CAPÍTULO 6
SEXUALIDAD Y EL DESARROLLO EN LA A
ADULTEZ Y VEJEZ
La Adultez Temprana (20-39 años) y La Adultez Media (40
a 60 años)
Desde los 1970s los datos de los censos en los Estados Unidos han indicado un aumento creciente en el número de personas que no están casadas en el grupo de edad de 20 a 39 años de edad. Ya para fines del Siglo XX, las personas no casadas y las casadas casi eran iguales. Las causas de este cambio son mayormente:
1) las personas han retrasado, en promedio casi 6 años, la edad en la cuál se casan, esto es, las personas se casan más tarde que antes;
2) Más personas posponen el matrimonio para obtener una educación universitaria, especialmente las mujeres;
3) El mantenerse soltero hoy día no es tan estigmatizado como lo era en el pasado;
4) Las personas hoy día no ven al matrimonio como algo inevitable en sus vidas y consideran otras opciones;
5) La tasa de divorcios aumentó dramáticamente de los 1970s a los 1990s, estabilizándose alrededor de .5 (en un año dado, la mitad del número de personas que se casan se divorcian). Los adultos jóvenes tienen varias opciones de estilos de vida que se han hecho aceptables en tiempos modernos.
Mitos Asociados a Las Personas Solteras
La gente en general piensa que las personas solteras tienden a padecer de soledad y de actividad sexual indiscriminada ("promiscuidad"). Los datos de investigaciones empíricas indican que ninguno de estos dos mitos es verdad. Las personas solteras hoy día tienen tantas redes de interacción social como las personas casadas y tienen a practicar un estilo de interacción sexual que se conoce en la literatura de la sexología como monogamia en serie (interacción sexual monógama con una pareja fija por un tiempo, seguido por el rompimiento de la relación e inicio de otra relación monógama, y así una después de la otra). Muy pocos adultos de esta edad son caracterizados por tener múltiples relaciones sexuales (algunos estudios indican que es sólo el 20% de esta población).
El Sexo Premarital en la Adultez Joven
Según los estudios en la literatura, pudiéramos decir que alrededor del 70% de las personas adultas jóvenes tienen actividad sexual premarital. Esto significa un aumento significativo de los por cientos notados por Kinsey en los 1940s y 1950s. El aumento se le puede atribuir a varias razones. Las personas hace cincuenta años atrás se casaban usualmente entre los 20 y 22 años de edad. Esto implicaba que al llegar a la adultez después de la escuela superior, no tenían tanto que esperar para tener relaciones íntimas emocionales que terminaran en relaciones sexuales, y esperar a estar casado o casada no era gran estorbo. Pero ahora, con la edad promedio del matrimonio atrasándose hasta casi 6 años, el tiempo de espera es bien prolongado y los adultos y adultas jóvenes prefieren esperar practicando. Los cambios sociales en las actitudes sexuales de la sociedad también impulsan al aumento del sexo premarital. Hoy día la sociedad es menos negativa, especialmente en casos dónde la pareja "se ama", a las relaciones sociales en la adultez joven, aunque la sociedad sigue siendo negativa a la práctica de tener relaciones sexuales indiscriminadas. Estos cambios son evidenciados en la proliferación de películas y programas de televisión que tienen modelos de adultos jóvenes en relaciones sexuales premaritales. Las siguientes son varias prácticas sexuales notadas en la adultez joven.
La convivencia (o cohabitación) es un estilo de vida dónde se ha visto un gran aumento en la cantidad de personas que lo practican. Las investigaciones que han estudiado este estilo indican que las personas conviven por varias razones ventajosas: 1) La reducción del costo de vida a través del compartir los gastos; 2) El tener un compañero o compañera con él cuál o la cual compartir la intimidad y evitar la soledad; 3) El tener una pareja sexual confiable; 4) El no tener hecho un compromiso fijo, sino temporal según todo vaya bien; 5) El poder terminar con la relación si no va bien sin los problemas y el estigma asociados al "divorcio". Las investigaciones han indicado que la gran parte de las personas que conviven tienden a tener buenas relaciones sexuales y buenas relaciones sociales y emocionales entre la pareja. Sin embargo, hay varios problemas serios que muchas personas ignoran cuando entran en una relación de convivencia. Estos tienen que ver con lo que sucede cuando las cosas no van muy bien. Por ejemplo, si se han adquirido bienes económicos, ¿cómo se van a separar? Si una de las dos personas muere, ¿qué dice la ley de herencias en su estado? En muchos casos la familia de la persona que muere quiere obtener los bienes de esa persona, aún por encima de la pareja, y en muchos estados, la pareja no tiene ningún derecho legal (a no ser que se haya hecho un testamento legal).
