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CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN A LA SEXOLOGÍA

 

 

Alrededor de setenta años atrás, un libro como este sería declarado obsceno y su venta prohibida. A lo menos, el pueblo se escandalizaría sabiendo que las librerías lo tienen a venta. El pudor público no permitía ningún tipo de discurso sobre el tema de la sexualidad humana y mucho menos sobre su práctica. La revolución sexual de los 1970s cambió estas inhibiciones sobre el tema de la sexualidad y hoy día vemos que charlas sobre la sexualidad abundan en todos los niveles de los medios de comunicación. Desafortunadamente, en demasiados casos la información transmitida no es la mejor y los mitos e información errónea o sesgada abundan en la sociedad. Sin embargo, la sociedad moderna desea saber más sobre su sexualidad, especialmente las personas jóvenes. El haber dictado un curso universitario de la psicología de la sexualidad humana por los últimos quince años me ha dado una experiencia tremenda en lidiar con este tema. 

Repartir el prontuario del curso y hablar sobre los aspectos de exámenes, asignaciones, debates, y demás temas académicos es tedioso, sin embargo esto me permitía observar las ansias de comenzar con la materia del curso que siempre demuestran los  y las estudiantes. Este no es un curso que requiere promoción para que se llene la matrícula. El curso no es un requisito de ningún programa en la universidad, lo que implica que las personas que se matriculan en él, lo hacen con un interés genuino. En otras palabras, este no es un curso que requiere que se le imparta motivación a los y las estudiantes. Ellos y ellas ya están interesados/interesadas cuando llega el primer día de clases. 

La mayor parte de las razones por qué tienen que ver con el hecho de que es un tema práctico para los y las estudiantes. Un tema que tiene que ver con sus vidas cotidianas y de mucha importancia. Y esto es especialmente verdad sobretodo en una sociedad donde el intercambio de información sexual sigue siendo un tabú, y en realidad, ni siquiera nos acercamos a saber todo lo que quisiéramos saber sobre la sexualidad. Es por esto último que decidí escribir un libro dirigido a esas personas que les interesa saber más y a las cuales no se le hace factible coger un curso universitario sobre el tema. 

Muchos aspectos de nuestra personalidad están envueltos con la sexualidad, como por ejemplo, nuestra identidad de género, nuestra identidad erótica y nuestro autoestima. Aún con toda esta inversión del si-mismo en nuestra sexualidad, no conversamos mucho sobre el asunto y cuando lo hacemos mayormente nos enfocamos más en las conductas y menos en nuestros sentimientos y actitudes profundas que muchas veces ni sabemos que tenemos. Hoy día, debido a los cambios que resultaron de la revolución sexual, hemos aprendido lo suficiente para reconocer que existen un sinnúmero de mitos o creencias erróneas en la sociedad. No solamente reconocemos que no sabemos mucho sobre lo sexual sino que también reconocemos que algunas cosas que creemos que sabemos puede que sean falsas. Aparte de lo anterior, en algún momento u otro, nos tropezamos con un problema de función sexual, o sencillamente quisiéramos mejorar la misma.

 Durante un curso de sexualidad humana las personas se tropiezan con varios obstáculos que bloquean el obtener los conocimientos que buscan al igual que las personas que leen este libro. Los obstáculos principales no vienen de afuera, no vienen de la sociedad y los mores culturales, ni de este libro. Los obstáculos están dentro de nosotros y nosotras y se relacionan que creemos que ya sabemos algo y a lo que preferimos saber, este último reflejando nuestra predisposición hacia ciertos conocimientos en específico. Es difícil reconocer una buena respuesta si nunca hacemos la pregunta porque ya lo sabemos. Más difícil aún es reconocer lo que los datos implican si preferimos saber otra cosa, porque la otra cosa nos hace sentir bien, nos alivia nuestra conciencia o reduce nuestra incomodidad personal. 

Finalmente, tenemos el obstáculo de creer. Este libro no fue publicado para impartirles creencias a sus lectores. Lo que creen o no creen es un asunto exclusivamente suyo. Lo que intento hacer es exponerlos a los hallazgos del área de la sexología y posibles interpretaciones desde un punto de vista psico-social y humanista. Y lo único que espero es que el lector entienda la diferencia entre lo que se sabe dentro del área de la sexualidad humana y lo que es un mito social. 

Muchos de los primeros mitos sociales que tenemos que confrontar tienen que ver con la interpretación general misma de lo que es la sexualidad. Muchas personas aseveran que la sexualidad es el producto de su aspecto biológico. Dentro de este concepto, la sexualidad es determinada por la estructura biológica (como por ejemplo el pensar que la única conducta sexual natural es el coito debido al acoplo de la vagina y el pene). Una variante de este tema es el atribuir la sexualidad a la fisiología de la persona, como por ejemplo la suposición de que el exceso de testosterona en el hombre lo impulsa a cometer crímenes sexuales. Relacionadas a estas dos perspectivas está la suposición que la sexualidad humana es controlada por fuerzas instintuales que nos guían ciegamente a través de nuestras vidas. 

