Home ] Up ] CAPÍTULO 1 ] CAPÍTULO 2 ] [ CAPÍTULO 3 ] CAPÍTULO 4 ] CAPÍTULO 5 ] CAPÍTULO 6 ] CAPÍTULO 7 ] CAPÍTULO 8 ] CAPÍTULO 9 ] CAPÍTULO 10 ] CAPÍTULO 11 ] CAPÍTULO 12 ] CAPÍTULO 13 ] CAPÍTULO 14 ] CAPÍTULO 15 ] CAPÍTULO 16 ] CAPÍTULO 17 ] REFERENCIAS ]

 

CAPÍTULO 3

 

ANATOMÍA DE LA MUJER

 

 

 

 

Anatomía de la Mujer

La Gráfica 1, a continuación, visualiza las diferentes partes de los órganos sexuales externos femeninos. 

 

Gráfica 1. Las diferentes partes anatómicas de los órganos sexuales femeninos.

La vulva es el nombre que se le da al aspecto externo de los genitales de la mujer. Consiste de el monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris, la apertura de la vagina, la apertura de la uretra y los vellos púbicos que rodean al área genital.

El monte de Venus se encuentra arriba de la los labios mayores, sobre el hueso cúbico. Consiste de tejidos que almacenan grasas, entre la piel y el hueso. También contiene multitudes de terminales de tacto, por lo tanto, puede producir sensaciones sexuales placenteras. Está cubierto de vellos púbicos (puede variar entre esparzo y espeso de mujer a mujer). Durante la excitación sexual, las secreciones vaginales pueden ser atrapadas en los vellos púbicos y aumentar la intensidad de los olores relacionados a actividad sexual (excitante para muchas personas).

Los labios mayores se extienden hacia abajo desde el monte de Venus y desde los muslos hacia los labios menores; forman la periferia de la vulva. Los lados hacia los muslos están cubiertos de vellos púbicos y los lados hacia los labios menores es lisa y sin pelos. Tiene construcción similar al monte de Venus.

Los labios menores les siguen hacia adentro a los labios mayores. Tienden a extenderse más afuera de los labios mayores. Se unen en la parte superior y forman el prepucio, o caperuza, del clítoris. Contienen multitudes de glándulas (sudor y aceites naturales de la piel), vasos sanguíneos y terminales de tacto. Varían en forma y tamaño de mujer a mujer. También son capaces de producir intensas sensaciones placenteras.

El clítoris consiste de la raíz ("crura"), del tronco ("shaft") y del glande. El clítoris contiene tejidos eréctiles que se llenan de sangre y producen una erección. Aunque mucho más pequeña que el pene (shaft y glande) del hombre, el clítoris tiene la misma cantidad de terminales de tacto, que producen sensaciones muy intensas debido a su concentración. MITO: La gente persiste en creer que la estimulación a la vagina produce las sensaciones que llevan a la mujer al orgasmo (orgasmo vaginal). Datos empíricos, desde hace varias décadas atrás, indican que la excitación del área del clítoris es la que se relacionan a llevar a la mujer al orgasmo (orgasmo clitorial). Este mito viene de Freud, quien relacionó el orgasmo "maduro" al acto de coito (recuerden que la proposición de sexo por procreación en la mujer fue la idea dominante durante el siglo 19 y 20).

El vestíbulo se refiere al área inferior entre los labios menores que rodean a la entrada de la uretra y la entrada de la vagina. Esta área también es sensitiva al tacto.

La entrada de la uretra se encuentra entre el clítoris y la entrada de la vagina. Noten que la uretra, en la mujer, no forma parte directa de los genitales envueltos en el acto de coito.

La entrada de la vagina ("introitos") se encuentra en la parte inferior del vestíbulo. Está, en parte, cubierta por el himen, que es un trozo de piel que puede variar en forma y espesor. El himen normalmente está presente al nacer y se sostiene hasta el primer acto de coito. Sin embargo, como el himen varía en espesor de mujer a mujer, si es fino, se puede romper fácilmente sin necesariamente ser durante coito. En otras mujeres puede ser tan espeso que interfiere con el primer coito. Se desconoce que funciones en realidad tiene el himen, más allá de proteger los tejidos vaginales temprano en el desarrollo. Estudios encuentran una relación entre la incomodidad (o dolor) que la mujer siente en su primer acto de coito y sus actitudes sexuales (mientras más negativas las actitudes, más sensaciones de dolor).