Lo peor tal vez, es que si la pareja ha quedado incapacitada (así sea temporalmente), el hospital sólo acepta permisos oficiales para intervención médica, incluyendo el derecho de visitar a la persona, de la familia cercana y no de la pareja de convivencia (otra vez, a no ser que se hayan completados papeles legales señalando a la pareja cómo el encargado o la encargada legal). Otros obstáculos de índole económicos también existen tales como discrimen por arrendadores de viviendas (algunas personas se rehúsan rentar a personas que conviven, aunque esto pudiera ser ilegal en muchos estados) y dificultades en obtener préstamos hipotecarios (como el no considerar el salario de la pareja como parte del recurso económico de la otra persona). Y queda el problema de que aunque la sociedad es menos negativa a la idea, no podemos decir que la abraza con entusiasmo.
Muchos padres y madres desaprueban de la convivencia de sus hijos e hijas y a nivel de estudiantes universitarios, éstos son mantenidos "en línea" con la amenaza implícita o explícita de retirar el apoyo económico si conviven. Algunos estudios han encontrado que las personas que han convivido tienen una proporción más alta de divorcio después que esos y esas que no han convivido. Antes de convivir, la persona debe considerar las ventajas y desventajas y si decide en convivir, reducir las desventajas (como por ejemplo, ejecutar papeles legales sobre la distribuciones de los bienes acumulados, el testamento, y especialmente el asignar a su pareja como encargado o encargada legal en caso de incapacitación).
En relación a las actitudes de adultos jóvenes universitarios, encuestas sobre actitudes han encontrado que la mayoría de ellos y ellas favorecen las leyes que permiten el aborto, que están teniendo relaciones sexuales que envuelven el coito, y que aprueban del matrimonia en personas del mismo sexo. Estas encuestas también han indicado que alrededor del 75% de adultos universitarios habían tenido experience de coito y los/las que se mantenían vírgenes lo hacían por razones religiosas mayormente o porque "no han encontrado a la persona idónea para tener coito por primera vez".
En muchas comunidades y aún a nivel de leyes estatales en algunos estados se han implementado leyes que otorgan variedades de derechos legales a personas que conviven formalmente (parejas domésticas). Estos derechos se extienden a asuntos como planes médicos para parejas consensuales de personas que reciben este beneficio de sus empleos, derechos de herencias y de poder decisional sobre parejas incapacitadas y otros, similares a los derechos del cónyuge en un matrimonio. Este desarrollo de nuevas leyes protege los derechos de las personas que conviven, y son especialmente importantes a las personas gays y lesbianas que no pueden, dado el clima heterosexista en los Estados Unidos, aspirar a tener un "matrimonio" legal y sólo pueden obtener la protección de estas leyes de parejas domésticas. Algunas compañías internacionales desde hace tiempo, ya hacían esta acomodación con parejas domésticas (por ejemplo IBM, y Disney entre muchas). Es importante conocer las leyes que operan en el estado que uno vive, pues mientras varios estados otorgan beneficios legales a personas que conviven, en Puerto Rico, el tener relaciones sexuales con alguien que no es su esposo o esposa legal es ilegal y sujeto a arresto y ser procesado en los tribunales criminales del estado conllevando posible penalidad de varios meses de cárcel (aunque la probabilidad es bien baja de que eso fuera a suceder). Lo importante de notar es que mientras exista una ley en el código penal que hace ilegal el cohabitar, no podrán proponerse proyectos de leyes que protejan a esas personas que conviven en nuestra sociedad, así sean heterosexuales u homosexuales.
Las personas adultas jóvenes que viven solas tienden a mantener una vida activa social y sexual. Estudios han indicado que la actividad sexual de este grupo de adultos es de la misma frecuencia que la actividad sexual de personas casadas. La manera principal de conocer a una posible pareja es a través de las amistades. Adicionalmente, las barras y discotecas de personas solteras son sitios muy frecuentados por adultos jóvenes buscando potenciales parejas románticas. En una de mis investigaciones en el 2000 sobre el fenómeno del "jueves social" (fenómeno típico en los alrededores de muchas universidades en Puerto Rico y en los Estados Unidos) en las áreas alrededor del Colegio (la calle Bosque y la Calle Post Sur), los y las participantes indicaron que la razón principal de salir ese jueves era para "socializar" y no tanto para ingerir alcohol. Otros sitios potencialmente útiles para conocer a alguien son los gimnasios, los apartamentos de personas solteras, clubes sociales o religiosos, el ambiente del trabajo o de la misma clase en la universidad.
Como mencionado anteriormente, la práctica más común es la monogamia en serie, pero también se pueden ver relaciones abiertas dónde las personas están libres para tener relaciones fuera de la pareja. En donde prevalecen actitudes machistas o patriarcales, estas relaciones "satélites" son vistas más bien en el hombre debido a que dichas actitudes juzgan positivamente la actividad sexual en el hombre y negativamente la actividad sexual en la mujer (esto es un ejemplo clásico del "doble estándar").