Por el lado opuesto, hay personas que proponen que la mente es lo que controla la sexualidad, como por ejemplo la suposición de que el estar expuesto a pornografía aumenta los actos criminales sexuales. Y finalmente están esas personas que proponen que la sexualidad es un producto social creado por los medios de comunicación y la cultura misma. 

El problema de las interpretaciones anteriores está en creer que cualquiera de esos factores es la explicación de nuestra sexualidad. La sexualidad humana no es meramente el producto del cuerpo, de las hormonas, de la mente o de la cultura. Nuestra experiencia interna de nuestra sexualidad es el resultado de interacciones complejas entre todos los factores. Este modelo interactivo de la sexualidad se interesa en explicar cómo los seres humanos responden a su ambiente erótico y crean su propia sexualidad.

El Factor Biológico

Dentro de este factor tenemos la estructura de los órganos sexuales y áreas eróticas del cuerpo y las diferentes funciones que el ser humano les pueda asignar, limitado solamente por su creatividad. Las hormonas sexuales (testosterona, estrógeno y progesterona) liberadas por los gónadas (testículos y ovarios) y la glándula suprarrenal son hormonas que agilizan los procesos sexuales y tienen la función de proveer energía física al sistema al mismo tiempo que lo hacen más sensitivo a estímulos eróticos. El factor biológico envuelve temas tales como reproducción, control de la fertilidad, los procesos de excitación sexual, desarrollo sexual, ciclos fisiológicos y los cambios asociados a ellos y la apariencia corporal de uno, entre otros.

El Factor Psicológico

. El factor psicológico incluye varios procesos mentales. Nuestra sexualidad hoy es afectada por lo que recordamos de nuestras experiencias pasadas. Como por ejemplo, una persona sobreviviente de abuso sexual severo en la niñez puede que en el presente responda negativamente a todo estímulo sexual. La sexualidad también es afectada por cómo conceptualizamos en general y en específico la sexualidad. Este aspecto envuelve nuestras actitudes hacia todo lo sexual y nuestra ética. La ética incluye los asuntos de bien y mal, debo o “no debo” hacer algo. Nuestra ética usualmente es basada en nuestra religión, pero también puede originar de la vida práctica y de los conceptos humanistas relacionados a la integridad del ser humano. Además en el factor psicológico vemos el rol de las emociones, de la motivación, y de la manera en la cual uno se expresa.

Otro aspecto psicológico importante lo es la fantasía sexual. Tenemos la habilidad de pensar en  actividad erótica en ausencia de estímulos eróticos externos. Las fantasías sexuales pueden ser usadas para inducir una respuesta sexual física en el cuerpo, aumentar una respuesta ya en progreso, la fantasía puede que sea un ensaño mental de algo que queremos hacer, o sencillamente la fantasía sexual puede que sea para entretenerse en un rato aburrido.

El Factor Socio-Cultural

. Los aspectos bio-fisiológicos y psicológicos no existen en un vacío. La cultura nos dice cómo debemos interpretar los estímulos sexuales que nos rodean, y más importante aún, la cultura le enseña a uno como debemos responder a los estímulos eróticos. La enseñanza cultura (aculturación) ocurre sutilmente y a través de multitudes de medios desde que nacemos y por tal razón lo que se aprende sobre la sexualidad existe dentro de la persona sin algún recuerdo específico de que fuimos adiestrados cuidadosamente durante el proceso de crianza. Es por esa sutileza de enseñanza que se nos hace bien fácil pensar que nuestras respuestas sexuales son naturales e innatas  (instintuales) cuando en realidad fueron aprendidas.

Todas las culturas desarrollan explicaciones sobre la sexualidad. Estas explicaciones envuelven todo lo que tiene que ver con la sexualidad, desde las posiciones correctas para tener relaciones sexuales hasta nuestros más íntimos sentimientos y reacciones. Estas creencias culturales son parte de nuestro estilo de reaccionar eróticamente. Las creencias culturales se desarrollaron a través de los tiempos porque proveían para la satisfacción de las necesidades humanas. Las creencias son dinámicas también, entiéndase con esto que son sujetas a cambio a través del tiempo, especialmente si ya no satisfacen las necesidades humanas que antes satisfacían. Estas creencias son válidas dentro la cultura dónde se desarrollaron y dentro de la época histórica en la cual tienen vigencia. No es muy buena idea evaluar creencias culturales en términos de si son verdad o no, sino que se deben mirar en términos de si son útiles o no. Muchas actitudes nuestras hacia la sexualidad vienen de las creencias culturales que tenemos. Y muchas de las creencias culturales sobre la sexualidad tienen su origen en las creencias religiosas de la cultura.