La vagina es un tubo colapsado de entre 3 y 5 pulgadas de largo. Se extiende desde el vestíbulo hasta el cerviz (cuello del útero) y el útero e inclinada hacia arriba en su parte interna. La vagina consiste de tres capas de tejidos: el tejido mocoso (la parte interna, que es similar a los tejidos de la boca), el tejido de músculos, mayormente presente en el tercio de la entrada. El tercer tipo de tejido es fibroso y mayormente está cubriendo los tejidos de músculos y tiene la función de conectar a otras estructuras y "anclar" a los tejidos de músculo. La vagina mantiene un ambiente más ácido que alcalino lo cual mantiene en buenas condiciones a las membranas mocosas. El ducharse y el uso de "sprays" femeninos puede alterar el equilibro y volver a la vagina más neutral o alcalina, aumentando la propensión a infecciones. Lo necesario para una buena higiene es bañarse con jabón suave y lavar entre las capas de tejidos de la vulva.

El sitio "G" (Grafenberg Spot) se encuentra dentro de la pared superior de la vagina, entre el tercio exterior y el tercio del medio. Ahí se encuentran las glándulas de Skene y ductos que se extienden hacia arriba hasta la uretra (recuerden que la uretra pasa por encima de la vagina, pero no conecta con ella). Se cree que esta área es homóloga a la próstata en el hombre. Investigaciones han indicado que en algunas mujeres está área produce sensaciones intensas que producen orgasmo y hasta líquido eyaculado. Esta conclusión es controversial a nivel científico ya que no es evidenciado en muchas de las mujeres estudiadas.

El cerviz (o cuello del útero) se encuentra al final y arriba del interior de la vagina. El os es el canal que conecta a la vagina y al útero, tiene el diámetro de la grafiíta de un lápiz. Los tejidos del os y del cerviz secretan moco que cambia de espesor según las etapas del ciclo menstrual. En contraste con las paredes vaginales que son suaves, el cerviz es más firme y si tocado se siente como la punta de la nariz.

La Gráfica 2 demuestra los varios órganos internos femeninos. A continuación, la explicación de ellos.

Gráfica 2. Visualización de los órganos internos femeninos.

El útero (o matriz) es un órgano parecido en forma a una pera con la punta mas estrecha hacia abajo. Consiste de tres capas de tejidos: el perimetrio que es la capa de afuera (análogo a la cáscara de la pera), el myometrio que consiste de dos capas de tejidos de músculos (una capa dirección arriba-abajo, la otra de dirección lateral, entretejidos ambas similar a una canasta), y el endometrio que es la capa interna. El endometrio varia en espesor según el ciclo menstrual y es rico en vasos sanguíneos y glándulas. Es en el endometrio dónde se implanta el zigoto.

Las trompas de Falopio se encuentran encima y una a cada lado del útero. Éstas conectan con el útero y terminan en unas extensiones llamadas fimbrias, que oscilan en los líquidos dentro del abdomen y atraen hacia si al óvulo. Dentro del tubo que conecta la apertura externa y la del útero hay pequeño vellos llamados cilia cuyo movimientos mueven al óvulo hacia la apertura del útero.

Los ovarios se encuentran cerca del término de las trompas de Falopio, uno de cada lado del útero. Están atados a las paredes pélvicas y al útero a través de ligamentos. Los ovarios son glándulas del sistema endocrino que liberan las hormonas estrógenos, la progesterona y producen y liberan regularmente los gametos femeninos (los óvulos). Al nacer, los ovarios ya tienen entre 40,000 y 400,000 óvulos inmaduros (llamados folículos); a través de su vida reproductiva, la mujer produce cerca de 450 óvulos maduros.

Las mamas (senos) son partes del desarrollo secundario (durante la pubertad) femenino. Consisten de tejidos adiposos y glándulas que producen leche. El número de glándulas no varía mucho entre mujer y mujer, pero los tejidos adiposos sí varía. Es por eso que algunas mujeres tienen senos grandes y algunas pequeños pero ambas producen cerca de la misma cantidad de leche materna después de un parto. En la punta de cada seno se encuentra un círculo de tejido más duro que la piel llamado la areola. En el centro de la areola se levanta el pezón, que es donde terminan los ductos que traen la leche de las glándulas. La forma de los pezones puede variar mucho de mujer a mujer; algunos sobresalen del cuerpo, algunos están justos a nivel de la areola, y aún otros pueden que estén hundidos en el seno. Cuando se estimulan con tacto, excitación sexual, o frío, músculos en la base de los pezones se contraen y causan que se levanten ("erección del pezón"). La estimulación a los senos, especialmente los pezones, producen placer sexual durante actividad sexual para muchas mujeres. Sin embargo, para algunas otras, esto puede ser desagradable.