Hay dos problemas importantes que las personas adultas jóvenes tienen que enfrentar si eligen estar activos sexualmente. Estos son los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. Hoy día, los métodos anticonceptivos son altamente eficientes y si practicados correctamente, hacen del problema del embarazo no deseado algo raro. Los datos en la literatura indican que las personas adultas jóvenes son más eficientes en su uso de contraceptivos que los y las adolescentes (los y las cuales son muy ineficientes). Y el mantener relaciones sexuales monógamas reduce dramáticamente la probabilidad de adquirir una enfermedad de transmisión sexual. Una amplia educación sexual provee las herramientas para que la persona adulta joven se proteja de ambos problemas. Claro está, la protección es sólo probabilística y no totalmente segura.
En la época moderna del SIDA, muchos programas de prevención tienden a exagerar los peligros envueltos en adquirir VIH y tratan de impulsar una reacción negativa a la sexualidad indicando que la única manera de "sobrevivir" esta epidemia es a través de la abstinencia. Estos programas ignoran el hecho que las estadísticas de mortalidad indican que para este grupo de edad, la probabilidad de muerte en un accidente de tráfico es la más alta de todos los eventos que quitan la vida y sin embargo, nunca he visto a alguien sugerir que dejen de meterse en autos. Si he visto varias sugerencias y cambios tales como mejores sistemas de protección en los autos (bolsas que se inflan), leyes que hacen compulsorio el uso de cinturones de seguridad y otros. Es posible que se pueda vivir más años si uno se aleja del sexo, pero ¿cuán atractivo es esto? y ¿cuán realista es esta expectativa, dada el historial del ser humano?
Aún así, hoy día se puede notar un número apreciable de adultos y adultas jóvenes que se mantienen abstemios. Cabe señalar que la abstinencia se practica en varias formas: la abstinencia total se refiere no tener actividad sexual ninguna, incluyendo actividad auto erótica tal como la masturbación (mayormente practicada cuando la razón principal de la abstinencia es la religión). La abstinencia parcial que mayormente se refiere a no tener relaciones sexuales con otra persona pero haciendo uso de la masturbación (mayormente practicada cuando la persona tiene razones practicas y no religiosas para la abstinencia). La abstinencia de coito se refiere a tener relaciones sexuales que permiten todo menos el acto de coito (muy practicado por mujeres en culturas machistas y patriarcales dónde la "virginidad" femenina es requerida al casarse). La abstinencia de penetración se refiere a relaciones sexuales que permiten todo menos coito y penetración anal (mayormente practicada cuando la razón principal es evitar el contagio de VIH). En muchos de los casos la práctica de abstinencia es un estilo de vida y la persona se mantiene abstemia por largo tiempo. En otros casos la abstinencia es temporal y debida a algún factor transitorio, como por ejemplo, el acabar de terminar una relación romántica muy negativa, el estar en tratamiento para curar alguna enfermedad de transmisión sexual, o el no tener el tiempo necesario para dedicarle a una relación sexual, entre algunos.
La "Dra. Ruth" Weistheimer en su reciente (2001) libro sobre la sexualidad humana señala unas estrategias para esas personas que han escogido el ser abstemio o abstemia total hasta después de la boda. Según la Dra. Ruth, qué uno dice y cuándo lo dice es muy importante. Primero que nada, uno no debe esperar hasta que una situación de tener que decir que si o que no a la interacción sexual se desarrolle. Mejor es preparar el camino para que la pareja de uno sepa y entienda la posición de abstinencia total que se ha tomado y que no es algo personalmente dirigido a esa persona, sino una filosofía personal de uno. Un punto de partida para una conversación sobre el tema de la abstinencia pudiera ser alguna película o algún programa de televisión que trate sobre el asunto. Si la presión continúa, uno puede usar información tal como "nadie se ha muerto por no tener sexo", "la práctica de sexo antes del matrimonio no hace el sexo en el matrimonio necesariamente mejor," y si hay presión debido a que la pareja tiene mucha tensión sexual, señalar que si tiene mucha necesidad de tener sexo que use a la masturbación como manera de aliviar las tensiones sexuales. Finalmente, la Dra. Ruth indica que si la pareja continúa poniendo presión para cambiarlo a uno o a una, aún cuando uno o una ha hecho claro su posición sobre el tema, tal vez la decisión de continuar con esa persona se debe reconsiderar. La Dra. Ruth señala que la decisión de abstinencia va contra la corriente de los tiempos y por tanto la persona que así escoge tendrá que justificar su posición frecuentemente y mantener su compromiso a esa filosofía. De no hacerlo, la persona tendrá muchas dificultades en mantenerse abstemio o abstemia.
