantenido altamente eficientes en detener el progreso de la infección del virus. El tratamiento principal se basa en la administración de varias drogas. Las drogas principales usadas para tratar la infección del VIH son: AZT (zidovudine) que actúa limitando la habilidad del virus en duplicar su ADN y crear nuevos viruses, varias inhibidores de la enzima proteácea  que interfieren con la función de la proteácea en el paso final de la producción del virus. Esta inhibición causa que los viruses nuevos queden inmaduros e incapaces de infectar otras células. Esta combinación de drogas casualmente se les llama con el apodo “coctail de SIDA”. Desafortunamente estas drogas son sustancias tóxicas para el cuerpo y producen una miríada de efectos segundarios desagradables tales como nauseas fuertes, vómitos, diarreas y fuertes migrañas. También es importante notar que las personas infectadas, aún siguiendo tratamientos, se mantienen infecciosas. También, en el área de la prevención, dos vacunas contra el virus están siendo probadas en varios países.

También se ha notado que en el presente, las mujeres infectadas por el VIH, tienden a desarrollar el SIDA en mayor proporción que hombres con la misma carga viral. Las razones para esto todavía no se conocen y está bajo investigación. Además, como mencionado anteriormente, el progreso de esta infección en niños y niños de poca edad es mucho más apresurado culminando rápidamente en síntomas del SIDA.

INFECCIONES CAUSADAS POR PARÁSITOS

Un parásito común que es fácilmente transmitido durante actividad íntima sexual es la ladilla (el piojo púbico o “crabs” en ingles). Este parásito tiene tenazas similares a la de un cangrejo, y se aguanta de los vellos púbicos con ellas. Los piojos púbicos tienen la costumbre de perforar la piel de la persona para alimentarse de la piel y de la sangre, lo cual produce un picor intenso. La hembra produce hasta 10 huevos diario durante los dos meses que usualmente vive, por lo tanto en pocos días la persona tiene una colonia grande de piojos. Los piojos pueden sobrevivir hasta 24 horas fuera de la persona y por lo tanto puede adquirse de la ropa, de las sábanas de cama y hasta de brincarle encima a la persona en el baño. Medicamentos que contienen Pyrinate destruyen a estas criaturas y están disponibles en las farmacias. Los piojos púbicos son suficientemente grandes para ser vistos claramente.

Otro parásito es otro insecto, mucho más pequeño que la ladilla y no se puede ver fácilmente. Este insecto produce la “sarna” humana (o “scabbies” en inglés) por su costumbre de enterrarse en la piel de la persona infectada. Este acto causa un picor intenso en la piel irritada y la persona al arrascarse constatemente comienza a hacerse daño a la piel y formar postillas. Usualmente estos parásitos prefieren el área de las muñecas, entre los dedos de la mano, entre los senos y el pecho de la mujer, y en las nalgas. Una forma de la infección produce nódulos en la piel y pueden existir hasta un año. Este parásito require 8 días para incubarse, y la persona es infecciosa durante este período, por eso es que al no saber que está infecto/infectada, puede pasar la infección a otra persona. Aunque scabbies se transmite usualmente a través de conducta íntima sexual, otros tipos de contactos íntimos, pero no sexuales lo pueden transmitir también. La ropa usualmente no lo transmite. El diagnóstico y tratamiento tiene que ser hecho por un médico pues el medicamente usado (Kwell) es tóxico, especialmente en mujeres embarazadas.

PREVENCIÓN

Dado la alarmante tasas de nuevas infecciones de ETS y los daños asociados a éstas, se vuelve importante recalcar que la mejor manera de evitar estos daños es evitando adquirir la infección desde un principio. Es mucho más fácil hablar de prevención que el actualmente prevenir estas infecciones. El impulso sexual aparenta ser tan poderoso que lleva a las personas a actuar, a veces sin detenerse a pensar en las consecuencias de sus actos.

La mejor forma de prevención es la abstinencia de todo acto sexual que conlleve riesgo de infección. Esto es especialmente verdad si la persona carece de información sobre las ETS y sus modos de infección. Sin embargo, como mencionado anteriormente, el impulso sexual es poderoso y los medios de comunicaciones constantemente nos bombardean con estímulos sexuales y la abstinencia es precaria. Por lo tanto, si uno/una va a tener relaciones sexuales, varias alternativas pueden ser usadas para reducir los riesgos de infección. Los autores Weistheimer y Lopater (2002) indican varias alternativas de prevención:

1. El orinar antes de la actividad sexual causa que la acidez en el uretra aumente, la cual es hostil a muchos organismos infecciosos.

2. El orinar después de la actividad sexual también disminuye (por la misma razón) la oportunidad de infección.

3. El tener una relación monógama con una persona que está libre de infecciones. Se debe notar que uno puede saber si uno es monógamo o no, pero si la pareja de uno lo es o no, eso nunca se sabe de cierto.

4. Debe conversar con su prospespectiva pareja sexual sobre el sexo y sobre los hitoriales sexuales de ambos. Si se le hace dificil conversar con esa persona sobre un tema tan íntimo, ¿qué está haciendo considerando tener una relación sexual con esa persona?

5. Siempre use protección. Hasta el momento, la mejor protección son los condones de látex usados correctamente (ver Capítulo 12, métodos de barrera), no importe lo que diga la Iglesia Católica sobre los fallos de los condones. Todos los estudios indican claramente, que el condón es la herramienta más útil de prevención, espcialmente contra el VIH. Si no sabe usar un condón correctamente, apréndalo a usar, antes de necesitarlo.

6. Lávese los genitales con jabön anta bacterial y agua tibia inmediatamente después del acto sexual. Esto reduce el tiempo que el virus o la bacteria tiene para lograr penetrar su piel.

A estas sugerencias se les puede añadir:

7. Evite tener las conductas que conllevan riesgos altos. Como mencionado en el Capítulo 10, hay muchas formas agradables de expresar la sexualidad que conllevan poco riesgos.