Infecciones del Tracto Urinario en las Mujeres

Durante sus vidas, una de cada cinco mujeres experimentará una infección de la uretra, vejiga, o riñones. Las infecciones que avanzan hasta envolver a los riñones tienden a ser bastantes serias. La mayor parte de estas infecciones son causadas por bacterias que vienen del ano, del pene de su pareja, de cualquier objeto que haya puesto en contacto (Ej. vibrador) con la vulva, o de sus propias manos. Una vía de entrada es el limpiarse el ano con un movimiento de atrás hacia el frente, que puede dejar bacteria anal depositada en el vestíbulo (la manera higiénica es de limpiarse de enfrente hacia atrás). La manera más frecuente es a través de coito. Mujeres propensas a infecciones deben lavarse los genitales después de coito y también pedirle a su pareja que se lave los genitales antes de coito. Solo debe usar lubricantes a base de agua (KY Jelly) y NUNCA lubricantes a base de aceite (petroleum jelly). El uso de diafragmas también aumenta el riesgo de infecciones. El orinar después de actividad sexual también ayuda a reducir los riesgos.

Vaginitis. Vaginitis se refiere a infección de la vagina. Mayormente es facilitada cuando la acidez de la vagina se reduce y el ambiente deja de ser hostil a los organismos no nativos en la vagina. Condiciones que facilitan infecciones: diabetes, usar antibióticos, estrés emocional, dieta alta en carbohidratos, cambios hormonales debido a embarazo o uso de pastillas anticonceptivas, irritantes químicos (como el usar crema de suavizar las manos como lubricante cuando tiene coito), coito sin adecuada lubricación, calor y humedad producida por ropa interior de nylon, el menstruar (porque reduce la acidez vaginal). Infecciones vaginales crónicas de larga duración se relacionan a cáncer cervical, por lo tanto, es importante que la mujer reciba tratamiento cuando nota los síntomas.

Como Reducir los Riesgos de Infección:

1. dieta balanceada, baja en azúcar y carbohidratos refinados (ej. Reducir el pan blanco y reemplazar con pan integral).

2. vida balanceada (dormir un tiempo adecuado, hacer ejercicio, no embotellar las emociones).

3. baños regulares con jabón suave y agua, evite jabones perfumados.

4. limpiarse la vulva y el ano de alante hacia atrás.

5. use ropa interior de algodón. Evite usar nylon (el nylon no permite "respirar" a la piel).

6. Evite el uso de desodorantes femeninos, papel de inodoro a colores (la tinta puede irritar), baños de burbujas, toallas ya usadas por otras personas para lavarse o secarse.

7. Asegúrese que su pareja se ha lavado los genitales y las manos antes de la interacción sexual. Nunca permita que algo (pene, dedo u objeto) que haya estado en contacto con el ano se ponga en la vagina, sin haber sido lavado cuidadosamente antes con jabón anta bacterial.

“Fibroides” en el Útero. Fibroides son tumores de tejidos (usualmente músculos o tejidos que atan al útero al abdomen) que crecen hacia adentro e invaden al útero. Los fibroides son bastante comunes, afectando casi a una de cada cuatro mujeres. Hoy día hay dos posibilidades de tratamientos. Una (la tradicional) es la remoción total del útero (histerectomía), y la otra es el remover solamente la masa de tejidos que está causando al fibroide (myomectomía). La histerectomía deja estéril a la mujer mientras que la myomectomía, como solo envuelve la remoción de los tejidos del fibroide, permite que ella tenga futuros embarazos. Una mujer que tenga un fibroide debe consultar con su ginecólogo para determinar cuál es la mejor opción para su caso en particular.

Si el fibroide no es removido, éste puede crecer hasta simular la barriga de un embarazo. Además, al presionar contra la vejiga, produce problemas con el tracto urinario en la mujer afectada, aumentándole el riesgo de infecciones. También, los fibroides tienden a producir pérdida de sangre y esto puede manifestarse en síntomas de fatiga y anemia en la mujer. En algunos casos los tumores responden a drogas que reducen los niveles de estrógeno en la sangre de la mujer. Se debe notar, sin embargo, que si el tratamiento con drogas anta estrógenos se descontinúa, el tumor continúa creciendo de nuevo.