Aparte de las creencias culturales, la sociedad también nos enseña a través de los libretos sociales (concepto similar a los guiones que usan los actores para actuar una obra). Desde pequeños hemos aprendido cómo actuar en todo tipo de situación social. A veces el aprendizaje es formal, cómo por ejemplo, todos y todas sabemos lo que es el matrimonio y cómo actuar pues hemos visto el rito de boda innumerable veces (en vivo o en ficción). Tal como en los cuentos de hadas, sabemos que algún día encontraremos a la persona específica con el cual, o la cual, viviremos felizmente hasta que la muerte nos separe. Muchos de estos libretos sociales son aprendido sutilmente y no siempre podemos detectar dónde y cómo aprendimos algo. El tema de los libretos sociales se torna muy interesante cuando hablamos de género, pues la sociedad elabora diferentes libretos para hombres y para mujeres con consecuencias impactantes en nuestras vidas.   

 Tal vez el factor socio-cultural más impactante en la sexualidad es la religión. La religión es la fuente de las creencias culturales y del afecto emotivo relacionado a todo lo sexual. Ambas cosas nos inclinan a actuar de una forma y no de otra. En la psicología, actitud se define como sistema de creencias, afecto y predisposición a actuar de una forma en particular. Más adelante veremos cómo la religión afecta nuestras actitudes sexuales.

Otros factores socio-culturales son la familia y la dinámica asociada a ella, los mores formales (leyes) e informales (ritos) de la sociedad, el proceso de aprendizaje formal en las escuelas, los medios de comunicación, y la comunidad, entre otros.

Algunas Perspectivas Sobre la Sexualidad

El Sexo es Procreación. La única interpretación que muchas personas tienen de la sexualidad es su aspecto procreador. El sexo es para tener hijos. Esta es la perspectiva que la religión cristiana asumió durante los primeros siglos y que muchas denominaciones y muchas culturas aún mantienen. Si uno cree que el sexo es sólo para procrear, entonces sólo un hombre con una mujer debe tener sexo. La única forma válida de tener sexo sería coito. Las personas muy jóvenes o viejas no tuvieran por qué tener sexo. El único estilo de vida aceptable para los adultos que tienen relaciones sexuales sería el matrimonio (institución social que provee para la crianza de los hijos). La excitación sexual femenina no sería necesaria, sólo que el hombre esté excitado sexualmente para que la penetración vaginal pueda ocurrir.

El Sexo Relacional (Hacer el Amor). Algunas personas han sugerido que el sexo es una forma de compartir la intimidad emocional con otra persona. Este intercambio sexual contribuye a mantener el vínculo entre personas casadas a través de sus vidas. Martin Lutero propuso esta idea como una alternativa al sexo procreador cuando él comienza la Reforma Protestante de la religión Cristiana en el siglo XVI. Esta perspectiva requiere que las personas tengan establecido un vínculo adecuado de intimidad emocional y compenetración. Limita menos la conducta sexual ya que no implica la necesidad de procrear, aún así, el punto de vista de Lutero asumía que había una relación formal (matrimonio) existente. Esta posición puede coexistir con la posición procreadora, como lo hace la Iglesia Católica hoy día.

El Sexo Casual (sexo por placer). Esta perspectiva ha sido popularizada por diferentes medios de comunicación y entretenimiento, especialmente las películas. La perspectiva enfatiza el aspecto placentero y de entretenimiento de una interacción sexual. El enfoque está en el placer físico de una relación sexual y en pasar un buen rato sin necesidad de formar compromisos. Lo único que se asume es que ambas personas están interesadas y no tienen planes más allá del momento. Nuestra sociedad no aprueba esta perspectiva sexual, aunque es bastante común.

El Sexo Clínico. Actividad sexual cuyo enfoque es terapéutico, como el uso de parejas sustitutas (surrogate partners) en algunas terapias sexuales que requieren que el (la) cliente interaccione con su pareja, la cual no está disponible o no existe y por lo tanto tiene que ser sustituida por una persona contratada para tomar su lugar. No es muy común debido a las leyes estatales que prohíben la prostitución (intercambio de sexo por dinero).

Sexo Ilegal. Aquí caen todas las formas de tener sexo que la sociedad formalmente prohíbe a través del código penal. En Puerto Rico y en los Estados Unidos, las siguientes actividades sexuales son ilegales: sexo con una mujer que no ha consentido (violación), sexo con personas menores de edad, sexo con personas de su mismo género, cualquier acto de sodomía (entiéndase contacto boca-genitales y sexo anal; las leyes que prohíben la sodomía fueron anuladas en una decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el 2003, debido a que representan una incursión inaceptable en la intimidad de una pareja), aún en personas casadas, sexo entre personas no casadas (fornicación), sexo por dinero (prostitución) y sexo con animales (bestialidad). 