El Matrimonio
Alrededor de la mitad de los y las adultos jóvenes se casan, a la edad promedio entre 25 y 27 años de edad hoy día. Si hay algo sobre la sexualidad que aparece en casi todas las culturas del mundo es el concepto del matrimonio. Sin embargo, cada cultura define diferentemente lo que es un matrimonio. En nuestra cultura, el matrimonio tiene las siguientes características:
1. Es una institución social creada por ley.
2. Es una relación monógama.
3. Es una relación exclusiva a nivel sexual y a nivel emocional.
4. Es limitada a una pareja de diferente sexo.
5. Es un contrato "permanente."
6. La misma ley que lo establece también establece cómo, cuándo y de que manera se puede disolver.
7. Tiene la función principal de establecer una unidad estable social para la crianza de los hijos e hijas.
Según la teoría de Erik Erikson, la tarea principal de la adultez joven es la formación de vínculos de intimidad emocional, especialmente con una persona, del otro sexo (la teoría de Erikson es, como mucho en nuestra cultura, heterosexista), con el cual o la cual eventualmente nos uniríamos para formar una familia y criar hijos e hijas. Este proceso de "apareamiento" se ha estudiado mucho en la psicología social y en la sexología. Varias ideas o hipótesis han sido propuestas para explicar lo que los seres humanos hacen durante este proceso.
Una explicación es la hipótesis de apareo (the matching hypothesis) la cual propone que las personas tienden a aparearse con personas similares a ellos o ellas en términos de categorías sociales, demográficas, psicológicas y también físicas. Este último ha recibo mucha atención en la psicología social y las investigaciones en esa área indica que las parejas románticas tienden a tener un grado bien similar de atractividad física (el capítulo de atracción interpersonal y amor cubre esta área).
Otra explicación es la hecha por el área de psicobiología (también conocida como psicología evolutiva). Según estos psicólogos, el impulso principal no es tanto la supervivencia física de uno, sino la supervivencia de nuestros genes. Esto quiere decir que lo que nos impulsa es el asegurar que nuestros genes sobreviven en una generación futura. Si esta idea se acepta, entonces podemos ver que ciertos derivados lógicos le siguen. El hombre y la mujer no tienen los mismos costos y beneficios relacionados a la procreación. El hombre produce constantemente durante su vida cientos de miles de millones de espermatozoides casi todos capaces de reproducirse. El costo físico de un espermatozoide es increíblemente poco. Esto es en contraste a la mujer que sólo produce un óvulo capaz de reproducción una vez cada 28 días. La mujer tiene invertida toda su genética en este solitario óvulo, que si se pierde, no se puede reemplazar hasta que hayan pasado otros 28 días. Técnicamente, los espermatozoides del hombre pudieran causar miles de embarazos en un año, y si es así, esto aseguraría que muchos de esos embarazos terminen siendo parte de la próxima generación, por lo tanto, la mejor estrategia en el hombre sería esa que asegurara la existencia de estos embarazos.
Para el hombre, como se puede ver, su estrategia de apareo sería una dónde él buscaría mujeres (y mucho más de una) que sean capaces de reproducción. Gran aspecto de la habilidad reproductora de una mujer está en su estado de salud general y el estado saludable se tipifica en la belleza (las personas enfermizas rara vez lucen muy bien). Por lo tanto, el hombre le va a dar más importancia a la belleza física en las mujeres y tendrá un impulso sexual polígamo.
Lo anterior es en contraste a las mujeres, quienes tienen toda su inversión genética en un solo óvulo. Para ellas, la estrategia que maximiza el beneficio reproductor sería una dónde elige una pareja de buena genética (como la genética no está a vista, se buscaría algún indicador conductual tal como el éxito) y que tenga cualidades que asegure que la protegerá a ella y a los hijos e hijas sobre todo durante el período más sensitivo a la supervivencia de niños y niñas (que tienden a ser durante los primeros cuatro años de vida). Es por esto que las mujeres más se interesan en las cualidades psicológicas de la personalidad y en el éxito que el hombre tenga en la sociedad cuando buscan a parejas potenciales.
Dos aspectos interesantes se relacionan a este punto de vista. Uno de ellos es el cambio evolutivo en dos asuntos importantes: 1) el desarrollo del ciclo menstrual en la reproducción de la hembra de la especie humana, 2) el desarrollo de la posibilidad de tener coito de cara a cara en la especie humana.
La gran parte de los mamíferos demuestran tener el ciclo de estros. En el ciclo de estros, la hembra sólo es receptiva a la actividad de coito mientras dure el ciclo. En otros momentos, la hembra no permitirá que el macho intente coito con ella. Esto es debido a que los genitales femeninos cambian a una forma que permite el coito durante el proceso de estros. Por el otro lado, en el ciclo menstrual la hembra siempre mantiene la receptividad a coito. Manteniendo en mente que el hombre es impulsado a tener tanta actividad sexual como pueda, el que la hembra ahora esté receptiva a coito todo el tiempo ayuda a que él se quede con ella y no salga a buscar a otra pareja sexual. Al mismo tiempo, el cambio de posición de los genitales femeninos permite el coito de frente y la experiencia de intenso placer durante el orgasmo mientras mirando a su pareja ayuda a fomentar vínculos emocionales que también tienen la función de mantener a la pareja junta.