Mujeres pasado ya la menopausia tienden a no tener problemas relacionados a los fibroides, pues la producción de estrógenos ha terminado.

Fibroides y Quistes en las Senos. El área de los senos en la mujer también es propensa a desarrollar masas de tejidos no cancerosos similar a los fibroides del útero. Además, los líquidos producidos por las glándulas afectadas por los cambios de hormonas, pueden acumularse en la base de los senos así produciendo quistes líquidos que deforman al seno (fibroadenomas). Estos son causados por la inhabilidad del sistema linfática de drenar los líquidos excesivos. Aunque el 80% de los tumores en los senos tienden a ser de esta naturaleza, y benignos, toda masa anormal que la mujer note debe ser examinada por su ginecólogo para así asegurar que si es un tumor canceroso, éste reciba intervención temprana.

Cáncer del Seno. El cáncer del seno es solamente segundo al cáncer del pulmón en el número de muertes que causa anualmente en las mujeres. Los factores de riesgos son: historial de cáncer de seno en la familia (especialmente en la madre o hermanas), historial de haber tenido algún cáncer, el haber parido por primera vez tarde (después de los 30 años), el haber comenzado a menstruar más temprano de lo común, menopausia tardía y tener un historial de fibroides y quistes del seno. La mejor estrategia es una que envuelve la auto examinación de los senos por la mujer misma, junto con una examinación clínica por su ginecólogo (cada 3 años si es menor de 30 años y bajo factores de riesgos; anualmente si es mayor de 30 años o tiene altos factores de riesgos; con mayor frecuencia si así es determinado por su ginecólogo).

Cómo Hacer Una Auto Examinación de Sus Senos. Muchos de los factores de riesgos no pueden ser modificados. Sin embargo, la mujer puede ayudar a la detección temprana de masas anormales en sus senos a través de una auto examinación. La auto examinación envuelve los siguientes pasos:

1.  Recuéstese poniendo una almohada debajo de uno de sus hombros. Ponga el brazo de ese lado debajo de su cabeza.

2.  Usando las yemas de los tres dedos del medio, de la otra mano, palpe (apriete los dedos contra el  seno que está del mismo lado que el brazo debajo de su cabeza) comenzando en la base (donde notará un borde entre el seno y el cuerpo) y moviéndose en forma circular alrededor de su seno.

3.  Continúe palpando en forma circular y subiendo hasta que halla recorrido todo ese seno. Debe notar como se siente el seno cuando lo palpe para así poder comparar de examen a examen y notar cualquier cambio. Mantenga en mente también que los senos cambian de estructura dependiendo de la etapa del ciclo menstrual en la cual está.

4.  Cambie los brazos de posición y repita el procedimiento con el otro seno. Cualquier cambio notado debe ser informado a su ginecólogo. 

Como una alternativa puede hacer el siguiente auto examen cuando se está bañando: 

1.     Estando en la bañera, ponga un brazo por detrás de la cabeza (es más fácil hacer si está mojada y enjabodana).

2.     Con las yemas de los tres dedos del medio del otro brazo, comienza a palpar el seno que está del mismo lado del brazo que tiene por detrás de la cabeza. Proceda en la misma forma que en el examen acostada. Asegure que hace una examinación completa de ese seno.

3.     Cambie los brazos de posición y comience el examen del otro seno.

4.     Cuando termine de bañarse, párese enfrente de un espejo y haga una inspección visual de los senos, prestándole atención a los pezones. Note si han cambiado en color o forma. Cualquier cambio detectado en los senos o pezones debe ser informado a su ginecólogo. 

El auto examen es una ayuda para la mujer y no debe ser un sustituto de un examen físico hecho por un ginecólogo, en la frecuencia sugerida anteriormente.

Cáncer del Cerviz. El cáncer del cerviz es más común en las mujeres que el cáncer del seno, pero también es más fácil de curar. Si se detecta temprano, es casi 100% curable y, en ese caso, se puede evitar que riegue al útero. Este cáncer es detectado a través de la prueba conocida como el “PAP Smear”.      