La Sexología

     La sexología es el estudio científico de la sexualidad. El rol de la sexología es el comprobar las suposiciones que se hacen sobre la sexualidad usando el método científico que enfatiza el uso de evidencia empírica (empírica: observado a través de los sentidos). No es una área fácil de estudiar debido a que se trata de un tema que es mayormente privado para nosotros. Además, a nivel social existen mitos, exageraciones, secretos y juicios de valores que interfieren con el método científico que también requiere objetividad de parte del observador.

Metas de la sexología

Comprender. Se refiere a entender las relaciones entre las variables de interés; cómo interactúan entre sí; cuál variable causa cuál efecto. También se refiere a la interpretación que le damos a los resultados de una investigación.

Predecir. Si uno entiende las relaciones entre las variables, uno puede predecir, eso es, especificar que si ciertos prerrequisitos se establecen, entonces se observarán ciertos efectos. El predecir se refiere a poder indicar los prerrequisitos (las causas) y poder indicar los efectos que se observarán y así el investigador o la investigadora puede confirmar o refutar la hipótesis propuesta.

Controlar conducta. Se refiere a que si uno entiende la relación entre las variables de interés, y eso es comprobado a través de ver si una predicción es apoyada por las observaciones hechas, entonces uno puede cambiar la situación a través de controlar las causas del efecto en cuestión. Como por ejemplo, si uno entiende que existe una relación fuerte entre la culpabilidad sexual y el no usar contraceptivos de una manera confiable, entonces uno puede intentar reducir la culpabilidad sexual de una persona y así mejorar la eficacia del uso de contraceptivos.

El Método Científico

Estudios no‑experimentales

La diferencia básica entre los estudios no experimentales y los experimentales tiene que ver con si se puede establecer una relación de causa y efecto entre las variables. Los estudios no‑experimentales no pueden establecer causa y efecto, sólo pueden demostrar relaciones entre las variables observadas.

Estudio de caso: En un estudio de caso se examina en detalle y profundidad a una sola persona (el caso). Puede incluir una multitud de diferentes tipos de observaciones tales como pruebas, escalas de actitudes, diarios, información de otras personas, récordes de las escuelas o empleos, etc. Tiene la ventaja que se puede explorar en profundidad a la conducta, a los pensamientos y sentimientos de la persona. Desafortunadamente, tiene las desventajas de que no se puede generalizar a la población general, que los datos pueden tener errores debido a problemas de la memoria de la persona y que no es un método que se presta muy bien para todo tipo de problemas de investigación.

Encuestas: La gran parte de la información que sabemos sobre la sexualidad viene de las encuestas. Éstas pueden ser cuestionarios o entrevistas y mayormente se hacen con grupos grandes. Tiene la ventaja que es bastante barata de hacer considerando que se puede obtener mucha información de una sola encuesta. Sin embargo, puede sufrir de problemas tales como sujetos que no responden, sesgo ("bias") demográfico e información incorrecta debido a errores de memoria o falsificación de respuestas. Las encuestas se pueden hacer distribuyendo las preguntas a grupos grandes de participantes o se pueden hacer en forma de entrevista personalmente con los participantes.

Observación directa: El investigador observa y anota las respuestas de los sujetos. Este método hace casi imposible la falsificación de los datos y las observaciones, si son grabadas en video o cinta de voz, se pueden mantener por largos tiempos y reobservar. La problemática aquí es que el acto de observación puede que afecte a la conducta del sujeto y que el ambiente del laboratorio se sienta como artificial.

Estudios Experimentales

Como mencionado anteriormente, causa y efecto se puede establecer con el método experimental. La razón que se puede establecer causa y efecto es que en un experimento se controlan las variables de manera tal que sólo una variable se varía (manteniendo las otras constantes) y se observa qué sucede con la variable de interés (si ésta varía directamente junto con la que se causó que variara). Estos dos tipos de variables son la variable independiente, que es la que el investigador causa que varíe, y la variable dependiente, que es la que se observa. La independiente es la causa propuesta y la dependiente es el efecto propuesto.