Investigaciones en esta área han apoyado a la teoría evolutiva de apareo. Cabe mencionar también que críticos de las ideas evolutivas señalan que estas ideas meramente apoyan al status quo de una sociedad patriarcal y machista. Además, uno puede notar que la misma sociedad ha desarrollado costumbres que contrarrestan dichos impulsos biológicos, como por ejemplo, los mores contra el sexo premarital, contra la "promiscuidad" y el énfasis social en valores religiosos conservadores.
Todos y todas crecemos con la expectativa del matrimonio en nuestro futuro. Mientras crecemos vamos adquiriendo un sinnúmero de ideas sobre lo que es el matrimonio, y en muchos casos estas ideas vienen de los cuentos de hadas. Tal vez el mito más prevalente sobre el matrimonio es que en algún sitio existe la persona que es la pareja ideal para uno o una y que lo que uno o una tiene que hacer es buscarlo o buscarla y encontrarlo o encontrarla. Otro mito interesante es que la relación perfecta matrimonial existe y que en una relación perfecta matrimonial no habrá ningún problema y de existir algún problema, todo lo uno o una tiene que hacer es trabajarlo y todo se puede arreglar. Aún otro interesante es el mito de que las personas con personalidades opuestas se modifican el uno a la otra, así equilibrando los opuestos en un término medio. Podemos añadir otro mito asociado al amor romántico, que es que el amor lo puede todo y si amamos suficiente a nuestra pareja, pudiéramos cambiarlo o cambiarla a algo mejor. Todos estos mitos son falsos pero son muy aceptados por la gente en general con el resultado que el concepto del matrimonio se vuelve idealizado y muy alejado de lo que en realidad es: una relación estrecha entre dos personas que tienen el potencial de llevarse bien, que necesita ser trabajada constantemente si uno o una quiere que sea exitosa.
Los investigadores Gottman y Krokoff en el 1989, encontraron que las características de destrezas en la comunicación, la honestidad, la habilidad de no juzgar a la pareja, la habilidad de ver hacia el futuro de la relación se relacionaban a la satisfacción marital en las parejas observadas en el estudio. Es importante recalcar que estas destrezas son aprendidas y que si uno o una quiere que su matrimonio se exitoso, se deben aprender y practicar por ambos en la pareja. Otros aspectos señalados por los investigadores fueron la toma de decisiones compartida por ambos. Es importante señalar que situaciones de conflicto surgirán aún en las mejores de relaciones y lo que destaca a una buena relación de una que no lo es, es que en un buena relación el conflicto es resuelto de una manera satisfactoria para ambos mientras que una relación no tan buena lo mejor que sucede es que aprenden a tolerar el conflicto sin resolverlo.
Gottman también ha señalado en otro estudio que la satisfacción marital se relaciona a la proporción de eventos positivos a eventos negativos de manera tal que si excede de 5 a 1, la relación perdura. Esto pudiera servir como un barómetro a personas en relaciones de compromiso a matrimonio. Se pudieran preguntar si, después de sumar el número de cosas positivas y buenas que pasan en la relación y dividir entre el número total de cosas malas o negativas que pasan, el resultado indica un número igual o mayor a 5. Si es por debajo de 5, esto quiere decir que tendrán problemas según los hallazgos de Gottman. Si los problemas son trabajables, deberían comenzar estrategias para así hacer, o por lo menos obtener conocimientos sobre cómo mejorar las estrategias de resolver conflictos en la relación. Si excede a 5, entonces la probabilidad de tener una relación exitosa es buena.
Por otro lado, la Doctora Ruth informa sobre una investigación que arroja luz sobre las características que aparentan ser importantes en una relación matrimonial de larga duración. Éstas son:
1. La suposición intelectual y emocional que ambos hacen de que su pareja será la primera y única pareja.
2. La expectativa de darle lealtad y amistad a su pareja.
3. Compatibilidad moral y espiritual entre la pareja y el compartir sentimientos fuertes de compromiso a la crianza de los hijos e hijas.
4. Tener deseos consistentes de promover la felicidad en su pareja.
5. Tener la expectativa y el poder de perdonar fallas a su pareja y de ser perdonados por sus fallas por su pareja.
Algo también muy estudiado en la sexología es la actividad sexual dentro del matrimonio. Varias generalizaciones se pueden hacer de la multitud de estudios en esta área. Estos son:
1. La actividad sexual es más frecuente en parejas más jóvenes que en parejas de mayores edades.
2. La actividad sexual es más frecuente en parejas durante los primeros años del matrimonio en comparación a una reducción de la frecuencia años más adelante.
3. La frecuencia de actividad sexual promedio tiende a ser alrededor de 3-4 veces a la semana en parejas recién casadas y de alrededor de 1-2 veces a la semana ya para los 4 años de casados.