El "PAP Smear". El PAP Smear es una prueba para detectar el cáncer cervical. Envuelve el sacar una muestra de células con una espátula de madera. El procedimiento no es doloroso. Se debe hacer cada dos años o varias veces al año dependiendo en los factores de riesgo (debe consultar esto con su ginecólogo). Los factores de riesgos son más altos si: 1)la mujer ha tenido, o tiene, verrugas genitales, 2) si comenzó a tener coito a temprana edad, 3) según más parejas sexuales haya tenido, 4) según haya tenido otras infecciones virales de transmisión sexual, 5) el poco uso de métodos anticonceptivos de barrera, tales como el condón y el diafragma (el uso de estos reduce los riesgos).

Cáncer del Útero. El cáncer del útero es menos prevalente que los anteriores y casi siempre se manifiesta en el endometrio del útero. No es detectable a través del PAP Smear. Los factores de riesgo son: 1) terapia de reemplazo de estrógeno para mujeres en la menopausia, 2) haber comenzado a menstruar más temprano que de común, 3) menopausia tardía, 4) no haber tenido un embarazo nunca, 5) el haber tenido frecuentes períodos de no ovular. Factores que reducen el riesgo son: 1) el estar tomando pastilla anticonceptivas y 2) el estar embarazada.

Cáncer de los Ovarios. Similar al caso del cáncer en los testículos de un hombre, el cáncer de los ovarios es de muy baja incidencia pero aún así es el que más muertes causa en proporción. La razón se debe a que este cáncer no produce síntomas hasta que éste está en sus etapas avanzadas ya, y el cáncer se ha regado a otras partes del cuerpo.

Enfermedad Inflamatoria Pélvica. Si las infecciones del la vagina invaden el útero y las trompas de Falopio, la mujer puede desarrollar una infección aguda diseminada por todo el abdomen. Esta situación produce dolores abdominales, dolores de cabeza,  mareos, fatigas, nausea, vómitos y fiebre alta. La enfermedad inflamatoria pélvica en las mujeres es mortal y por lo tanto debe atenderse lo más pronto posible. El pronóstico es bueno si se detecta temprano y malo si se detecta tarde ya. El tratamiento requiere hospitalización y administración de antibióticos intravenosos por diez días. La infección original puede que sea de transmisión sexual (la gonorrea es la más común) y puede que sea de una infección de la vagina no de transmisión sexual.

El Síndrome de Choque Tóxico (“Toxic Shock Syndrome”). Algunas mujeres desarrollan una respuesta negativa al uso de tampones altamente absorbentes durante la menstruación. Todavía se desconoce exactamente qué es lo que está envuelto en esta respuesta negativa. El efecto al cuerpo de la mujer viene de las toxinas liberadas por la bacteria staphylococcus aureus, la cual normalmente se encuentra en la vagina, pero crece bien rápido en el ambiente creado por los tampones de alta absorción, facilitado por dejarse puesto el tampón por largos tiempo (como suele ser cuando el tampón es de alta absorbencia). Hoy día esta situación a mejorado, pero sigue siendo prudente no dejar un tampón puesto por tiempos largos y usar toallas sanitarias en vez de tampones de vez en cuando durante su menstruación. Los síntomas son similares a los de la enfermedad inflamatoria pélvica. Igual también es la mortalidad y la necesidad de detectar el problema temprano.

Anatomía del Hombre 

El pene es el órgano sexual masculino que consiste de la raíz, que es la parte interna del pene y la cual se extiende dentro del cuerpo, el tronco, que es la parte del pene que se extiende del cuerpo hacia fuera y el glande, que es el terminal del pene, en cuyo centro desemboca la uretra y forma el orificio del meatos. Al igual que el clítoris en la mujer, pero en mayor escala, tiene terminales de nervios sensitivos al tacto, vasos sanguíneos, tejidos fibrosos y 3 estructuras de tejidos esponjosos (un cuerpo esponjoso y dos cuerpos cavernosos) a lo largo de la estructura. El pene mismo tiene muy pocos tejidos de músculo y ningún hueso. El pene está anclado al hueso púbico a través de los tejidos del músculo pubococygeal (conocido como el músculo PB), que se encuentra rodeando la base del pene.

El cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos son estructuras que contienen muchos espacios vacíos que tienen la habilidad de almacenar sangre, aumento así su volumen y área durante el proceso de excitación sexual. El glande del pene consiste de la corona, el frenillo, la abertura uretral (el meatos), y el cuerpo del glande. La corona es el área levantada sobre la piel del tronco que separa el tronco del glande. La corona es la parte más sensitiva del pene. El frenillo son los tejidos que anclan el prepucio al glande, el prepucio es la piel que cubre al pene que se extiende sobre el glande en hombres que no han sido circuncidados, o que terminan justo antes de la corona en hombres circuncidados.