Por ejemplo, un investigador quiere saber si el ver pornografía de contenido violento causa una predisposición a violencia contra la mujer. El investigador divide aleatoriamente a los sujetos a dos grupos. A un grupo le da a ver pornografía sin violencia y al segundo grupo le da a ver pornografía de alto contenido de violencia hacia la mujer. Después de varios días, a ambos grupos se le da un cuestionario que mide actitudes hacia la violencia contra la mujer. Digamos que los resultados indican que el grupo que vio pornografía de contenido violento tenía actitudes más favorables hacia la violencia contra la mujer en comparación al grupo que vio pornografía pero no de violencia. Si la separación aleatoria de los grupos aseguró que los dos grupos eran equivalentes al principio del estudio, podemos llegar a la conclusión que la exposición a la pornografía de alto contenido de violencia hacia la mujer causó el cambio hacia tener actitudes más favorables hacia la violencia contra la mujer.

Variables Control: Las variables control en un experimento son esas variables que pueden afectar a la variable de interés (la variable dependiente) pero que no se están estudiando y hay que asegurar que sus efectos sean nulos. Por ejemplo, una variable control en el ejemplo de la pornografía violenta v. no violenta sería el nivel de educación de los participantes. Para que el experimento pueda ser interpretado, tuviéramos que asegurar que ambos grupos de sujetos (los que vieron pornografía violenta y los que vieron pornografía no violenta) tengan los mismos niveles de educación, ya que el nivel de educación puede que sea una variable que se relacione a la aceptación de violencia contra la mujer. De este modo, toda variable que pudiera causar un efecto a la aceptación (la variable dependiente) tuviese que ser controlada.

Definiciones Técnicas

Poblaciones y Muestras

La población se refiere al conjunto de personas que tienen que ver con el problema que investigamos. Por ejemplo, si yo estoy interesado en estudiar el uso de contraceptivos en adolescentes Puertorriqueños, mi población sería todos los Puertorriqueños entre 13 y 19 años de edad. Una muestra se refiere a un subgrupo de la población que puede variar en tamaño desde 1 hasta la totalidad de la población. Hay varios tipos de muestras.

Muestra representativa: Es la muestra ideal, nos da un nivel de error de estimado más bajo. La muestra representativa se define como un subgrupo de la población que tiene la misma proporción a la población en todas las variables sociodemográficas (por ejemplo, la muestra tiene el mismo por ciento de mujeres que hay en la población, el mismo por ciento de personas católicas, episcopales, judíos, ateos, etc. y así en todas las variables). Como pueden imaginarse, una muestra representativa es sólo un concepto de lo ideal y es virtualmente imposible encontrar a un subgrupo de la población que verdaderamente sea "representativo".

Muestra aleatoria: Es lo que en práctica se usa. La definición es: una muestra que se sacó de una población a través de un método aleatorio y donde todas las personas de la población tenían la misma probabilidad de ser sacadas a la muestra.

Muestra estratificada aleatoria: Una muestra estratificada es una donde se han mantenido iguales algunas de los "estratos" sociodemográficos, como por ejemplo, si la población de interés tiene un 60% de hombres y 40% de mujeres, uno saca una muestra y la fuerza a que sea 60% de hombres y 40% de mujeres también. Para escoger a los hombres y mujeres que van a participar, entonces se usa el método aleatorio, y ahí entonces tenemos una muestra estratificada y aleatoria.

Muestra de conveniencia: A veces lo único que se puede hacer es sencillamente usar una muestra de las personas disponibles a participar, como por ejemplo, usar a todos los estudiantes que cursan los cursos de Introducción a la Psicología como representantes de todos los estudiantes de la universidad. Las muestras de conveniencias (que son muy usadas en las investigaciones) pueden sufrir de sesgos ("biases") serios. )Pueden notar que sesgos pueden estar presentes en la muestra de estudiantes de las clases de Introducción a la Psicología? (algunos sesgos son: son más jóvenes y tienen menos créditos completados que el/la estudiante promedio de la universidad).

Ética de Investigación

La ética de investigación exige que se sostenga el bienestar, dignidad, derechos y seguridad física, psicológica y emocional de los participantes en investigaciones. El principio más básico es que la persona que participa debe salir a lo menos igual que como llegó, y preferiblemente, mejor de como llegó. La ética reconoce varios derechos de los participantes, entre ellos, el consentimiento informado que se refiere que antes de participar, el sujeto tiene que ser enterado de lo que se va a requerir que haga y de cualquier riesgo que pueda tener el participar y que consienta a participar sólo después de haber sido enterado. Los participantes también tienen el derecho de dejar de participar cuando quieran sin ser penalizados por esto. La coerción no es permitida. La participación de los sujetos siempre es confidencial; si se le dice además que la participación es "anónima", tiene que ser verdad. Si se tiene que engañar al participante por alguna necesidad (como por ejemplo, no diciéndole lo que se está estudiando para que el participante no sea afectado por sus expectativas), después del experimento tendrá que ser enterado de lo que se estudiaba, porque no se lo dijeron y se le tiene que dar la oportunidad de retirar sus datos si así desea hacer el participante (el tema de engañar o la decepción del sujeto, es el tema de más controversia que tenemos en la ética de investigación).