4. En casi todos los casos, la frecuencia de actividad sexual es menos importarte que el disfrute de la actividad sexual por ambos en la pareja, implicando que la satisfacción sexual depende más en la calidad de la relación sexual que en la cantidad de actividad sexual.
5. Reducciones de la actividad sexual a casi ninguna y la presencia de disatisfacción sexual en la pareja casi siempre son indicadores de problemas serios en la pareja.
Relaciones Extra-Maritales
Nuestra cultura, como casi todas las culturas occidentales, es bastante negativa hacia la actividad sexual fuera del matrimonio. La norma de monogamia, desarrollada de la tradición Judío-Cristiana relaciona a las relaciones fuera del matrimonio al concepto de pecado. Por tales razones, no es muy fácil lograr que las personas que practican estas relaciones, compartan la información en una investigaciónm haciendo así difícil estimar los por cientos de personas que las han tenidoy las razones por haberlas tenido.
Según estos autores, las estadísticas sobre las relaciones extramaritales varían tremendamente entre estudio y estudio y entre el 25% y el 50% de los hombres reportan que las han tenido mientras que del 18% al 69% de las mujeres las reportan. En muchos casos se desconoce si tales relaciones son situacionales, ocasionales o habituales en la persona, o tal vez, algo que pasó una sola vez.
Los estudios que han indagado sobre las razones detrás de las relaciones extra-maritales han encontrado las siguientes razones:
1. Una persona impulsiva que se enchula con alguien acabado de conocer.
2. Poca satisfacción con su relación primaria, especialmente pobres relaciones sexuales dentro del matrimonio.
3. Querer vengarse de su pareja al descubrir su infidelidad.
4. Querer desquitarse por alguna trasgresión (no sexual) de su pareja.
5. Deseos de experimentar con relaciones sexuales.
Tipos de Hombres de Tienen Relaciones Extra-maritales
Trachtenberg, en su libro El Complejo de Casanova (1988) describe la tipología y la conducta de hombres que demuestran tener patrones compulsivos sexuales. Estos hombres necesitan tener compañía de féminas constantemente, son impulsivos y rutinarios en sus relaciones sexuales y tienen a intensificar éstas a través de conductas más y más liberal. Estos hombres tienden a dividir a las mujeres en dos grupos, las buenas y las malas y sólo se casan, cuando se casan, con las buenas.
Para muchos de estos hombres, el aspecto más importante es la “conquista” de la mujer, algunos perdiendo el interés cuando ya lo logran. Otros se envuelven más y desean ocupar más y más de la vida de la mujer conquistada, pero eventualmente también pierden el interés y buscan un nuevo reto. Aún otros hombres necesitan validarse constantemente y aunque casados y aparentemente en una buena relación con su esposa, continúan teniendo relaciones promiscuas fuera de su matrimonio.
La mayoría de los hombres que tienen relaciones extramaritales son impulsados por la excitación proveniente de la novedad de una nueva pareja, problemas en su matrimonio y baja satisfacción marital.
Tipos de Mujeres que Tienen Relaciones Extra-maritales
Como resultado de la liberalización de la mujer, las mujeres hoy día están más conscientes de su erotismo y capacidad para disfrutar de su sexualidad. Con estos cambios, las mujeres sienten más autonomía en el acto sexual y ellas mismas se ven como “parejas participantes” y no como personas pasivas con las cuales los hombres practican su erotismo. La mujer de hoy se siente más cómoda iniciando relaciones sexuales, especialmente en las culturas del Occidente. También, los datos en esta área indican que las mujeres tienen a tener un envolvimiento emocional más fuerte en sus relaciones extramaritales que los hombres. El grado de envolvimiento y cuanta intimidad emocional existía antes de que comenzara la relación extramarital aparentan ser predictores de la duración de la relación extramarital, según los hallazgos en la literatura.
En el caso de las mujeres, las razones que las impulsan a temer relaciones extra-maritales son similares a las de los hombres. La falta de satisfacción en su relación matrimonial siendo una de las razones primarias.
El Descubrimiento de Relaciones Extra-maritales en la Pareja
El descubrir que la pareja de uno está teniendo una relación extramarital produce respuestas emocionales intensas. En los hombres, las emociones negativas se dirigen hacia su pareja, él siente que ella lo traicionó con otro hombre. Las mujeres responden con igual pasión, pero mayormente dirigida negativamente hacia ella misma, ella piensa que es culpable. Sin embargo, en un estudio de Janus y Janus en el 1992 (citado por Weirtheimer y Lopater, 2001), sólo el 11% de los hombres divorciados indicaron que la razón había sido la infidelidad de su esposa mientras que el 22% de las mujeres divorciadas indicaban que la infidelidad de su esposo había sido la causa del divorcio.
Algunos matrimonios sobreviven el descubrimiento de una relación clandestina en su pareja. Los datos en esta área indican que se requieren destrezas de comunicación y de negociar diferencias para lograr superar este tipo de problema marital. Aún así, los datos indican que pocas personas pueden olvidar lo sucedido.