El prepucio en muchos hombres que no han sido circuncidados se puede retraer hacia atrás, dejando al descubierto al glande y así facilitar la higiene. En algunos hombres el prepucio se estrecha significativamente, evitando ser retraído. En estos casos la circuncisión se hace para evitar que la acumulación de secreciones naturales causen un problema de higiene. En algunas culturas, tal como en los Estados Unidos y Puerto Rico, la circuncisión se hace rutinariamente cuando nace un varón. Tal práctica, aunque sigue siendo prevalente, ha sido cuestionada a niveles médicos.

El escroto es una bolsa de piel que se encuentra colgando de la base del pene, separado del cuerpo. La piel de escroto tiene la habilidad de cambiar de espesor según la temperatura del ambiente. Cuando detecta mucho calor, se expande y cuando detecta frío, se contrae, ambas acciones con el propósito de mantener la temperatura ideal en las glándulas sexuales masculinas que están dentro. Los testículos son los dos gónadas masculinos uno de cada lado del escroto (usualmente uno está más abajo que el otro) y se encargan de producir los andrógenos (hormonas masculinas) y los espermatozoides (los gamotes reproductivos del hombre, producidos en cientos de millones constantemente). Los testículos consisten de dos tipos de células, las células intersticiales, las cuales producen las hormonas masculinas y los tubos seminíferos, los cuales producen los gamotes masculinos (espermatozoides) La separación del escroto del cuerpo y la habilidad de modificar su espesor, ambos permiten que la temperatura dentro del escroto sea cerca de 5º Fahrenheit (ó aproximadamente 3º centígrados) más fría que el resto del cuerpo debido a que los testículos dejan de producir hormonas y espermatozoides si su temperatura es la misma a la del cuerpo.

Encima de cada testículo se encuentra un área levantada llamada la epidídimos. La epidídimos consiste de tubos que almacenan a los espermatozoides y forma el comienzo del vas deferens, el cual es un tubo largo que conecta a cada testículo a la vesícula seminal correspondiente. Las vesículas seminales no solo almacenan a los espermatozoides sino también producen un líquido que contribuye a la mayor parte del eyaculado del hombre y sirven para nutrir a los espermatozoides. Las vesículas seminales desembocan, junto con la próstata, en la uretra, justo antes de la entrada a la vejiga urinaria. La próstata también produce parte del líquido que es eyaculado. El líquido producido por la próstata es blancuzco y alcalino. En esta misma área se encuentran, una de cada lado, las glándulas de Cowper, las cuales producen un líquido alcalino que se libera antes de la eyaculación y tiene la función de reducir la acidez residual producida por el acto de orinar.

Enfermedades e Infecciones en el Hombre

Uretritis. La uretritis es la inflamación e irritación de la uretra en el hombre y se caracteriza por producir una descarga mocosa y ardor al orinar. Muchas causas no son de transmisión sexual, tales como: 1) irritación debido a ciertos productos de higiene masculina (especialmente esos que contienen perfumes o desodorantes), 2) daño a la uretra debido a masturbación vigorosa, 3) actividad sexual vigorosa, 4) contacto con jabones fuertes y 5) contacto con ciertos micro organismos que están asociados a una higiene pobre (en este caso se denomina uretritis no de origen gonoccocal).

Normalmente, la uretritis causada por los primeros 4 factores se resuelve con el paso de uno o dos días. La uretritis debido a infección de micro organismos requiere tratamiento con antibióticos.

Prostatitis. La prostatitis es una de las infecciones más frecuentes en el hombre. Puede resultar de infecciones trasmitidas sexualmente (la gonorrea o la tricomonas) y puede resultar de otros factores no relacionados a la transmisión sexual (períodos de poca actividad sexual seguido por intensa actividad sexual—conocido como el trastorno del “marinero”). Varios síntomas se relacionan a la prostatitis y estos son: orinar frecuente, urgencia de originar, dolor en la base del pene o la espalda baja y picazón en los testículos. Si estos síntomas son notados, sería buena idea ver a un urólogo para que éste haga una reexaminación física. En el caso específico de la gonorrea, la infección si no se trata puede progresar a los testículos, con posibilidad de producir esterilidad.