Retos a la Sexología

En la época moderna, el estudio de la sexualidad humana tiene ante sí varios retos muy importantes, como lo son:

El Problema de los Embarazos no Deseados en la Adolescencia

La sociedad moderna se enfrenta a la situación donde el 20% de los niñas adolescentes están teniendo hijos e hijas, cuando ellas mismas todavía no han madurado a la adultez. Estas adolescentes que al embarazarse, la mayoría de ellas dejan de estudiar y se estancan en un ciclo vicioso de pobreza representan una pérdida al potencial intelectual y contributivo de nuestra sociedad.

El Problema de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)

Varias enfermedades de transmisión sexual, especialmente el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), están aumentando dramáticamente en la población. Varios métodos de prevención han logrado frenar un poco el problema. Sin embargo, el problema todavía existe y mejores métodos de prevención se tienen que desarrollar hasta que la ciencia médica desarrolle alguna forma de eliminar el problema. No se puede esperar hasta que la suerte ayude a la medicina a descubrir la bala que mata al VIH.

El Problema del Sexismo

El perjuicio y discrimen que la sociedad practica sobre la mitad de las personas basado solamente en el género. Los efectos nocivos del machismo, que en su forma más negativa causa daños físicos y hasta la violación y muerte a muchas mujeres a manos de hombres que creen (y cabe decir, auspiciado por las mismas creencias culturales) que ellos tienen todo el derecho sobre el cuerpo de las mujeres, y en su forma menos dramática, pero con daños igualmente negativos, en la denegación de los mismo derechos que los hombres disfrutan de aspirar al desarrollo de sus potenciales con las mismas oportunidades de éxito en nuestra sociedad.

El Problema del Heterosexismo

El perjuicio y discrimen que la sociedad practica y auspicia contra esas personas que no conforman al molde heterosexual y al molde de los géneros. El heterosexismo también causa daños físicos y hasta la muerte de personas que sencillamente son "diferentes" a la mayoría de la población y daños psicológicos y emocionales relacionados al rechazo social y familiar que muchas personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero tienen que sufrir en la sociedad y hasta en sus propias familias. La homofobia que lleva a muchas personas a creer que personas no heterosexuales son una clase de seres humanos inferiores y que no ameritan los mismo derechos humanos acordados a personas heterosexuales. 

Pioneros en el Área de la Sexología

S. A. D. Tissot (1728-1797)

Tissot fue un médico del siglo 18 que junto a una gran parte de la medicina señaló los supuestos males asociados a la masturbación (en ese entonces llamada onanía). Según popularizado por la ciencia médica, la masturbación excesiva era la raíz de todo mal físico, psicológico y hasta moral de los seres humanos. Tissot propuso que la masturbación desgastaba los fluidos del cuerpo causando un desbalance y consecuente debilidad física. La gran parte de los mitos que hoy día tenemos sobre la masturbación nacen en esta época histórica y estas ideas tuvieron gran influencia en las proposiciones “científicas” de Krafft-Ebing. 

Richard von Krafft‑Ebing (1840‑1902)

Krafft‑Ebing fue un profesor de psiquiatría en Vienna, Austria durante la época Victoriana. Su legado a la sexología fue la publicación de su libro Psychopatia Sexualis, en el 1886 y el hecho que él legitimizó el estudio científico de la sexualidad humana. El libro se basa en los estudios de casos que él hizo sobre personas sadistas, masoquistas, fetichistas y homosexuales. Su libro describe los orígenes, los peligros, y el desarrollo de las "aberraciones" sexuales, entendiendo nosotros que para esa época histórica, toda conducta sexual no procreativa era visto como una "aberración" sexual. Krafft‑Ebing concordaba con Tissot en que la masturbación era la raíz de todo las aflicciones sexuales. Lo que tal vez más destaca el trabajo de Krafft‑Ebing fue su presentación.  

Su libro coge al tema de las perversiones sexuales y las analiza (aunque erróneamente) objetivamente. Psychopatia Sexualis se convirtió en el manual de trastornos psicológicos sexuales de esa época y estuvo en vigor hasta los 1960s. De este manual origina la idea de que la masturbación es patológica y el peor mal que afligía a la sociedad de la época Victoriana. Según Kraftt‑Ebing, la masturbación pervertía a la persona cada vez más hasta que progresaba a actos aún más "aberrantes" y así. La mayor parte de la evidencia estaba en las observaciones hechas con personas que tenían problemas mentales y en ningún momento Krafft‑Ebing pensó comparar la conducta de masturbación en personas que no demostraban tener problemas mentales. Es muy importante entender que la psiquiatría moderna rechazó el modelo de Krafft‑Ebing en los 1970s y que lo que hoy día se reconoce como psicopatología sexual es muy diferente a lo que se consideraba en la misma psiquiatría apenas 40 años atrás. Algo muy importante de tener en mente cuando se leen libros en la biblioteca sobre este asunto. 