El Divorcio
La tasa de los divorcios en los Estados Unidos se acerca a ser .5, lo cual implica que en un año dado, la mitad del número de personas que se casan, se divorcian. Se estima que dos de cada tres primeros matrimonios terminaran en divorcio. El número de divorcios es más alto en la adultez joven.
Los estereotipos sociales de que las personas divorciadas son promiscuas no son apoyados por los datos en esta área de la sexualidad. Aunque siguiendo al divorcio, los hombres y las mujeres eventualmente reinician relaciones sexuales, los datos indican que en promedio tienen relaciones con entre una y dos personas durante el año que le sigue al divorcio.
A nivel social, las personas recientemente divorciadas tienen que reaprender las destrezas envueltas en establecer relaciones interpersonales y explorar nuevas posibilidades de envolvimiento íntimo. A nivel económico, las mujeres tienen a sufrir un cambio hacia abajo debido a que los hombres tienden a tener empleos de mejor entrada económica.
La Vejez (60+ años)
Estereotipos y prejuicios sobre la sexualidad en los y las envejecientes abundan en nuestra sociedad. En la sexología, la palabra “edaísmo” ha sido acuñada para describir este fenómeno de estereotipar y de tener ideas preconcebidas de la sexualidad en la vejez. Edaísmo se une a los otros prejuicios (sexismo, racismo, heterosexismo) que nuestra sociedad demuestra.
Aunque hoy día nuestra sociedad es más abierta a la expresión sexual geriátrica, todavía persisten ciertos mitos, patentemente falsos, sobre las personas de edad avanzada. Feldstein, en el 1968 señala 7 mitos impactantes de las personas viejas:
Mito Número 1: El sexo es sólo para procreación y no para diversión. Como mencionado en el primer capítulo de este libro, muchas personas piensan que la función reproductora del sexo es la única que es válida y por lo tanto, personas viejas no tienen por qué estar envueltas ni interesados/interesadas en el sexo. Esta posición ignora por completo el aspecto relacional y de diversión que muchos seres humanos también le asignan al sexo. Además, le quita de la autonomía de la persona de decidir por si mismo o si misma cuál es la función del sexo.
Mito Número 2: La excitación sexual se basa principalmente en la belleza física. La belleza física y el ser joven son dos factores que nuestra cultura relaciona a la atractividad erótica. Basta con ver las docenas de anuncios en los medios de comunicación que promueven productos para mantenernos luciendo “jóvenes” y atractivos/atractivas. Muchas personas en nuestra sociedad se preguntan qué de atractivo hay en tener arrugas en la piel, ignorando el hecho de que aunque la atracción física jugó un papel importante en el inicio de la relación, otros factores muchos más importantes son los que se relacionaron a promover los vínculos emocionales que unen a una pareja. La comunicación íntima, la compenetración, la devoción entre una persona y la otra y el amor mantienen a una relación, con la consecuente expresión sexual en la pareja, no importando cómo el cuerpo luce ahora.
Mito Número 3: El deseo de tener coito es alto en la juventud y se reduce rápidamente a través de la vida. Los datos indican que la actividad de coito, dentro de un matrimonio, es más alta en frecuencia durante los primeros años. Esta frecuencia se reduce a través de los años. Sin embargo, los datos también indican claramente que las personas viejas quieren seguir teniendo coito y otras actividades sexuales, aún a avanzadas edades. La mayor razón por la cual personas mayores de 65 años no tienen coito es que no tienen parejas sexuales. Esas personas que sí tienen parejas tienden a tener el mismo nivel de actividad sexual que las parejas de la adultez media.
Mito Número 4: El amor romántico apasionado es sólo para la gente joven. Este mito causa que, cuando la gente ve a una pareja de viejos ir de la mano y besarse apasionadamente, se burlen y le digan a la pareja de viejos que actúen apropiado a su edad. El amor es una emoción compleja y no deja de existir sencillamente porque hemos avanzado en edad. Las personas viejas pueden, y sienten, tanta pasión y amor como cualquier persona de otra edad.
Mito Número 5: La anatomía sexual se deteriora según uno/una se pone viejo/vieja. Este mito resulta de confundir lo que es “cambio” con lo que es “deterioro”. Todo el cuerpo cambia según avanza la edad (se pierde el cabello, se pone uno/una gordo/gorda, se arruga la piel y etc.) Ninguno de estos cambios implica que se ha perdido la habilidad de funcionar como seres humanos, ¿por qué pensar que se ha perdido la habilidad de ser sexual? La mayor parte de las personas se mantienen en buen estado de salud aún pasado los ochenta años, especialmente esas personas que se han cuidado y se han mantenido activas. Los cambios que naturalmente ocurren pueden que requieran que la persona se adapte a la situación (como por ejemplo, el hombre tarda más en llegar a una erección según avanza la edad. El remedio es simplemente prolongar el juego sexual antes del coito).