Cáncer de la Próstata. El cáncer de la próstata es uno de los cánceres más comunes en el hombre. La edad es un factor de riesgo; mientras más edad, más riesgo de desarrollarlo, por lo tanto, hombres pasados de 50 años deben someterse a un examen de la próstata anualmente. Otros factores de riesgos son: historial de cáncer en la familia, ser de la raza negra, haber tenido una vasectomía (esterilización masculina) y uso del tabaco. En muchos casos, el examen hoy día se hace con ultra sonido y no requiere el examen tradicional de inserción digital en el ano para palpar la próstata. Muchos hombres detestan la prueba tradicional y evitan ir al urólogo, costumbre que los pone en alto riesgo de tener un cáncer en la próstata ya desarrollado cuando eventualmente se detecta. Como en casi todos los casos de cáncer, mientras más temprano se detecta, mejor es el prognosis. Los tratamientos puedan que envuelvan uno o varios de los siguientes: la remoción de los tejidos cancerosos, destrucción del tumor con varillas radioactivas insertadas en la próstata, la reducción de las hormonas masculina a través de la remoción física de los testículos (o el uso de drogas que bloquean la producción de los andrógenos).

La Hiperplasia Benigna de la Próstata. En la mitad de los hombres pasados de 50 años de edad, la próstata demuestra un crecimiento anormal y éste bloquea el paso de la orina por la uretra, causando que el hombre no vacíe la vejiga cuando orina y así provocando frecuente orinar. Como anteriormente, se debe consultar con un urólogo si se notan estos síntomas.

Cáncer de los Testículos. El cáncer de los testículos es un cáncer de muy baja incidencia en los hombres. Solamente se nota en un por ciento de la población. Sin embargo, si no se detecta a tiempo, es un cáncer que se metatiza rápidamente a otras áreas del cuerpo y por esta razón es altamente mortal, especialmente cuando este cáncer no produce síntomas notables durante su primera etapa. Un síntoma fácilmente notado, sin embargo, es que se forma una masa dura en los lados del testículo afectado. Esta masa se puede detectar si el hombre se palpa los testículos (usualmente los lados de los testículos se sienten lisos, pero si está presente un tumor, el hombre notaría una irregularidad—similar a un grano de arroz, al palparse el testículo). Este cáncer es más detectado en los hombres jóvenes (20 a 35 años de edad) y de la raza blanca, rara vez visto en hombres de la raza negra. El tratamiento envuelva la remoción del testículo afectado, sustituyéndolo por uno artificial puesto en el escroto.

Cáncer del Pene. Otro cáncer en el hombre que es de baja incidencia. Factores de riesgos son: la edad (50+ años), haber tenido muchas parejas sexuales, y haber tenido enfermedades de transmisión sexual. Este cáncer suele ser peligroso porque no se detecta fácilmente y tiende a metatizarse rápidamente a otras áreas del cuerpo. En la primera etapa la células cancerosas solamente se encuentran en la superficie del glande o en el prepucio. En la segunda etapa las células cancerosas ya han invadido el interior del glande y regado por el tronco del pene. En la tercera etapa, las células cancerosas ya están regadas por todo el tronco y se encuentran en los nódulos linfáticos de la ingle. En su última etapa, las células cancerosas ya han invadido otras partes del cuerpo. Hombres pasados de 50 años de edad deben inspeccionar visualmente las áreas del prepucio y del glande y si notan algún cambio en el color de alguna área o la formación de alguna masa anormal, deben acudir a un urólogo lo más pronto posible.

Cáncer de los Senos en el Hombre. Tal vez el cáncer menos común en el hombre es el cáncer de los tejidos de los senos. De todos los casos de cáncer de los senos, sólo 1% ocurre en hombres, pero es importante notar que sí ocurre. Al igual que en el caso de la mujer, la detección temprana mejora las oportunidades de recuperación total. Un factor de riesgo importante es el historial familiar. Si ha ocurrido en la familia de un hombre, éste debe estar pendiente a cualquier cambio que note en las tetillas.