Havelock Ellis (1859‑1939)

Havelock Ellis se propuso a liberar a la sociedad de las inhibiciones sexuales que prevalecían durante la época Victoriana. Para Ellis, la sexualidad era el centro del ser humano, una de sus palabras más conocidas fueron "nunca podremos entender lo que es la vida hasta que no comprendamos lo que es la sexualidad" (Strong, DeVault y Sayad, 1996, p. 53, traducción mía). Ellis era un sociólogo y en sus estudios publicados durante el final del siglo 19 y principios del siglo 20, él señaló a la relatividad de los valores morales sexuales y cómo éstos dependían de la cultura en particular. Sus estudios (similar al caso de Kinsey más adelante) indicaban la alta frecuencia de la masturbación en personas relativamente sanas, lo cual desmentía las ideas de Tissot y de Kraftt‑Ebing de que la masturbación era un gran mal que afligía a la sociedad. También fue una de las primeras personas en señalar a datos científicos que indicaban que las mujeres eran tan sexuales como el hombre y por lo tanto tenían los mismos derechos a tener satisfacción sexual. En relación a otras variantes patológicas sexuales de esta época histórica, Ellis propuso que eran exageraciones de variantes normales. En respecto a la homosexualidad, Ellis propuso que ésta era congénita y por lo tanto, no podía ser un pecado ni vicio, ni un acto criminal. Las personas nacían homosexuales, no se hacían homosexuales. Desafortunadamente, la sociedad de la época Victoriana veía a la sexualidad como pecado y no estaba dispuesta a cuestionar esos mores sociales. Ellis no tuvo un impacto fuerte en cambiar tales actitudes sociales. Su visión positiva de la sexualidad se adelanta por casi un siglo. 

Magnus Hirschfeld (1868‑1935)

Hirschfeld fue responsable por cambiar la actitud de Europa sobre la homosexualidad. Él propuso una teoría que señalaba que el origen de la homosexualidad venía de diferencias hormonales. Más importante aún, fue el efecto que él tuvo en cambiar la interpretación social de la homosexualidad de un punto de vista de perversión moral a uno de desbalance hormonal (para ponerlo más claro, cambiarlo de pecado a enfermedad). Hirschfeld fundó lo que tal vez fue la primera organización para promover los derechos civiles de personas homosexuales y acuñó el uso de la palabra "homosexual" misma para describir esta orientación sexual. 

Sigmund Freud (1856-1939)

Freud es tal vez la persona que más influencia ha tenido en la psicología moderna. La mayor parte de la psicología o sigue muchas de las ideas propuestas por él, o refleja una reacción hacia las mismas. En relación a la sexualidad, Freud propuso varios conceptos, que, en la época Victoriana fueron alarmantes. Primero, el propuso que el instinto sexual se manifestaba desde el nacer, reconociendo la sexualidad infantil y de la niñez. Este instinto sexual se manifestaba en diferentes formas según se desarrollaba a través de lo que él llamó las etapas del desarrollo psico-sexual. La personalidad consistía de varios procesos que representaban a) las fuerzas internas primitivas instintuales (el id), b) las fuerzas externas sociales que intentan controlar los impulsos instintuales (el super ego) y c) el aspecto ejecutivo de la personalidad que funcionaba en relación a la realidad (el ego). Las fuerzas instintuales se manifestaban con la energía sexual o libido producida por el instinto sexual (Eros) y con la energía agresiva producida por el instinto de la muerte (Thanatos). Según Freud, el proceso de maduración envolvía el cambiar el fin de estas energías sexuales de un fin egoísta a uno que tenía beneficio social, como por ejemplo, el deseo egoísta de satisfacerse sexualmente a través de la masturbación a la satisfacción sexual con su pareja para procreación.

Otra contribución muy importante de Freud fue el señalar que los eventos en la niñez tenían un gran impacto en el desarrollo de la personalidad. La sociedad de ese entonces pensaba que los niños eran inmunes a estos efectos. En respecto a la formación de la identidad de género, Freud propuso los complejos de Edipo (en nenes) y de Electra (en nenas). Básicamente, los complejos envuelven el desarrollo de deseos eróticos al progenitor del otro sexo y deseos agresivos al progenitor del mismo sexo. Los complejos se resuelven a través de dos diferentes procesos de identificación los cuales causan que los niños adquieran la masculinidad de su padre al identificarse y las niñas adquieran la feminidad de su madre.