Lo único que estos mitos contribuyen al pueblo es la angustia y culpabilidad que las personas viejas van a sentir por querer expresar la sexualidad que naturalmente sienten. Sin embargo, el pretender que el cuerpo es el mismo lleva a la persona a frustraciones y desencantos. Los cambios principales que ocurren en la sexualidad debido al envejecer fueron investigados por la pareja de investigadores Masters y Johnson en el 1966.
Cambios en los Hombres
En el hombre, los niveles más altos del andrógeno (hormona masculina) ocurren en la adolescencia tardía y adultez temprana (entre los 19 y 22 años de edad). De ahí en adelante la producción de andrógenos se reduce lentamente hasta la vejez avanzada. El declive ya avanzado que ocurre en los hombres en la vejez se le llama el climaterio. Eventualmente, si el hombre fuese a vivir suficientes años, la reducción de los andrógenos causaría que no se producirán suficientes espermatozoides como para producir un embarazo.
La reducción de la testosterona y los cambios mismos debido a la edad causan que las erecciones del pene se tarden más para llegar a su máximo y que su máximo se reduzca. Además, como visto anteriormente, el período refractario se alarga y el hombre tiene que esperar más tiempo antes de tener la próxima etapa de excitación sexual. Tales problemas no impiden la función sexual del hombre sino la modifican.
A nivel psicológico, es cuestión de adaptarse a los cambios. Una sugerencia es alargar el período de “juegos” sexuales (foreplay) antes de intentar coito para así asegurar que el pene ha llegado a su erección máxima. Aparte de proveer el tiempo suficiente para la erección, un período largo de juegos sexuales puede contribuir considerablemente al disfrute de la actividad sexual con su pareja. En casos donde el pene no es firme suficiente para lograr penetración vaginal, otras actividades sexuales, igualmente placenteras pueden reemplazar el coito.
Cambios en las Mujeres
La mujer nace ya con todas las células en sus ovarios que eventualmente serán óvulos. Cuando estas células se terminan, al no tener folículos desarrollándose, el estrógeno deja de ser producido. Al no haber ovulación, el cuerpo lúteo no se forma y no hay producción de progesterona. Estos eventos tienden a ocurrir entre los 45 y 55 años de edad en las mujeres y se le llama la “menopausia”. La menopausia marca el término del período fértil en la mujer.
Mujeres que comenzaron a menstruar temprano y tienen ciclos menstruales relativamente cortos (menos de 28 días) tienden a llegar a la menopausia siguiendo a los 45 años. Las mujeres que comenzaron a menstruar tarde y tienen ciclos menstruales más largos (más de 28 días) tienden a llegar a la menopausia en los 50s años.
El cese de las hormonas sexuales en la mujer es mucho más abrupto que en el hombre. Durante la menopausia, la producción de las hormonas sexuales femeninas se reduce a niveles cerca de cero. Este cambio hormonal causa que las paredes vaginales pierdan su grosor y adelgacen, reduciendo la cantidad de trasudado que pueden producir, y por ende, reduciendo la cantidad de lubricación vaginal natural en la vagina. Este efecto negativo puede ser eliminado si la mujer usa algún lubricante a base de agua, tal como Jalea K-Y. En muchos casos esto es lo único necesario de hacer para eliminar la incomodidad de tener coito sin lubricación natural.
Varios estudios en esta área han indicado que la actividad sexual de la mujer aumenta siguiendo a la menopausia. Esto es explicado por algunos/algunas como debido al alivio de no tener que preocuparse por un embarazo y por no tener que lidiar con la “regla” todos los meses. Sin embargo, la mujer debe asegurar que ya está bien entrada en la menopausia antes de dejar de usar protección para embarazos no deseados.
En algunos casos, cuando los síntomas de la menopausia (ver capítulo 4) son fuertes, el/la ginecólogo/ginecóloga de la mujer pudiera recetar parches de estrógeno para aliviarlos. Esta terapia tiende a aliviar considerablemente los síntomas tal como las calenturas (“hot flashes”). Sin embargo, la mujer debe hablar con su médico los pros y los cons de la terapia de reemplazo de estrógeno.
El cese del estrógeno también se asocia a un problema serio en la mujer y éste es la osteoporosis. La osteoporosis es un trastorno en el cual los huesos de la mujer comienzan a perder su calcio debido a la insuficiencia del estrógeno en la sangre. En mujeres que han ingerido suficientes cantidades de calcio durante sus vidas, el problema no es muy serio. Sin embargo, en mujeres que no habían tenido una dieta adecuada en calcio, la osteoporosis pudiera producir efectos negativos. Estos efectos incluyen deformaciones del cuerpo (jorobas) debido a que los huesos se pueden doblar fácilmente y huesos fácilmente partidos debido a caídas o a movimientos bruscos.