Auto Examen de los Testículos. Los hombres pueden ayudar la detección del cáncer testicular temprano a través de la auto examinación de sus testículos. Es recomendado que se haga cuando se está bañando y que se haga una vez al mes. Ponga la mano sobre un testículo y ruédenlo entre el dedo gordo y los tres dedos del medio para palpar toda su superficie, usando la otra mano para estabilizar el testículo. Debe prestar atención a cualquier masa irregular (el testículo debe sentirse tan liso como la superficie un huevo hervido duro), o algún cambio de tamaño, dolor o si es difícil desplazarse de un punto a otro. Noten que en la parte superior del testículo van a palpar al epidídimos, que se siente como algo irregular y eso es normal. Repita el proceso con el otro testículo. Si se hacen este examen todos los meses y algo anormal ocurre, notarán el cambio y podrán darle esa información a su urólogo.

Temas de Interés Para los Hombres

La Circuncisión. La circuncisión, en muchos países (Ej. los Estados Unidos y Puerto Rico), se hace por supuestas razones de higiene. Sin embargo, estudios modernos indican que en la mitad de los niños que nacen, es innecesario hacerles la circuncisión por razones de higienes, pues el prepucio fácilmente se puede retirar del glande y así, practicar una higiene apropiada. La base verdadera de la costumbre de circuncidar a los recién nacidos es que en la Época Victoriana, el temor irracional de que la masturbación causa un sin número de daños físicos, mentales y morales, junto con la idea que niños circuncidados se masturban menos (la falta del prepucio le quita sensitividad al glande) causó que esta práctica se hiciera casi universal en la sociedad. Argumentos en contra de la circuncisión automática han indicado que el prepucio puede tener funciones importantes en la actividad sexual que aún no se han detectado y que la operación produce trauma en los recién nacidos (los cuales usualmente no son anestesiados durante el proceso, excepto por algún anestésico local aplicado en el área del prepucio dónde se va a cortar) y puede dar lugar a complicaciones médicas debido a la operación. Por el otro lado, algunos estudios han indicado que hombres circuncidados tienen menos riesgos de adquirir una enfermedad de transmisión sexual que hombres no circuncidados.

La circuncisión también es practicada como rito religioso por personas judías y musulmanas. Además, en algunas culturas, la circuncisión grupal en la adolescencia representa un “rito de paso” de ser niño a ser hombre. En estos dos casos sería difícil argumentar contra el dogma religioso o more cultural que impulsa el fenómeno.

El Tamaño del Pene y el Placer Sexual de la Pareja: Muchos hombres se preocupan por si su pene es de suficiente tamaño para producir una adecuada estimulación sexual en sus parejas, especialmente en el caso de personas heterosexuales. Muchos refranes comunes indican que el tamaño no es lo importante sino la técnica que se usa, pero rara vez explican porque es así. La razón principal de que el tamaño del pene es de poca importancia es porque la vagina de la mujer tiene los terminales sensoriales que detectan el tacto del pene del hombre mayormente en el tercio externo de la vagina. Mientras que en tercio más interno hay muy pocos terminales sensitivos al tacto. Mayormente, la intensidad de la estimulación sexual aumenta más cuando el contacto del pene es con el área superior de la vagina dónde el tercio del medio y el tercio externo de la vagina se encuentran. Esta área se conoce como el “G-Spot” (Sitio G) en las mujeres. Aún así, para los hombres que tienen que saber cómo salen en comparación a otros hombres, en términos de tamaño del pene, pueden mirar la Tabla 1 que indica la incidencia relativa de cada tamaño de pene en la población observada. Según la tabla, el tamaño promedio del pene es de 5.5 a 6.0 pulgadas de largo y el grosor promedio es de 4.0 a 5.0 pulgadas de circunferencia. 

                                                 

Tabla 1. Tamaño del pene y por cientos de personas de ese tamaño (tomada de http://the-penis.com/size.htm).

Tamaño en Pulgadas

Por Ciento de Hombres

Por Cientos Acumulados

 

Espesor en Pulgadas

Por Ciento de Hombres

Por Cientos Acumulados

Menos  de 4.00

0.5

0.5

 

Menos de 3.00

3.3

3.3

4.01 - 4.50

1.9

2.4

 

3.01 - 3.50

1.3

4.6

4.51 - 5.00

2.8

5.2

 

3.51 - 4.00

7.4

12.0

5.01 - 5.50

15.1

20.3

 

4.01 - 4.50

23.4

35.4

5.51 - 6.00

31.9

52.2

 

4.51 - 5.00

35.8

71.2

6.01 - 6.50

23.1

75.3

 

5.01 - 5.50

21.4

92.6

6.51 - 7.00

15.2

90.5

 

5.51 - 6.00

6.9

99.5

7.01 - 7.50

4.7

95.2

 

Sobre 6.00

0.5

100