Lo importante de la contribución de Freud es que él señaló la importancia de la sexualidad en el ser humano y su origen biológico. La sexualidad es parte del cuerpo cuando nacemos. 

Alfred Kinsey (1894-1956)

El comienzo de la sexología como una de las áreas del quehacer científico en las universidades de los Estados Unidos se le atribuye al Dr. Alfred Kinsey de la Universidad de Indiana. Kinsey fundó el Instituto Para la Investigación Científica de la Sexualidad localizado en Bloomington, Indiana (el cual todavía existe) y se dedicó a estudiar la conducta sexual humana en hombres y mujeres. Sus dos informes de más fama (La Conducta Sexual de Hombres y La Conducta Sexual de las Mujeres) fueron publicados a finales de los 1940s y al principio de los 1950s. Estos dos informes de investigación desataron un interés enorme sobre la sexualidad humana y también comenzaron el proceso de identificar y corregir los mitos prevalentes sobre la sexualidad. Kinsey usó el método de encuestas por entrevistas y para resolver los problemas relacionados al muestreo, él intentó usar el 100% de la población seleccionada para estudio.

Aunque muchas personas fuera de la ciencia han criticado los métodos de Kinsey, queda el hecho de que muchos de sus hallazgos han sido apoyados por otras investigaciones que le siguieron. Dentro de la ciencia se reconoce que los métodos de Kinsey tal vez no fueron los mejores para usar, pero en ese momento, eran los mejores disponibles para él. Lo importante es que él despertó la curiosidad científica sobre la sexualidad humana y junto con eso una curiosidad y necesidad de saber en el público en general lo cual impulsó la educación sexual de la sociedad, sacando así a la sexualidad de la oscuridad del tabú que sólo permitía explicaciones moralistas religiosas (y cabe decir, muy alejadas de la realidad del ser humano). No es sorprendente que las personas que quieren esconder a la sexualidad en esa oscuridad pasada ataquen a Alfred Kinsey. Críticas válidas a los estudios de Kinsey señalan que resalta más el aspecto conductual que el aspecto psicológico, debido que él tenía un afán de poder "cuantificar" lo que se estudiaba. 

Virgina Johnson (1925-  ) and William Masters (1915-2001)

La pareja de investigadores conocida como Masters y Johnson fueron unos pioneros en el área de la investigación biológica de la sexualidad humana. Impulsados por el interés de ayudar a las personas con problemas de funcionamiento sexual, ellos estudiaron los procesos bio‑fisiológicos que se envolvían en el acto sexual. Sus estudios eventualmente envolvieron la observación directa de sobre 10,000 actos sexuales incluyendo la masturbación y el coito. Estas observaciones en casi todos los casos fueron hechas a través de maquinarias diseñadas para detectar los cambios en el cuerpo a través del acto sexual. Tal vez uno de sus mayores contribuciones a la sexología fue el modelo de la respuesta sexual humana propuesto en el 1966 (ver capítulo de la fisiología). Otras contribuciones importantes fueron: la respuesta sexual de hombres y de mujeres eran mucho más similares que diferentes; las mujeres llegaban al orgasmo a través de estimulación clitorial y no vaginal,  desmintiendo la aseveración de Freud de que el orgasmo "vaginal" era el orgasmo típico de la mujer madura, legitimizando así la masturbación femenina.

Otra área donde ellos se destacaron fue en el área de terapia sexual. La publicación del libro Incompetencia Sexual Humana en el 1970 revolucionó el concepto de terapia sexual. En el libro ellos destacan la idea de que los problemas sexuales más se relacionan a la falta de información y pobre comunicación en la pareja que a cualquier otros problemas, especialmente esos que implicaban trastornos mentales profundos. Destacando el énfasis en la educación, muchas de sus métodos de terapia incluían "asignaciones" para que los clientes practicaran en sus casas.

Desafortunadamente, los trabajos que ellos publican después comenzaron a alejarse más y más del rigor científico y fueron criticados en la ciencia por falta del mismo (interesantemente, estos trabajos son aplaudidos por los mismos campos no científicos que critican a los otros pioneros). Especialmente criticado son los escritos de Masters y Johnson sobre terapia de reasignación de orientación sexual. La psiquiatría a lo mismo que la psicología rechazaron los hallazgos debido a que Masters y Johnson primero que nada, no demostraron el efecto de cambiar la orientación sexual a largo plazo y peor aún, no estudiaron el efecto del intento del cambio en el cliente. Estudios modernos indican que en muchos casos, el intento de cambiar la orientación sexual de una persona puede resultar en daños a la vida sexual del cliente. Otro libro muy criticado a nivel científico fue su libro sobre el SIDA. Este libro fue criticado por ambos los investigadores sexuales y las autoridades de salud pública de los Estados Unidos.